Rogelio Frigerio, Ministro del Interior de la Nación, con luz verde para la campaña de cara a las Paso, cumplirá hoy una apretada agenda en Rosario junto a los precandidatos de Cambiemos.
Arrancando formalmente en Rosario la campaña para las Paso del 13 de agosto próximo, el ministro del Interior nacional, Rogelio Frigerio, centra la mira en el socialismo santafesino, que viene de cuestionarlo por su presunto pedido de reducción de personal municipal en la ciudad.
«Si alguien dijo que opinamos sobre el sistema de salud local o la cantidad de empleados que tiene, mintió descaradamente. Sí nos sorprende que el municipio tenga un déficit recurrente durante tantos años sin que esté asociado a obras de infraestructura que les mejore la vida a los rosarinos», asegura a La Capital.
Mientras repasa la agenda de actividad proselitista en Rosario, a desplegar hoy junto a los precandidatos a diputado nacional de Cambiemos, Frigerio también confía en que el macrismo no perderá respaldos en las urnas como consecuencia de la inflación, entre otros problemas que afectan a los argentinos. Y minimiza la sombra de la ex presidenta Cristina Kirchner al aseverar que encarna a un «sector minoritario».
—¿Van a plebiscitar en Santa Fe la gestión de Mauricio Macri?
—Lo que está juego no tiene que ver con un gobierno sino con la gente, que decidirá si quiere sostener este rumbo de cambio en la Argentina o una vuelta al pasado. Eso es lo que se define, independientemente de los dirigentes o los partidos políticos. No nos guían las encuestas, preferimos caminar junto a los argentinos. Sentimos en todos los rincones del país un apoyo mayoritario, por más que sepamos que este cambio es difícil, no tan rápido como quisiéramos, y que a muchas familias y sectores de la producción todavía no les llegó. Pero, si persistimos, lograremos una estrategia de desarrollo económico a largo plazo.
—En los últimos días hubo una dura reacción de funcionarios locales por su supuesto pedido para forzar una reducción de personal municipal.
—El cambio al que aludimos es de valores. Y uno de los valores más importantes por recuperar es el de la palabra. Hay que decir la verdad: nunca nos metemos con las autonomías provinciales o municipales. Somos un gobierno federal y lo demostramos en los números. Porque prácticamente duplicamos las transferencias a Santa Fe de 2015 a esta parte, de 19.000 millones a 36.000 millones de pesos. Por primera vez en décadas a la provincia le reconocen recursos por su sistema de seguridad social, más de 1.000 millones de pesos. En obra pública pasamos de 1.700 millones, en 2015, a 4.300 millones de pesos durante este año. No declamamos el federalismo, lo instrumentamos. Y jamás le vamos a indicar a un gobernador o a un intendente lo que debe hacer, independientemente de que todos tenemos que ir por un camino gradual hacia el equilibrio de las cuentas públicas. Si alguien dijo que opinamos sobre el sistema de salud local o la cantidad de empleados que tiene, mintió descaradamente. No es verdad. Sí nos sorprende que el municipio tenga un déficit recurrente durante tantos años sin que esté asociado a obras de infraestructura que les mejore la vida a los rosarinos. En ese caso, podríamos llegar a justificarlo. Eso sí hay que corregir, y es lo que le transmití a la intendenta (Mónica Fein).
—El gobernador Miguel Lifschitz hará una nueva propuesta para poder cobrar la deuda histórica por coparticipación. ¿La evaluarán?
—Por supuesto que sí. Además, respetamos a la Justicia, porque la provincia recibe muchísimos más recursos que en el pasado. No obstante, nos parece bien que defiendan lo que les corresponde. Incluso, nos hubiera gustado el mismo énfasis en los últimos diez años que gobernaron Santa Fe. Porque resignaron, de 2007 a 2015, unos 21.500 millones de pesos y recuperaron, en menos de dos años de nuestra gestión, 12.496 millones. De lo que resignaron desde que el socialismo administra la provincia, más de la mitad lo recobraron a partir de la Presidencia de Macri. Las cosas hay que ponerlas en su lugar, como también entender que esos recursos deben ser destinados a resolver los problemas de sus habitantes. Haremos todo el esfuerzo para saldar la deuda en el tiempo, porque heredamos un déficit de los más altos de la historia y un Estado desmantelado.
—¿Confían en mantener la adhesión ciudadana frente otros problemas que impactan en el bolsillo?
—Nunca decimos que la situación está bien. Sí decimos que, de continuar por el mismo camino, la situación estará bien. Hay muchos argentinos a los cuales el cambio no les llegó, pero percibimos que siguen apostando por este rumbo porque son conscientes de que las sendas recorridas antes no nos llevaron a un buen puerto. Y, de algún modo, ven resultados: en 2017 la inflación será la mitad de la registrada el año pasado y la Argentina crecerá.
—La suerte del oficialismo parece estar ligada también al resultado de la elección en la provincia de Buenos Aires…
—No compartimos esa visión porque es muy poco federal. Tenemos comicios en 24 provincias y es lógico que, como somos el único espacio que compite en todos los distritos, el foco apunte a Buenos Aires, además de los personajes que darán pelea allí.
—Al respecto, ¿la irrupción en escena de Cristina les preocupa?
—No, porque somos conscientes de que hay argentinos referenciados en el pasado y entendemos que eso lo encuentran más en la ex presidenta que en cualquier otro dirigente. Pero es un sector minoritario.
—Tras lo ocurrido ayer en Pepsico (ver página 10), tanto Sergio Massa como Margarita Stolbizer (1País) acusaron al gobierno de ir hacia un modelo represivo y de flexibilización laboral.
—Creía que la campaña del miedo era exclusiva del kirchnerismo, pero lamentablemente hay más sectores que apelan a eso para tratar de mejorar su posición electoral.