La próxima cuota del acuerdo será de USD 13.400 millones. Será el financiamiento que falta para cubrir las necesidades de fin de año.
El FMI aprobará hoy el nuevo acuerdo stand-by con la Argentina, que fue sellado hace más de un mes pero aún estaba pendiente del visto bueno del directorio del organismo. La confirmación llegaría al mediodía en forma simultánea tanto desde Washington como desde Buenos Aires y se esperan los detalles del programa, que incluye desembolsos por un total de USD 57.000 millones hasta fin de 2020 y a su vez el compromiso del Gobierno de llegar al equilibrio fiscal primario el año próximo.
La media sanción por parte de la Cámara de Diputados del proyecto de Presupuesto 2019 era algo que el Gobierno quería cumplir antes de que el acuerdo llegará a ser votado por los directores del Fondo. Allí está el compromiso de déficit cero para el año que viene, aunque igual queda un agujero cercano a los USD 15.000 millones para el pago de los intereses de la deuda. Ya con ese complejo paso cumplido, el camino para recibir el nuevo financiamiento quedó allanado.
¿Qué es lo que gatillará el nuevo acuerdo con el FMI, que en realidad será presentado como una reformulación del programa original? Lo más importante será un nuevo desembolso en noviembre por USD 13.400 millones, dentro del programa «stand-by». El año que viene llegarán otros USD 22.000 millones, pero que llegarán a través de cuotas trimestrales arrancando en marzo. En total serán USD 35.400 millones hasta que Mauricio Macri finalice su mandato.
Con estos préstamos, el Gobierno no precisará salir a buscar financiamiento a los mercados ni este año ni el próximo. No obstante, continúan las colocaciones locales como la que hará hoy el Tesoro con la emisión de Lecap hasta 18 meses. También las renovaciones de Letes en dólares.
Pero noviembre llegará con más novedades, además del desembolso que servirá para cubrir las necesidades financieras del Tesoro a fin de año. Se espera que a mediados de mes próximo desembarque una nueva misión técnica, dirigida por el encargado del «caso argentino» en el Fondo, Roberto Caldarelli. El objetivo será revisar el comportamiento de las cuentas públicas y de la situación monetaria al tercer trimestre. Ya en agosto se llevó adelante el primero de estos monitoreos, en ese caso para revisar específicamente la situación de junio (fue el primer mes del acuerdo).
Claro que las reuniones se extendieron más días en aquel momento ante la evidencia de que los mercados no estaban reaccionando de acuerdo a lo esperado. Fue el mes en el que el dólar se disparó a $ 40 y aumentó fuertemente la desconfianza. Eso llevó a la necesidad de reformular las condiciones y aumentar el monto de los desembolsos, originalmente de USD 50.000 millones y en un plazo mucho más largo, que se extendía hasta el 2021.
También hacia fin del mes próximo comenzará a funcionar una nueva oficina del Fondo en Buenos Aires, con el objetivo de contar con información de primera mano sobre la evolución de la economía y seguir bien de cerca el plan acordado. Será el jamaiquino Trevor Alleyne, con casi 30 años de trayectoria en el FMI, quien estará a cargo de la misma. En un primer momento se instalará en oficinas del Banco Central, pero será de manera transitoria, ya que luego el organismo tendrá su propio lugar aunque aún no está definido.