La semana pasada los exportadores sojeros ingresaron u$s 380 millones, más que en cualquier otra semana del año. Los analistas no se ponen de acuerdo respecto a cuánto comprará el BCRA durante el segundo trimestre, mientras sale la cosecha. Todo depende de cuál sea la prioridad de Vanoli: permitir importaciones para impulsar la actividad o cuidar las reservas
A pesar de los feriados y el paro nacional, durante la semana pasada los exportadores agropecuarios ingresaron más divisas que en cualquier otra semana del año. Fueron u$s 380 millones que se ofrecieron en el mercado cambiario y que el Banco Central (BCRA) aprovechó para comprar u$s 215 millones. Con la salida de no menos de 17.000 toneladas de soja por delante en este segundo trimestre del año, el debate entre los economistas es cuánto comprará la entidad conducida por Alejandro Vanoli y cuánto dejará al sector privado para que concrete pagos al exterior. De un lado, las compras aportarán a sostener el nivel de reservas pero, del otro, más importaciones apuntalarán la actividad.
Aunque el ingreso de divisas por parte de exportadores se mantuvo firme durante la rueda de ayer, el BCRA interrumpió las compras. Según voceros de la entidad, la mesa de operaciones oficial intervino para regular la suba del dólar oficial con compras y ventas, pero terminó con saldo neutro: compró tanto como vendió.
Bajo la influencia de esa intervención, el Central vendió temprano y recompró tarde, el dólar en el mercado mayorista avanzó 4 milésimas de peso en la rueda de ayer hasta $ 8,831 por unidad.
El BCRA se privó de comprar divisas a pesar de un volumen negociado relativamente saludable que llegó a u$s 276 millones.
Que el recorrido del precio se mantendrá tranquilo es consenso entre analistas y operadores. Lo que divide las aguas es la estimación de cuánto comprará la entidad que conduce Alejandro Vanoli durante este tercer trimestre en el que se concentra la mayor oferta de divisas de todo el año.
Las variables en juego, sobre las que no se ponen de acuerdo los analistas, son varias. Por un lado, la cantidad de sojadólares que van a entrar al país, variable que depende de qué tanto retengan los productores de su cosecha. Segundo, aunque relacionado con esto, no hay acuerdo tampoco con cual será el saldo comercial de este año: el LatinFocus Consensus Forecast de marzo muestra previsiones de máxima de u$s 13.200 millones y de mínima de u$s 5.100 millones. El consenso que arroja el relevamiento de Focus Economics entre una treintena de firmas queda en u$s 4.300 millones positivos, pero la amplitud de respuestas es demasiado grande.
En tercer lugar son distintas las previsiones de los analistas respecto a qué hará Vanoli con ese resultado comercial. La gran pregunta es si tratará de comprar cada dólar disponible para mantener las reservas o si dejará que los privados compren divisas para que el mayor flujo de importaciones impulse la actividad económica.
Ayer, por ejemplo, el BCRA dejó que se cancelen importaciones energéticas por u$s 83 millones y del sector automotor por u$s 38 millones.
Para el Estudio Broda, el BCRA permitirá más compras este trimestre pero su prioridad serán las reservas: serán u$s 4.000 millones los que comprará la entidad, teniendo que emitir ni más ni menos que $ 35.000 millones para pagar por ellos (con su consecuente costo a nivel precios y brechas cambiarias).
En Empiria Consultores ven un escenario intermedio: entre u$s 2.000 millones y u$s 2.500 millones en todo el trimestre, para dejar paso a los importadores.
La hipótesis del privilegio de la actividad toma más peso todavía en las proyecciones de Elypsis y de Analytica, que prevén compras por u$s 1.000 millones y u$s 1.500 millones respectivamente.
La menor compra de divisas es una mala noticia para reservas ? las tres últimas consultoras estiman entre u$s 24.700 y u$s 26.600 millones de reservas para fin de año? pero buena desde el punto de vista monetario. «Respecto al efecto monetario de esas compras (en torno a los $20.000 millones), no me preocupan demasiado, de por sí serían muy inferiores a los más de $ 33.000 millones emitidos por compras el año pasado», señaló Pedro Rabasa de Empiria. «Más preocupante es lo que que pase con la emisión para financiar al fisco», concluyó.