Para captar el excedente de pesos de la última licitación de Lebac, Dujovne subió la tasa mínima ofrecida al 5%. Hay instrumentos al mismo plazo que rinden 6%
El Ministerio de Hacienda buscará hoy captar el excedente de pesos en el mercado resultado de la licitación de la semana pasada de Lebac y así intentar contener las presiones sobre el peso, que ayer cayó 15 centavos en el mercado mayorista, mediante la suscripción de dos nuevas Letras del Tesoro, en pesos o en dólares. Analistas esperan que la cartera que dirige Nicolás Dujvone tenga que pagar una tasa en dólares del 6%, por la letra que vence en marzo de año que viene, en línea con la curva de instrumentos similares. También prevén que haya fuerte apetito por las nuevas Letras Capitalizables en pesos, a partir de las medidas que limitan las nuevas suscripciones a Lebac.
Hace dos semanas, Hacienda convalidó una tasa cercana al 5%, cuando en el llamado de licitación el rendimiento mínimo ofrecido había sido de 3,65%. Aun así solo logró renovar el 54% del stock de u$s 800 millones de letes que vencían en la primera licitación de agosto. Esta vez, en el llamado de licitación, ya propuso una tasa más alta.
«El precio máximo para las Letras del Tesoro a 203 días será de u$s 972,94 por cada valor nominal de u$s 1.000, el cual equivale a una tasa nominal anual de 5%», explicó Hacienda en su comunicado del viernes pasado.
En la City esperan un apetito moderado por este instrumento, aunque reconocen que puede ser un vehículo atractivo para inversores conservadores. Con todo, anticiparon que Dujovne deberá pagar un redimiento del orden del 6%, en línea con otros títulos de duración similar. «Si yo mido el Global 19 que es un bono con vencimiento en abril, la tasa está en 6,2% y es un bono bastante representativo. Y en el mercado secundario, todas las letras al año que viene están en torno al 6% en dólares», dijo Diego Falcone, head portfolio manager de Cohen. «Puede ser que haya algún apetito institucional o que los minoristas elijan entrar y se logre bajar un poco la tasa, aunque ya vemos que el Gobierno está obligado a pagar un rendimiento más alto», sumó.
El mismo diagnóstico hizo el gerente de GMA Capital, Nery Persichini: «Por lo que muestra la curva, la tasa de estas letes no puede estar muy lejos de otros bonos. Por referencia cercana, podemos tomar como proxy el Bonar 2019, que paga una TNA de 6,4%. Con lo cual, el 5% que ofrece el Gobierno por este título está 140 puntos básicos por debajo de bono con la duración más parecida.
Con respecto a la capacidad del Tesoro para captar el apetito inversor, Persichini destacó: «Me quedo con lo que le dijeron Cañonero, Bausili y Quintana a los inversores en Nueva York. En las últimas licitaciones, la renovación fue parcial, porque había un porcentaje de inversores internacionales que no quisieron renovar. En las próximas, se espera una mayor adhesión de inversores minoristas que puedan ser atraídos por la potencialidad de dolarizarse en forma diferida, con lo cual la renovación debería ser mayor», afirmó.
Desde el punto de vista del inversor, la posibilidad de dolarizarse a un tipo de cambio inferior a los de las pizarras, puede resultar atractiva. «Fundamentalmente, para un inversor conservador, el piso de 5% es una promesa interesante. No hay que perder de vistas que para plazos similares, letes que ya fueron emitidas cotizan en el mercado secundario con tasas que rondan los 5,75% o 6%. Así que si el Gobierno termina pagando en línea con lo que dice la curva, es una buena oportunidad», señaló el director de Portfolio Personal, Lucas Gardiner.
«Si bien el costo de fondeo resultará un poco más alto para el Gobierno, responde a una suba en toda la curva soberana. Por eso es bueno, que el plazo sea acotado a los 200 días. Si en ese período Argentina comienza a normalizarse y los inversores recuperan la confianza, seguramente pueda volver a financiarse con tasas más cercanas a 4%, tal como venía haciendo hasta ahora», añadió.