Arreglar con los holdouts equivale a pasar de jugar en el Nacional B a la Primera A. De ser un mercado fronterizo se pasará a ser un mercado emergente, al que los fondos de inversión deben destinar gran parte de su cartera. En América latina, Argentina tendrá una ponderación del 20%
En 2009 la Argentina dejó de ser un mercado emergente, o sea, de estar en Primera A, para descender de categoría al Nacional B y convertirse en un mercado fronterizo, un estatus que aún hoy conserva.
La buena noticia es que, tras la salida del default, que es como salir del Veraz, la ascenderán de vuelta del Nacional B a la Primera A: pasará a ser un mercado emergente, donde los fondos de inversión deben destinar gran parte de su cartera.
El cálculo que hace el presidente de la Bolsa de Comercio, Adelmo Gabbi, es que, una vez que se vuelva a jugar en Primera A, pueden ingresar u$s 30.000 millones anuales de fondos de inversión. ¿Cómo surge esta cifra? En 2010, la inversión anual en mercados emergentes fue de u$s 908.000 millones. El 60% fue para Asia y el 20% para América latina. O sea, u$s 180.000 millones.
Los mercados emergentes en Latam son cinco: Chile, Perú, Uruguay, Brasil y Colombia. En los ?90 la Argentina captó el 24% del market share para Latam, pero ahora podría captar un mayor porcentaje por las dificultades de Brasil, Perú y Chile, ya que sólo Colombia y Uruguay son los dos países más sólidos. Pero con que capte menos del 20% del total para Latam, ingresarían más de u$s 30.000 millones anuales.
Sólo durante el mes de marzo pasado, los mercados emergentes recibieron u$s 36.800 millones. Para Asia fueron u$s 20.600 millones y para América latina u$s 13.400 millones. Con tener sólo el 20% del share, la Argentina hubiera captado u$s 2.700 millones sólo en un mes, que si se lo anualiza, la cifra superaría los u$s 30.000 millones.
Como dato, Qatar y Emiratos Árabes pasaron de mercados fronterizos a emergentes y en 2015 consiguieron más de u$s 25.000 millones cada uno.
Leonardo Chialva, socio de Delphos Investment, cree que Argentina está para pesar por lo menos 1% en los fondos emergentes que, a diferencia de los ?90, hoy son muy asiáticos: «Eso hace que por el tamaño de Asia, Latam haya perdido peso específico. Si hacemos bien las cosas, podríamos ir trepando y eso iría incrementando la exposición a Argentina. Para el salto inicial, se pueden prever u$s 30.000 millones el primer año, y al final de un proceso de tres años la exposición total podría trepar hasta los u$s 100.000 millones».
Para Martin Castellano, economista senior del departamento de América latina del Institute of International Finance (IIF), la salida del default abre las puertas a la inversión extranjera, «pero estimamos que el aumento en los flujos va a ser gradual. En inversión de cartera, algunos fondos van a ver una buena oportunidad de ingresar rápido. No obstante, muchos inversores institucionales (con restricciones para financiar a Argentina) posiblemente esperen a tener más detalles sobre la sostenibilidad de las cuentas públicas y el programa macroeconómico. La inversión directa va a tardar un poco más en llegar, aunque es probable que comencemos a ver más financiamiento intra-compañía este año. Proyectamos un ingreso de capitales privados de no residentes por encima de u$s 20.000 millones en 2016, incluyendo inversión de cartera y directa, con un ingreso neto equilibrado entre equity y deuda este año».
Para los años subsiguientes, en el IIF esperan que los flujos netos vayan creciendo paulatinamente, con un cambio en la composición en favor de equity (versus deuda) en cuanto a instrumento, y de sector privado (versus sector público) en términos de receptor: «Para tener una referencia, México recibió en promedio ingresos de capitales (incluyendo deuda y equity) de u$s 40.000 millones anuales en los últimos cinco años».
Gabriel Martino, CEO de HSBC Argentina, subraya que acordar con los holdouts no sólo permitirá a la Argentina acceder a tasas más baratas para encarar distintos proyectos, sino que posibilitará a las empresas nacionales conseguir dinero más barato y de largo plazo para sus inversiones: «A su vez, permitirá expandir el mercado local de capitales, lo cual ayudará a desarrollar al peso como moneda de ahorro. También nos permitirá acceder a organismos multilaterales y normalizar las relaciones financieras con el resto del mundo.
Esto es muy importante, porque la forma de financiar los programas de infraestructura que necesita la Argentina, como son carreteras, ferrocarriles y vías navegables es a través de líneas de largo plazo y a costos bajos. Tener una infraestructura adecuada es una enorme oportunidad para hacer más competitivo al país».