El Banco Central avanzaría con medidas para regular las tasas de interés. La imposición de tasas máximas sobre distintas líneas de crédito sería inminente. Los créditos personales podrían bajar al 37% anual, mientras que los prendarios descenderían al 32%. Esta tasa se ubicaría por debajo incluso de las tasas mínimas que ofrecen muchos bancos por estas líneas de crédito”, advierte un informe de Elypsis. La consultora dirigida por Eduardo Levy Yeyati -ex economista jefe del organismo- señala que el proyecto con mayor probabilidad de ser aprobado incluye la imposición de un máximo en la tasa nominal de 1,5 veces la tasa Badlar privada para el caso de los préstamos personales y de 1,3 veces para los préstamos prendarios.
“Es una medida que complicaría bastante a los bancos, ya que en los personales está subiendo de a poco la mora. Si van por la regulación, varios bancos se van a complicar: Juan Carlos Fábrega conoce el mercado y sabe que será una herida de muerte para algunos. Los volúmenes de préstamos han caído y se mantienen los spreads, pero si limitan las tasas, la rentabilidad se va a reducir, pues además están las líneas productivas al 17,5% fijo, control a comisiones y paritarias del 29%. Por eso, si esto sale los bancos van a tener que reducir estructuras, entre otras adaptaciones”, advierte el director de un banco.
“Si se exige la baja de tasas, los spread van a quedar muy finitos, dado el nivel de riesgo y los costos asociados al crédito. Los bancos que tienen muchas cuentas sueldo tienen un porcentaje muy alto de depósitos vista (en caja de ahorro) y el costo del dinero para ellos es muy bajo, aunque las tasas de plazos fijos estén casi 10 puntos más que hace un año. A las entidades más pequeñas, que tienen una composición de vista y plazo con mayoría de los depósitos con tasa (a plazo), estos márgenes se reducen mucho. Le prestaríamos sólo a quienes cobren plan sueldo a través nuestro”, cuentan en otra entidad.
“Hay muchos bancos que sólo se dedican a esos préstamos, con lo cual los haría inviables o tendrían que despedir gente. Si hay límites a las tasas, la consecuencia lógica sería que haya menos oferta, lo que sería perjudicial para el público. Además, el impuesto a los ingresos brutos es sobre la tasa activa: 8% va para el Estado”.