Tras varias ruedas en las que los inversores claramente buscaban hacerse de pesos, la demanda de divisas reapareció y los futuros de dólar parecen anticiparlo
Si bien los analistas anticipaban un mes de un dólar débil por la necesidad de pesos, esta tendencia se confirmó en parte, ya que aunque durante las dos primeras semanas del mes los movimientos del tipo de cambio no sorprendieron, la recuperación que se vio en la última rueda dejó entrever un posible cambio de tendencia.
En las primeras 10 sesiones de diciembre, al dólar mayorista le costó atravesar los $ 38; la cotización tocaba ese valor e inmediatamente se desataba a venta de dólares. El viernes ese techo debió ubicarse más arriba, en $ 38,35, sin embargo, el poder de la oferta hizo que el mayorista casi cerrara debajo de $ 38.
En concreto, el tipo de cambio terminó el viernes en $ 38,07, un saldo semanal positivo de 77 centavos. En tanto, el minorista quedó a un promedio de $ 39,02. Los operadores reconocen que en la plaza porteña se perciben menos compradores de pesos.
«Suele pasar que en las últimas dos semanas se acabe un poco la demanda, las empresas ya se ordenaron en ese sentido. Igual diciembre es un mes muy difícil de seguir, por un lado la necesidad de pesos y por el otro la salida de dólares por fin de año. En lo personal me parece que veremos un dólar para arriba sobre el cierre del mes, por lo que está pasando en futuros», dijo Claudio García, operador de Oubiña Cambios.
Según Gustavo Quintana, históricamente la demanda de pesos termina a mitad de mes: «Veo que la demanda de pesos estacional está por terminar, para mí finaliza con la primera quincena del mes. Usualmente la segunda quincena presenta un mercado de cambios más comprador y con una reacción de los precios del dólar».
Además, en enero empieza un año electoral, y en sintonía con otros años marcados por los comicios, se vuelve costumbre para los inversores refugiarse en el dólar. «En enero ya estamos en un año electoral y seguramente los factores políticos van a tener pleno impacto en la evolución del tipo de cambio. Por supuesto la cosecha fina promete buen nivel de ingresos, pero eso no significa caída de los precios», agregó Quintana.
En la misma línea, el director de MB Inversiones Diego Martínez Burzaco sostuvo que «la dolarización de portafolios empezará temprano en 2019» y advirtió que «el tema será ver si hay oferta suficiente para evitar presión en la cotización, las cosechas fina y gruesa serán clave».
De todas formas, el experto alertó que la coyuntura internacional condicionará al mercado de cambios: «Lo que decida la Fed esta semana también incidirá. Si da un discurso menos hawkish (una suba de la tasa de interés) daría aire a monedas emergentes como el peso argentino».
Por otro lado, Martínez Burzaco agregó que en terreno doméstico, además del «condimento político», están «la cuestión local de tasa de interés y las expectativas de inflación».
La tasa de la Leliq es la tasa de referencia para el mercado desde que Guido Sandleris asumió la presidencia del Banco Central (BCRA) a fines de septiembre pasado. Este mes la tasa quebró los 60% e incluso llegó al terreno de 58%, una hazaña que solo duró un día. Una tasa alta permite «tentar» a los inversores, persuadirlos de no comprar dólares; como contrapartida, se ahoga a la economía.
«La tasa de pesos depende de la demanda de Leliq. Mientras vengan bien los depósitos en pesos y no se recupere la demanda de crédito, los bancos seguirán con liquidez y le pondrán presión a la baja a la tasa. En cuanto al dólar, el mercado está bastante cerca del equilibrio; la balanza comercial está en equilibrio, turismo y atesoramiento bajaron mucho, no veo problemas en enero con el dólar», opinó el director de Econviews Miguel Zielonka.
No obstante, el especialista señaló que, «más avanzado el año y en función de las encuestas, puede haber algo de presión sobre el tipo de cambio», algo que no cree que suceda al menos hasta marzo o abril.