El Gobierno dice que la AFIP permitirá comprar dólares para viajar a quien tenga ingresos declarados, con plus de 35%. La semana que viene instrumentarán cambios en las DJAI
El Gobierno abrirá las compuertas del Banco Central a la compra de dólares oficiales para el turismo y agilizará en los próximos días el ingreso de importaciones para la producción, indicaron fuentes oficiales.
Son dos temas en los que avanzan el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el ministro de Economía, Axel Kicillof. Entienden que, aun con la pérdida de reservas que implica liberar la compra de dólares (más caros) y el ingreso de insumos, darán cierta previsibilidad, reducirán las expectativas negativas de empresarios y consumidores y, a la larga, impulsarán el crecimiento.
De acuerdo con las fuentes, el nuevo precio del dólar para turismo (el tipo de cambio oficial más la alícuota del 35% tanto para las compras con tarjeta como para la adquisición de billetes de forma legal) no desalentará los viajes al exterior. Pero la intención oficial es que todo aquel contribuyente con ingresos en blanco que pida divisas en el sistema online de la AFIP acceda a ellas. El monto permitido para comprar, aclararon, será el mismo: entre 80 y 100 dólares por día de estadía en el exterior, en función al destino.
En el Gobierno admiten que la liberalización del cepo al turismo generará una pérdida de reservas, que ayer cerraron u$s 30.480 millones y acumulan una caída de más de u$s 12.500 millones en el año y de u$s 1.500 millones desde la llegada de Capitanich y Kicillof a lo más alto del Gabinete. Pero agregan que el objetivo prioritario es hacer caer el dólar blue para “frenar la especulación”.
Los esfuerzos están concentrados en cerrar la brecha cambiaria. El Central vendió ayer unos u$s 200 millones y envía señales de que entregará los dólares que deba ceder para conseguir su objetivo. Aceleró el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial (ayer, el dólar trepó dos centavos, a $ 6,22). Mientras, agencias públicas venden bonos para bajar el dólar de contado con liqui ($ 8,65). Éste ya se mueve cerca del dólar turista ($ 8,39). El blue, en tanto, se escapó a $ 9,69 tras la suba de la retención a cuenta de impuestos.
Capitanich y Kicillof están confiados en que, en algún momento, las reservas comenzarán a subir con el financiamiento externo y la liquidación de exportaciones. Además, auguran que si el blue baja y el peso se sigue devaluando el turismo externo volverá a vender sus dólares en las casas de cambio oficiales.
Con el cepo a las importaciones pasa algo similar. El secretario de Comercio Interior, Augusto Costa, instruirá la semana próxima un nuevo procedimiento para autorizar las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI), la barrera de entrada que controlaba a mano Guillermo Moreno.
La intención de Costa es sistematizar las autorizaciones “para que no se pare ningún aspecto de la producción”, indicó una fuente oficial. Eso, en momentos en que crece la presión de empresas para destrabar importaciones. Moreno recibía 6.000 DJAI por día para firmar y lo hacía de forma discrecional. Con su salida, ese precario sistema se trabó. El lunes, Costa acompañó a la convención anual de la UIA a Kicillof y se llevó una pila de tarjetas de contacto de directivos de empresas deseosos de hablar con él. Algunos hasta amenazaban con frenar las líneas de producción por la falta de insumos. “Nada quedará sujeto a un capricho; el uno a uno no existe más”, prometieron en el Gobierno, en alusión a la obligación de exportar un dólar por cada dólar que se quería ingresar.
La condición para importar insumos será no trasladar el incremento de los precios internacionales por la mayor devaluación del peso a los precios. Lo dejó en claro Capitanich ayer en conferencia de prensa. Al hablar sobre los insumos y bienes importados, dijo que le darán “la fluidez necesaria para producir bienes y servicios finales que lleguen a las familias y generar las condiciones para reducir cualquier expectativa o tendencia alcista” en los precios.