En el segundo trimestre tendría que sumar unos u$s3000 millones, dijeron analistas. Se espera que los exportadores incrementen las liquidaciones. Estiman inflación anual del 65%.
En el Banco Central confían que en los próximos días las cerealeras van a acelerar el ritmo de liquidaciones de dólares y que con ello va a poder sumar reservas internacionales para cumplir las metas del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Estimaciones privadas indican que la entidad que preside Miguel Pesce tendría que comprar entre u$s80 y u$s100 millones diarios para llegar a fines de junio sumando los u$s3.000 millones que figuran en el acuerdo. Consideran que es una meta difícil pero no imposible.
Así lo analizaron en un encuentro con inversores Adrián Rozanski, director del Fondo 1816; Federico Furiase, director de Anker Latinoamérica, y Francisco Odone, gerente de Investigaciones de fondos MegaQM.
“Para cumplir la meta de reservas, de acá a fin de junio Argentina tiene que comprar u$s3.000 millones. El Banco Central tiene que comprar de u$s80 a u$s100 millones diarios. Dado lo que está liquidando el campo ahora no parece imposible”, señaló Rozanski.
El analista consideró que aunque sea “con fórceps” el ministro de Economía, Martín Guzmán, va procurar alcanzar los objetivos comprometidos con el Fondo en marzo pasado cuando se cerró el Programa de Facilidades Extendidas. El problema es que el entendimiento “nació a viejo”, dijo, porque entre otros escenarios que se imaginaron en ese momento es que la inflación iba a marchar a un ritmo de entre 3% y 3,5% y la guerra en Ucrania alteró todo . “Hoy si llega a bajar a 4% mensual firmo ya”, indicó. Por ello, sostiene que tanto la meta de las reservas, como la fiscal y la monetaria se complican. Respecto a acumular dólares, indicó que podría ayudar al ministro de Economía que el FMI cree un nuevo fondo con Derechos Especiales de Giros (DEG) en el cual Argentina pueda pedir un préstamo. La otra alternativa, dijo, es que se profundicen los controles sobre la venta de dólares como viene ocurriendo hasta ahora. En cuanto a sumar reservas, indicó que “mayo arrancó mejor” si se compara con abril. En marzo fue sencillo los DEG que recibió Guzmán cubrieron todo.
Por su lado, Furiase consideró que el acuerdo original que firmó Guzmán con el organismo “era compatible con una inflación de entre el 3% y el 3,5%”. Para el economista de Anker, el problema de la Argentina viene del lado de la inflación de Estados Unidos, la cual consideró que es el “dato clave” a seguir en los próximos meses. El razonamiento es que si no disminuyen la suba de los precios, la Reserva Federal va a tener que seguir incrementando la tasa de interés y eso a su vez obligará a los países emergentes a acelerar la tasa de devaluación de sus moneda. En el caso de Brasil, indicó, “puede presionar sobre el tipo de cambio real multilateral” de la Argentina. También destacó que por el efecto de la inflación el BCRA “pasó de un crowling peg de 3% al 4% mensual y el tipo de cambio se sigue apreciando”. En favor de los objetivos de la Argentina, destacó que “el precio de los commodities sigue alto” un escenario que según evaluó no parece que vaya a cambiar en el corto plazo.
Odone, por su lado, precisó que los plazos de la economía se van a acortando en el marco de la suba de precios, de modo que consideró que “va a ser muy difícil que en los próximos meses la tasa de inflación mensual baje al 4%”, tal cual suponen en el Palacio de Hacienda.
Para los economistas, entonces, la evolución de los precios en la actualidad puede ser compatible con una tasa de entre el 65% y el 66% para 2022, por lo que la meta del 60% que plantea ahora el gobierno es un aspiracional complicado de lograr. Rozanski incluso consideró que si el IPC termina este año con una suba del 68% “es un escenario bueno”.
El economista de Fondos 1816 también desgranó los otros dos aspectos del acuerdo con el Fondo, además de las reservas, que son el déficit fiscal y la reducción de la asistencia monetaria al Tesoro. En el primero de los casos, Rozanski dijo que “parece muy difícil que se puedan complir las metas nominales con una inflación que se aceleró tanto”. En ese caso opinó que si se admite que Guzmán incluya como ingresos Rentas de la Propiedad el producido de colocación de bonos ajustables por CER “eso hace que pierda credibilidad el acuerdo”. En cuanto a la asistencia del BCRA al Tesoro, advirtió que en el primer cuatrimestre la entidad monetaria ya le giró a Guzmán el 40% de lo que tiene comprometido para todo el año.