El ministro de Economía, Axel Kicillof, citó a algunos de los diez agentes de Bolsa más importantes del país. Les solició que induzcan a sus clientes a no traer dólares al país vía el contado con liquidación, sino a hacerlo a través del Banco Central, que les dará algún tipo de flexibilización. Lo más probable sería exenciones impositivas, para alentarlos a ingresar divisas a $ 8 en lugar de $ 10,50
La cita fue la semana pasada, a las cuatro de la tarde, en el Palacio de Hacienda. Los diez agentes de bolsa que fueron convocados por el ministro de Economía, Axel Kicillof, debieron cancelar las obligaciones que tenían, ya que fue todo muy sobre el momento.
En la antesala, esperaron dos horas a que apareciera el funcionario, pero sólo los acompañba un guardaespalda, dos secretarios y el asistente privado. Varios agentes, cansados de la espera, se marcharon. “A mí no se para qué me llamaron si yo no opero bonos”, señaló uno de los presentes.
“Había uno que yo ni sabía que seguía siendo agente bursátil. Sin embargo, de los diez que estábamos ahí, cinco estaban entre los top ten que más operaciones realizan”, revela otro.
Finalmente, varios se retiraron y quedaron pocos para entrar al despacho de Kicillof. El mensaje del ministro fue contundente: “Veríamos con muy buenos ojos si ustedes logran inducir a sus clientes a no ingresar dólares al país a través del contado con liquidación, sino a hacerlo mediante el Banco Central. De esta forma, le daremos algún tipo de flexibilización”.
“Lo más probable es que sea algún tipo de exención impositiva”, sostiene el presidente de una sociedad de bolsa que estuvo presente.
Algún tipo de incentivo tiene que haber, porque de lo contrario ninguna compañía querría ingresar dólares a $ 7,99 (precio de compra de la pizarra del Banco Nación), cuando podrían hacerlo en forma legal comprando bonos en Nueva York y vendiéndolos en la plaza local a $ 10,50. “Lo que provocó Kicillof con este pedido fue que se disparara el precio del contado con liqui, ya que las sociedades de bolsa le pusimos un freno a las operaciones de liqui para traer divisas al país. Al correr la oferta, suben los precios. Es una cuestión simple de oferta y de demanda”, advierte el titular de una entidad bursátil.
El vicepresidente de un banco fue categórico: “Nada que pueda ofrecer compensa el nuevo aumento de la brecha”.
Lo cierto es que varias empresas venían haciendo contado con liquidación inverso para traer dólares que tenían ahorrados en el exterior a un tipo de cambio de $ 10,50 (para fugar sale $ 10,90). Usaban este dinero fresco para poder pagar salarios y cubrir los cheques a los proveedores, ya que la facturación, en muchos casos, no alcanza a cubrir la suba de costos que están teniendo por efectos de la tan maldita como temida inflación.
Al fin y al cabo, cuando Guillermo Moreno era secretario de Comercio Interior, incentivaba en su escuelita de los viernes a que las compañías trajeran los dólares a través de la Bolsa.
Hay que tener en cuenta que la cotización del dólar paralelo rige en función del precio del liqui, que vendría a ser una suerte de su hermano mayor. De ahí que se disparó hasta $ 11,80.
En efecto, de acuerdo a las estimaciones de los distintos actores del sector financiero, el contado con liquidación mueve entre u$s 50 y u$s 55 millones diarios, contra u$s 20 millones del dólar MEP (como se denomina en la jerga a la adquisición de billetes estadounidenses a través de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires). En tanto, el billete paralelo mueve diariamente entre u$s 10 y u$s 12 millones, estando en sus mínimos históricos, contra u$s 50 millones que llegó un año atrás.