Las ventas al exterior crecen menos que las importaciones. Y eso achica el superávit comercial, la única fuente legítima de divisas que tiene el Gobierno. Algunas razones del estancamiento.
La preocupación por la caída de las reservas lleva, en la lógica oficial, a mirar el saldo del comercio exterior, la única fuente legítima (sin contar el blanqueo, claro) de divisas. Y, en la misma línea, la única manera que hay de elevar superávit de la balanza comercial es reduciendo las importaciones o aumentando las exportaciones. Y en este esquema tan básico, lo mejor sería incrementar las ventas al exterior, ya que no sólo se conseguirían más divisas, sino que, además, se incentiva la producción y el empleo locales.
Sin embargo, hasta ahora el Gobierno intenta frenar las importaciones a un costo todavía incierto en términos de nivel de actividad. ¿Y las exportaciones? Entre 2003 y 2008, las exportaciones argentinas crecieron a un ritmo de dos dígitos anuales (un 170% acumulado). Pero entre 2008 y 2012, sólo crecieron 15%. Pueden sacarse muchas conclusiones de las ventas al exterior al comparar cifras intraanuales y respecto al mismo mes del 2011. “En todo caso, el escenario sería un amesetamiento, pérdida de vigor e irregularidad”, resume un reciente trabajo de la consultora especializada DNI.
El trabajo describe algunas de las causas de este comportamiento, entre las cuales hay algunas externas (limitaciones al comercio, medidas proteccionistas, falta de crédito en divisas, entre otras) y otras internas que “si no pueden señalar una estricta y exclusiva relación de causa y efecto (son un factor entre otros), sí pueden reflejar de manera palmaria los problemas macroeconómicos que vive el país que acompañan las caídas en las exportaciones”. Uno de ellos es la inflación ya que, ante una mayor inflación –según el índice del Congreso Nacional y de analistas privados como O. J. Ferreres– se han visto peores exportaciones, como se refleja en los registros estadísticos. En este sentido, la relación tiene que ver con el aumento de los costos internos en dólares (ya que la suba de precios es menor que la depreciación del tipo de cambio oficial) que dificultan e incluso impiden la exportación de ciertos productos Pero “otro indicador surge de la comparación entre el alza del denominado dólar ´blue´ y las ventas externas de bienes”. Según DNI “ante cada escalada del valor del denominado dólar blue, y según refieren publicaciones que registran el valor del mismo, resulta claro que hay un vínculo de retroalimentación entre el alza del valor de la divisa en el mercado informal y el resultado (deficiente) de las exportaciones, mes a mes”.
Y sigue: “El descenso de las exportaciones es ya persistente y, como se ha dicho, no es explicable por razones exógenas en la medida en que numerosos países de la región muestran mejor performance en la materia que Argentina”.
Relacionando ambas variables, según la consultora, “en la medida en que el blue ha avanzado en los últimos tiempos, las ventas externas han caído en el amesetamiento y la inestabilidad ya descrita, sobre todo en los últimos meses”. El documento asegura que los resultados de las exportaciones, desde octubre de 2011 hasta septiembre de 2013, muestran un empeoramiento desde mediados de 2012 cuando se acelera la suba del “blue”; y en los últimos meses exhibe una curva con pobres resultados a partir de mayo, siendo que desde junio el dólar blue retomó el alza desde 7,90 hasta 9,50 en septiembre.
El desdoblamiento cambiario “de hecho”, para DNI, “genera expectativas que desalientan comportamientos de largo plazo de los exportadores, desincentiva operaciones internacionales que se someten un reconocimiento de un tipo de cambio oficial sustancialmente inferior al que los actores económicos perciben como ´de mercado´, lleva a quienes pueden diferir ventas o liquidaciones a hacerlo a la espera de una mejora del tipo de cambio oficial que siga a la evolución del paralelo”.
Fuente: http://www.ieco.clarin.com/economia/Exportaciones-presion-precios-blue_0_1022898007.html