En un contexto de inflación alta, tasas reales negativas y expectativas de devaluación, este instrumento ofrece a los inversionistas distintas para preservar los ahorros
La constante búsqueda de cobertura a causa de una inflación desbocada que erosiona los ahorros de los argentinos llevó a la industria de los fondos comunes de inversión (FCI) a marcar nuevos récords de crecimiento año tras año. En 2023, la industria alcanzó los $26 billones de activos bajo administración (AUM), lo refleja una suba superior al 300% con respecto a 2022 como respuesta a un contexto en el que prima la liquidez.
Su tasa de crecimiento fue muy positiva por arriba del promedio anual del 67% de los últimos cinco años; y positiva en torno al 100% ajustada por inflación. De hecho, el crecimiento promedio mensual fue del 13%, ganándole a la dinámica de precios en 10 de los 12 meses del año, según se desprende de un informe de Porfolio Personal de Inversiones (PPI).
La industria de los FCI administra, al día de hoy, $28,8 billones. “Si tenemos en cuenta que el sistema financiero en su conjunto capta depósitos privados por $38,8 billones, vemos que la industria hoy es equivalente a 3/4 partes del total de depósitos privados que administran los bancos”, explica Francisco Odone, gerente de Inversiones de MEGAQM, en diálogo con Ámbito.
El analista agrega que, con relación al Producto Bruto Interno (PBI), mientras el sistema financiero tiene depósitos equivalentes al 15% del PBI (Público + Privado), la Industria FCI “ya gestiona activos por el equivalente a 9,4% del PBI”, lo que implica un aumento del 54% en el último año.
Este crecimiento se explica, según Odone, porque se logró masificar y ofrecer soluciones a un contexto muy desafiante como el de los últimos meses. “Con inflación creciente, tasas reales negativas y expectativas de devaluación”, lo que llevó a los ahorristas y a las empresas a recurrir a la industria de FCIs en busca de “preservar el valor de sus pesos y tomar coberturas”.
Fondos comunes de inversión por moneda
De acuerdo con PPI, no hay dudas que los fondos denominados en pesos lideran la industria. Estos ya superan las 650 opciones, mostrando un crecimiento del 13% en 2023, contra el 4% de los fondos en dólares, que apenas ofrecen más de 100 alternativas.
Incluso, al analizarlos por moneda y segmento, la Renta Fija concentra la mayor cantidad de fondos en pesos y moneda dura. “Sobre estos últimos, puntualmente, unos 79 sobre 100 fondos en dólares (80%) son de Renta Fija”, agrega el documento.
Fondos comunes de inversión más tradicionales
Hay diversos tipos de FCI, desde los más conservadores a los más arriesgados. En lo que respecta a los más conservadores, en pesos, están los Fondos de la industria Money Market y los llamados Fondos T+1, indica en declaraciones a este medio Matías Rossi, Portfolio Manager de Invertir en Bolsa (IEB).
Y explica que los FCI Money Market invierten en cuentas remuneradas de bancos, plazos fijos y colocan también los pesos en cauciones o pases, “con la ventaja de que la liquidez es inmediata”, esto significa que, el rescate se paga el mismo día y al momento de la solicitud del mismo.
Justamente el objetivo de estos fondos es mantener la liquidez remunerada y con devengamiento diario. “Hoy en día, los Money Market rinden aproximadamente un 90% de tasa nominal anual (TNA) y no sufren de volatilidad en su valor de cuotaparte”, sostiene Rossi.
Por otro lado, están los FCI T+1 que también se suscriben en pesos, y como su nombre lo indica, tienen la particularidad de que los rescates se pagan 24 horas después de su solicitud. Es decir, que se acreditan el siguiente día hábil a su concertación.
Opciones de FCIs más sofisticados
Rossi explica que a diferencia de los Money Market, estos FCI además invierten en instrumentos del mercado como Ledes a tasa fija o bonos de duración bien corta, y por este motivo los T+1 tienen algo más de volatilidad en su cuotaparte. “Esto se debe a que el objetivo de estos FCI es competirle, por ejemplo, a la tasa del Plazo Fijo, teniendo la ventaja de contar con la liquidez de la inversión en 24hs hábiles”, añade.
Por ende, el horizonte de inversión en estos Fondos es un poco más largo que el de los Money Market, aunque siguen siendo Fondos para invertir en el corto plazo. “Nuestro FCI T+1 es el IEB AHORRO PLUS”, sostiene el analista.
Siguiendo dentro de los fondos más conservadores o de menor riesgo, pero pasando a moneda dura, se encuentran los denominados Fondos Latam. Estos FCI tienen al dólar como moneda de curso legal del Fondo. Las carteras están compuestas por Treasuries Bills hasta un 25% de su portafolio (Bonos de renta fija de EEUU), y activos de renta fija tanto de deuda soberana como de deuda corporativa de origen Latam (Chile, Brasil, Uruguay, Paraguay, entre otros).
“Son todos instrumentos de baja volatilidad, con el objetivo de preservar el capital en dólares del inversor”, asevera Rossi. Rinden aproximadamente una TIR de un 5%, y su horizonte de inversión es de Mediano a Largo Plazo para buscar devengar los puntos de tasa de los diferentes activos en cartera. “El FCI IEB RENTA FIJA DÓLAR es nuestro Fondo Latam”, añade.
Los expertos recomiendan que el plan de inversión se diagrame en función de las necesidades específicas de cada ahorrista. Esto se debe a que no hay una cartera que se pueda replicar para cualquier inversor. Hoy las prioridades pasan por aprovechar muy bien los excedentes de liquidez de corto plazo, ya sea con los FCI Money Market si el período es muy corto o “buscando el diferencial de los fondos T+1 si el plazo de disponibilidad es mayor a 10 días”, explica Odone de MEGAQM.
Así las cosas, la elección del FCI dependerá del perfil de riesgo del inversor y sus objetivos financieros. No obstante, resulta crucial entender el horizonte de inversión y la volatilidad asociada a cada tipo de fondo para tomar decisiones acertadas.