Se trata de la inflación de enero en Estados Unidos. Definirá el rumbo de las tasas en ese país, con fuerte repercusión para el mercado local
Como no sucedía hace muchos años, un dato del mercado estadounidense tendrá un impacto directo sobre la economía local. Se trata de la inflación minorista de enero, que se dará a conocer a las 8.30 hora de Nueva York, es decir las 10.30 de Argentina. De la evolución de este índice dependerá el comportamiento de la tasa a 10 años del Tesoro norteamericano, cuya evolución le pegará directo al costo de financiamiento del Gobierno.
Luego del feriado largo de Carnaval, las acciones locales deberían reflejar la mejora que se produjo sobre todo el lunes en los papeles argentinos que cotizan en el exterior. Pero aunque todo apunta a un fuerte arranque positivo del índice Merval, finalmente el margen de euforia dependerá de este índice clave que divulgarán en Estados Unidos.
Los analistas esperan que la inflación minorista de enero en ese país no supere el 0,4%, lo que la llevaría a 1,9% en los últimos doce meses. También se aguarda que la inflación «núcleo» no supere el 1,7% en términos interanuales. Si finalmente se ubica por encima de ese valor, el impacto podría resultar muy negativo. Esto se debe a que las presiones inflacionarias llevarían a subas más agresivas de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal norteamericano a lo largo del año.
En ese caso, la tasa a diez años de los bonos norteamericanos también pegaría un salto adicional, desde su nivel actual de 2,80% anual. Y esto afectaría el financiamiento de mercados emergentes, en particular para países que tienen alta dependencia del endeudamiento, como sucede particularmente con Argentina.
Por el contrario, si el dato de inflación se ubica por debajo de ese 0,4% el impacto sería muy positivo, generando una importante baja de la tasa a diez años estadounidense. Esto le daría impulso a los bonos argentinos, que fueron los más castigados en las últimas semanas.
Esa tasa de los bonos norteamericanos había arrancado a 2,3% anual en el arranque del año y saltó hasta 2,8 por ciento. El mayor incremento sucedió hace diez días, al divulgarse el aumento de los salarios en los trabajadores norteamericanos, desatando más temores por un impulso inflacionario.’
La deuda argentina fue la más afectada entre los emergentes, con un aumento del riesgo país del 20% en lo que va del año. Esto significa mayor costo de financiamiento no sólo para el Gobierno, sino también para las provincias y las empresas.
Por lo pronto, el ministerio de Finanzas ya realizó una colocación de bonos de USD 9.000 millones a principios de año, pero la semana pasada colocó el equivalente a 3.600 millones de dólares a través de emisiones de bonos en pesos en el mercado local. Así, ya completó el 42% de las necesidades de financiamiento del año.
Ya en el plano local, también hoy (pero por la tarde) será el Banco Central quien deberá divulgar si mantiene la tasa de referencia de política monetaria o decide una reducción adicional. La presión sobre el dólar de la semana pasada, junto a la turbulencia de los mercados internacionales, la llevaría a dejarla sin cambios.
Y mañana será el turno del dato de inflación minorista de enero, que se habría ubicado en torno al 2% luego del 3,1% de diciembre pasado.