El 31 de diciembre de 2014 deja de tener efecto la cláusula del acreedor más favorecido. Este escenario le daría margen al Gobierno a buscar un acuerdo con los holdouts sin exponerse a demandas de los demás bonistas. Para que eso suceda, es clave que la Corte Suprema de EE.UU. tome el caso y le de vista al Procurador. El calendario de vencimientos del próximo año marca los riesgos de default técnico
Mientras el Gobierno apunta a minimizar el volumen de la deuda que podría entrar en default técnico si en el mediano plazo se confirma el peor escenario posible para la Argentina en la pelea con los fondos buitre, las opciones podrían ser diferentes si el curso legal del juicio en Nueva York llega hasta el 2015.
Lo que sucede es que el 31 de diciembre de 2014 dejará de tener efecto la “cláusula del acreedor más favorecido”, que fuera incluida dentro de los términos de la oferta de canje 2005, la cual otorga a los bonistas el derecho de recibir cualquier beneficio adicional que el Gobierno acepte otorgar en el futuro. Eso significa que si la Argentina consigue estirar la instancia judicial otros 16 meses, se podría generar una fórmula de acuerdo con los holdouts sin que el país se exponga a demandas de los demás bonistas.
“En términos procesales, es posible que aunque la Corte Suprema no escuche a la Argentina, la sentencia no tenga efectos hasta fines de 2014, cuando la cláusula del inversor más favorecido deje de ser aplicable. A partir de entonces dejaría de exponerse a demandas de los demás bonistas por hacer cualquier oferta o pago. Pero es muy difícil que políticamente alguien en la Argentina acepte pagar más, salvo que los efectos de la sentencia sean demasiado nocivos”, señaló Marcelo Etchebarne, socio del estudio Cabanellas, Etchebarne, Kelly & Dell’Oro Maini. Sin embargo, la Argentina podría pagar en cumplimiento de una sentencia sin disparar la cláusula antes de esa fecha, por no ser una oferta voluntaria.
Anna Gelpern, profesora de leyes de la Universidad de Georgetown, concuerda que el caso podría dilatarse hasta 2015, pero advierte: “las chances disminuyen en tanto Argentina siga comunicando cómo sorteará el fallo si las decisiones judiciales no resultan a su manera”.
De acuerdo al estudio Shearman Sterling, con base en Nueva York, si la Corte Suprema no decide revisar el caso argentino, la sentencia final podría tomar lugar entre marzo y abril de 2014. Si la Corte deniega el pedido de revisión, el fallo quedaría firme y haría caer el stay (suspensión de los efectos de la sentencia), recurso que le permite al país cumplir con los pagos de la deuda sin entrar en un default técnico. Sin embargo, la Corte puede pedir la opinión del Procurador General para expresar la visión del los Estados Unidos en el caso, lo cual dilataría los plazos judiciales hasta al menos, junio de 2015. Especialistas en el caso estiman que al haber un soberano involucrado, este escenario es probable.
Según Rodrigo Olivares, profesor de finanzas de la Universidad de Londres, “si la Corte falla pero no hay vencimientos, no pasa nada. Estos plazos dependerán de cómo se manejen los tiempos procesales de la Corte”, explicó Olivares, quien agregó: “Asumiendo que no se llega al 2015, si no se le paga a los holdouts la Argentina volverá a defaultear en todas las obligaciones externas”.
En 2014, los bonos Par vencen el 31 de marzo y el 30 de septiembre, mientras que los bonos Discount y Global lo harán el 30 junio y el 31 diciembre.