Aranguren se reunió con gremios y empresas para facilitar la aplicación del acuerdo de productividad en Neuquén.La implementación del acuerdo de productividad de Vaca Muerta, el primero que lanzó el Gobierno bajo la consigna de hacer más competitivos los sectores estratégicos de la economía argentina, marcha más lento de lo previsto. Por eso, el ministro de Energía, Juan José Aranguren, reunió ayer a los principales representantes de la actividad petrolera en Neuquén para limar asperezas cara a cara.
Al menos se llevó un compromiso concreto. Según el sindicalista Guillermo Pereyra, titular del gremio de petróleo y gas privado de la provincia patagónica, la adenda al convenio colectivo de trabajo que, entre otras cosas, elimina las denominadas «horas taxi» y baja los costos de producción de las empresas, estará plenamente en marcha en dos meses. Así lo sostuvo ante la consulta de LA NACION. «La modificación al convenio se aplica en un 75%. En 60 días va a estar completo», sostuvo.
Fuentes oficiales fueron un poco más optimistas, pero se expresaron en la misma línea. «Tanto las empresas de servicio como las operadoras y los sindicatos confirmaron que el proceso de implementación de las adendas está cumplido en un 85% y que en un plazo no superior a los 60 días se completará en su totalidad», explicaron.
Además de Pereyra, del encuentro con Aranguren participaron Marcelo Rucci, intendente de Rincón de los Sauces, virtual número dos del sindicato y uno de los hombres señalados como responsables por la demora de la aplicación del acuerdo; Manuel Arévalo, jefe del sindicato de empleados jerárquicos neuquinos; el subsecretario de Energía de esa provincia, José Gabriel López; el presidente de YPF, Miguel Gutiérrez; Marcos Bulgheroni, uno de los timones de Pan American Energy, y representantes de la petrolera Total y de las principales empresas de servicios del país, como Schlumberger, Halliburton y San Antonio, entre otros.
Según explicó Pereyra, Aranguren quería saber si hay compañías que tienen problemas para aplicar el acuerdo. «Está funcionando, pero ningún cambio en un convenio colectivo se puede aplicar de un día para el otro. Habitualmente nos damos 180 días para empezar a aplicarlo, algo que esta vez no hicimos y fue un error. Hay empresas que por su funcionamiento no lo pueden aplicar de golpe», resumió.
El sector petrolero lideró el cambio en las relaciones de trabajo que el Gobierno quiere extender hacia otros sectores, un pedido expreso que hizo el presidente Mauricio Macri el año pasado. También se firmaron convenios similares con las industrias textil, automotriz, los fabricantes de motos y la construcción.
Tras el acuerdo por Vaca Muerta, el Gobierno cerró un convenio similar con los petroleros de Chubut. Y está en negociaciones con la industria santacruceña.
Varias empresas hicieron anuncios de inversión tras la firma del convenio neuquino. El más importante fue el de Techint, que confirmó una inversión a Macri de US$ 2300 millones hasta 2019 para producir gas.