Se prevé una baja del salario real del sector público, que ayudará al ajuste de este año, pero que esa caída real no se repita el año que viene. Y otro aumento de tarifas
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, armó otra ronda con economistas, esta vez con siete colegas de bancos nacionales e internacionales, donde detalló que el acuerdo con el FMI buscaba no estresar la situación política, ya que los tres pilares en que se basará el ajuste fiscal subsidios, obra pública y transferencias a provincias no requerirá aprobación legislativa. En tanto, el escenario base con que trabaja el Gobierno es que el Congreso apruebe un Presupuesto para 2019, pero seguirá adelante con la baja pautada del déficit fiscal si no se acuerda una nueva ley, con el Presupuesto aprobado para este año.
La otra variable que ayudará a reducir el déficit es que el salario real de los empleados públicos caerá este año, después de haber cerrado la paritaria en 15% antes del acuerdo con el Fondo. Y si bien prevén sea pérdida del salario real no se repita en 2019, porque esperan que la paritaria siga la inflación de este año, el arrastre no hará crecer ese gasto en términos del PBI.
Admitió que en el segundo trimestre de este año caerá el PBI, pero fue optimista para el tercero, al esperar una variación levemente positiva, a diferencia de los privados, y ya una recomposición en el cuarto. Para el año que viene, Hacienda adelantó que enviará al Presupuesto un crecimiento mayor al 1,5% que usó para calcular las metas con el FMI.
La reunión de menos de una hora comenzó con una exposición de 15 minutos de Dujovne sobre los lineamientos del acuerdo de u$s 50 mil millones con el FMI ante Andrés Borensztein, de BTG Pactual; Hernán García, del Banco Galicia; Juan Carlos Barboza, del Itau; Florencia Vázquez, de BNP, Celeste González, de BBVA; Daniel Chodos, de Credit Suisse; Ricardo Dessy, del Citibank. En cambio, el ministro declinó contestar preguntas sobre política monetaria y cambiaria, que derivó al Banco Central.
En tanto, si bien el 20 de junio próximo el país recibiría el primer desembolso de u$s 15 mil millones, dijo que será el FMI el que anuncie cuánto de ese monto irá para el Tesoro y cuánto para recomponer reservas.
«Dujovne dijo el acuerdo es exigente pero que es la continuidad de lo que estaban haciendo. Y que no se necesita aprobación legislativa particular para llegar a las metas. Fueron conscientes en no generar estrés sobre la política», dijo uno de los economistas, que pidió no ser mencionado, pero que, como el resto, quiso saber sobre la viabilidad política del ajuste fiscal.
«El escenario base es conseguir el presupuesto de 2019. Pero si no lo tienen, se van a manejar con el presupuesto de este año, que les da una flexibilidad más grande. Pero lo que les gustaría es tener el presupuesto aprobado», agregó. La ley argentina permite extender la ley de presupuesto de este año para el próximo, pero significaría aplicar techos presupuestarios más exigentes.
En la reunión estaba presente el jefe de Gabinete de Hacienda, Ariel Sigal, y se sumó el secretario de Hacienda, Rodrigo Pena.
«Los vi como confiados en el poder de negociación, aunque resaltaban que no tienen la mayoría en las cámaras. Es cierto que a las provincias no les conviene el desorden fiscal. Y si no hay presupuesto, el ajuste se hará igual, porque tienen los techos de las partidas del año pasado, y será más restrictivo el gasto», coincidió otro de los presentes.
El acuerdo con el FMI incluye reducir en 0,2% y 0,3% del PBI las transferencias a provincias este año y el que viene, lo que se podría usar en la negociación con los gobernadores. Los funcionarios dijeron que prevén una negociación bilateral por las transferencias discrecionales, pero no de la envergadura del pacto fiscal. «Van a ir manejando las partidas discrecionales según el apoyo que obtengan para el presupuesto», entendió el economista.
El ajuste del déficit primario se basará más en la reducción del gasto que en la suba de la recaudación (que podría implicar una reducción en las exenciones impositivas). En tanto, los funcionarios confirmaron que no se modificará la reforma tributaria aprobada a fin del año pasado (que recortó Ganancias para las empresas), ni que el acuerdo requerirá de otra reforma previsional.
Respecto del recorte de subsidios (-,3% en 2018 y -0,4% en 2019), el ministro afirmó que habrá otro aumento de tarifas a fin de este año o principios del que viene, no sólo para cumplir con el cronograma aprobado en las audiencias públicas, sino para recomponer el efecto de la devaluación sobre el costo de la energía.
Y espera que la caída en obra pública (-0,7% en 2018 y -0,6% en 2019) se compense con los PPP.
En el gasto en personal público, «ellos dicen que por ahora el ajuste no se hace por cantidad de empleados, sino en término de salarios reales, porque el Gobierno recauda por inflación pero paga por paritarias», dijo un economista. «El año que viene el ajuste probablemente sea más en términos nominales», agregó, ya que los salarios acompañarán a la inflación pero sobre una base deteriorada.
Pena explicó que la devaluación mejora el resultado primario, que es largo en dólares pero genera un efecto negativo en el pago de intereses. Y pese a la mayor inflación, a la meta de este año, de 2,7% del PBI, se llegará con lo justo y no dejará resto para cumplir el 1,3% del año que viene.
Con el cumplimiento de la meta de cada trimestre, Hacienda difundirá las metas de tres trimestres para adelante.
Dujovne también reconoció que se va a debilitar la actividad económica. La caída más importante será en el segundo trimestre respecto del primero, debido a la sequía. Espera un tercer trimestre flojo, pero con crecimiento respecto del segundo, debido a que la actividad agropecuaria compensará el efecto de las tasas altas de interés. Y se prevé que la mejora del cuarto se mantenga. «Su rol es ser más optimistas que nosotros», ironizó uno de los economistas.
En cambio, el Ministro previó que se mantenga el nivel de inversión.
Las convocatorias del Gobierno a economistas, tanto por Hacienda como del BCRA, comenzaron luego del supermartes financiero del 15 de mayo. El mercado ve con buenos ojos que el Gobierno despeje dudas. «Se está viendo mucha volatilidad, y una de las maneras de atenuarla es dando información y reduciendo las asimetrías de información», explicó uno de los economistas.