La entidad dará marcha atrás y pondrá nuevas limitaciones a la posibilidad de cancelar deuda en dólares de fechas pasadas.
El BCRA dispondrá de nuevas medidas para restringir otra vez el pago de importaciones y así dará marcha atrás a las facilidades que se habían instrumentado para las empresas para acceder a las divisas en la primera semana de julio como respuesta a los reclamos suscitados por la aplicación de la Comunicación A7030 del pasado 28 de mayo.
A partir de mañana, y una vez que se reúna el directorio de la entidad, el BCRA tiene pensado dar marcha atrás y colocar nuevamente restricciones para el pago de deudas comerciales con el exterior. Hay que recordar que hasta el día de hoy se permite acceso directo al Mercado de Cambios para ese menester en operaciones dentro del límite de un millón de dólares, que también rige para la realización de pagos anticipados de importaciones. Según pudo saber Ámbito, estos últimos no sufrirían grandes cambios, aunque podrían ser alcanzados por una reducción en las fechas límite contempladas para definir los períodos que se fijan para incluirse dentro del pago de las mismas.
De esta forma, el límite autorizado de un millón de dólares que rige para el pago anticipado de importaciones podría no ser habilitado hacia adelante para el pago de otras obligaciones pasadas con el exterior, al menos en una franja temporal. Una alta fuente del BCRA señaló que si bien la entidad había respondido con esa medida en función de los principales reclamos de los importadores, ahora eso se vería modificado ya que en las últimas semanas se aceleró la demanda de dólares.
Hace algunas semanas, incluso el BCRA también había liberado el pago de las cartas de crédito libradas por bancos internacionales a favor de importadores locales al momento de su efectivo vencimiento.
En este sentido, se espera la decisión final del marco elegido para cerrar la canilla de los dólares. En su momento, cámaras empresariales como la Unión Industrial Argentina (UIA), la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA), la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC) y la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra), además de entidades representantes de pymes habían planteado las dificultades generadas por la resolución 7030 del BCRA del pasado 28 de mayo.
La norma disponía que los importadores no tendrían acceso a las divisas mientras tuvieran dólares depositados en el exterior y que, en materia de deuda comercial, debían retrotraerse a su situación del 1 de enero para poder volver a comprar divisas.
Posteriormente, el 25 de junio llegó la primera flexibilización con la Comunicación A7052, que entre otras cosas dispuso el cupo de u$s1 millón para el pago de importaciones. Una semana después, y a partir de la queja empresarial, se dispuso que también pueda ser utilizado para pagar deudas comerciales.
Hay que tomar en cuenta que una de las principales críticas a estas restricciones que se habían realizado por parte de las empresas obligadas a importar insumos era que la entidad que conduce Miguel Pesce no había contemplado la estacionalidad de algunas actividades y los plazos de financiamiento otorgados por sus proveedores, que pueden llegar a 3 o 4 meses. La polémica Comunicación A7030 había impactado a muchas de esas compañías que habían pagado en el comienzo del año o que tenían pendiente de pago compras al exterior realizadas a fines de 2019.
“La alta dificultad de adquirir divisas para cumplir con los compromisos nos generó problemas con nuestros proveedores. Aunque ellos saben que existe una responsabilidad de las autoridades y que no depende de nosotros, si uno no paga el crédito eso se corta de inmediato. Y si se notifica a las compañías de seguros, eso nos deja afuera de otros préstamos e incluso nos coloca en una situación de indefensión ante reclamos judiciales, señaló un empresario a Ámbito.
“Primero recibimos la Comunicación A7030 y como era muy severa, emitieron la A7052 para aliviar las restricciones sumando el monto de u$s1 millón, pero en ese momento no se incluyó la posibilidad de pagar deuda vieja. Después lo agregaron, pero ahora no sabemos si eso va a durar”, añadió.
Otro empresario que pidió no ser mencionado sostuvo que la financiación que usualmente recibe el importador de sus propios proveedores muchas veces tiene plazos cortos, que van de los 30 a los 120 días, y que esa es la forma de acceder a líneas de crédito con bajas tasas internacionales. Esa es la razón por la cual les resulta tan importante acceder a los dólares y no interrumpir ese circuito de crédito.