El mercado argentino vive momentos de definiciones, en los que el rumbo político decidirá la dirección de las cotizaciones, las cuales se mueven al compás de las noticias. Parece difícil tratar de pronosticar el sentido que tomará la renta variable los próximos días. Sin duda la definición pendiente de Sergio Massa acerca de cómo jugará en las próximas elecciones impactará de lleno en los precios. La pregunta del millón es: ¿Hacia qué lado?
En situaciones así, en las que podría haber variaciones bruscas de precios para ambos lados, suelen utilizarse estrategias como los conos o cunas comprados. Ambas consisten en la compra de igual cantidad de calls que de puts, apostando simultáneamente tanto al alza como a la baja. La ganancia es ilimitada, sea que el subyacente suba o baje. El éxito de la estrategia depende de que el movimiento sea lo suficientemente violento como para que la ganancia de alguna de las dos opciones compradas alcance a cubrir también el costo de la opción “perdida”, cuyo valor seguramente sea cero al vencimiento. Cabe señalar que si decidimos hacerlo con opciones con vencimiento en junio, por estar tan cerca del mismo, las primas pagadas serán bajas, pero necesitaremos que el movimiento sea realmente rápido.
Cono versus Cuna
El cono y la cuna reciben sus nombres por la forma de la gráfica de sus flujos de fondos. El primero consiste en la compra de calls y puts de una misma base, mientras que la segunda se concibe mediante la compra de puts de base inferior a la de los calls. Es por esto que las cunas compradas son aún más riesgosas, ya que existe un rango que va desde una base a la otra en el que, de ubicarse la cotización del subyacente, el valor de las opciones compradas será cero. En el caso del cono, salvo que se dé la casualidad que el precio de la acción al vencimiento coincida con la base de las opciones, siempre alguna de las dos tendrá valor distinto de cero y por lo menos la pérdida no podrá ser total. Claro que a mayor riesgo, mayor ganancia potencial. La cuna nos permite comprar bases out the Money, significando esto que las primas pagadas serán menores y la potencial recompensa, mayor.
Ejemplos
Usaré las acciones de Grupo Financiero Galicia para llevarlo a la práctica, dado que es la acción con riesgo local que más volumen de operaciones con derivados posee actualmente.
Para el caso del cono, usaremos las bases GFGC25,923J y GFGV25,923J, cuyos últimos precios son $0,67 y $0,95. De esta manera, el costo total de la estrategia será de $1,62, por lo que para ganar necesitaremos que el subyacente suba o baje lo suficiente como para que el call o el put pase a valer más que ese costo. Eso se daría con la acción cotizando al vencimiento por encima de $27,54 o por debajo de $24,30, lo que significaría un alza de 8,44% o una baja de 4,32% desde los $25,40 del cierre del 9 de junio. Movimientos más extremos harían que comencemos a ganar, de acuerdo a la siguiente tabla y gráficos
La cuna la armaremos utilizando las bases GFGC26,923J y GFGV25,923J, con un costo de $0,37 y $0,95 según la última cotización de cada una. Por usar una base de call más lejana, disminuye el costo, pero en contrapartida necesitamos una mayor salida alcista del papel para no perder. En el gráfico se puede observar cómo se genera un intervalo de precios entre las bases compradas en las que la pérdida es total. Por encima o por debajo de las mismas se comienza a recuperar ya que alguna de las opciones pasa a tener valor positivo al vencimiento. El resultado será neutro si la acción cotizara al vencimiento por encima de $28,24 o por debajo de $24,60, lo que significaría un alza de 11,18% o una baja de 3,15% desde los $25,40 actuales.
Podemos concluir que son alternativas muy similares. Si no se diera el movimiento esperado, sería más conveniente el cono, mientras que si el mismo es extremadamente brusco, lo será la cuna. El rango de precios del subyacente en el cual obtenemos pérdidas con el cono es de $3,24 ($24,30 a $27,54) mientras que con la cuna es de $3,64 ($24,6 a $28,24).
En cualquier caso, la estrategia puede ser desarmada antes del vencimiento. Supongamos que se da un impulso bajista que hace que los puts comprados se valoricen fuertemente y nos supongan una ganancia considerando el costo total. Si consideramos que podría venir un rebote o al menos un freno en la baja, convendría venderlos y quedarse únicamente los calls esperando un rebote para poder venderlos al mejor precio posible, por más que no lleguen a su valor de compra. El mismo análisis, pero a la inversa, podría hacerse en caso que el movimiento inicial sea alcista.