Surge del staff report, que sostiene que este cambio se dará luego de que se apliquen los ajustadores para el gasto social y de capital, pero en el que también reconocieron que la recaudación viene por debajo de lo previsto.
En el staff report el FMI empeoró su previsión de resultado scal para este año desde el equilibrio fiscal anterior hasta un déficit primario equivalente hasta un 0,3% del PBI. En el Gobierno, en cambio, mantienen su objetivo de llegar al equilibrio (antes del pago de intereses), según confirmaron fuentes oficiales.
Así surge de uno de los párrafos del documento elaborado por los técnicos del organismo que siguen el caso argentino, en el que sostienen que este cambio se dará luego de que se apliquen los ajustadores para el gasto social y de capital, pero en el que también reconocieron que la recaudación viene por debajo de lo previsto.
Las principales modificaciones en estas perspectivas desde la tercera revisión incluyen, por un lado, «las medidas de política anunciadas en los primeros cuatro meses del año suman 0,2% del PBI», pero por otro sostiene que «es probable que una menor recaudación de impuestos en términos reales reduzca los ingresos en alrededor del 1% del PBI».
Identifican también que la inflación más elevada erosiona el gasto en salario y jubilaciones en alrededor de 0,2% y 0,5% del PBI, respectivamente. Y que la reinstalación de doble imposición del IVA a las importaciones y la tasa estadística ayudan en un 0,1% del PBI, pero que «claramente este incremento es contrario a las recomendaciones del staff», por que obstaculizan el comercio.
A su vez, sube la meta fiscal para el tercer trimestre, a pedido del Gobierno argentino, desde el superávit acumulado de $ 60.000 millones a los $ 70.000 millones actuales; y especifica y agrega nuevos programas contenidos dentro del ítem de «gasto social», por el que aún puede desviarse Hacienda en un 0,3% del PBI.
Sobre el manejo de la deuda, señalan que el Gobierno «está priorizando hacia vencimientos más largos», pero sin embargo reconocen que como entre abril y mayo se hicieron colocaciones a corto plazo. Esto implicó que ahora crezca la necesidad de porcentaje de renovación de estos instrumentos: en el tercer y cuarto trimestre deberá rollear en un 75% los vencimientos, mientras que antes estaba en torno a los 65%.
Sobre el nivel deuda, sostuvo que se situó en el 87% del PBI a fines de 2018, luego de una gran revisión al alza en la tercera revisión, y las necesidades brutas de financiamiento de 2019 superan los 15% del PBI. «Estas métricas, combinadas con la gran parte de la deuda extranjera dominada por la moneda extranjera, la relación relativamente baja entre exportaciones y PBI y un sistema bancario nacional comparativamente pequeño, implican vulnerabilidades de la deuda», señalan.