La presión sobre el Banco Central no se detuvo e impactó sobre sus reservas, a la espera de que los nuevos bonos de la deuda lleguen al mercado
Con los bonos nuevos todavía afuera del mercado y al no poder hacerse de dólares por la vía del contado con liquidación o del dólar Bolsa, la presión sobre el mercado cambiario oficial se acentuó.
En bancos y casas de cambio, el dólar subió 12 centavos a $ 78,62 lo que elevó el precio del dólar solidario o ahorro a $ 101,73. La demanda de este dólar fue tan grande que las entidades soportaron compras por USD alrededor de USD 100 millones. Sumando las ventas del lunes, último día de agosto, por esta vía se fueron en lo que va de la semana, USD 230 millones.
En el mercado mayorista, donde las operaciones sumaron USD 311 millones, la entidad tuvo que colocar ladrillos de USD 20 millones para satisfacer a los importadores. El total de lo vendido se aproxima a USD 80 millones. La divisa, subió lo programado: 7 centavos a $ 74,32, pero el costo en tres días de mantener atado a este dólar, fue de USD 180 millones.
Los dólares alternativos no cuentan porque no hubo bonos para operar. De hecho, el precio del dólar MEP o Bolsa, es meramente indicativo: subió $ 1,88 a $ 119,72. El contado con liquidación, marcó un valor de $ 129,51 porque bajó $1,27. Las pocas operaciones de este dólar fueron contra acciones argentinas que cotizan en Wall Street.
Las reservas perdieron USD 60 millones y cerraron en USD 42.641 millones el valor más bajo del trimestre. De esta manera, confirmaron la presión de venta de dólares que hay sobre el Banco Central. En las tres ruedas de esta semana, descendieron USD 274 millones. Y si esa baja no fue mayor es porque se sostuvieron en base a la revaluación del oro y del euro, dos activos que están entre las reservas. Entre los compradores del cupo de USD 200 mensuales y los importadores, le llevaron algo más de USD 400 millones en ese lapso.
Por otra parte, las primeras cotizaciones que se hacen de los nuevos bonos marcan bajas en sus precios y aumento de sus rentas. Pero estas compras y ventas anticipadas tienen tan poco peso por su escaso volumen, que no le dan al mercado una idea de cómo será la realidad de la próxima semana cuando una parte de los nuevos bonos estén en manos de los que entraron al canje de la deuda.
La que no deja dudas de la desconfianza en la reactivación de la economía, es la Bolsa. El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, se desplomó 3,58%, el valor más bajo de la rueda. Desde la apertura las acciones comenzaron una caída que se atenuó a una hora del cierre. El monto operado fue tan escaso como el del día anterior: $ 937 millones, lo que habla de la ausencia de jugadores importantes en el mercado.
Todos los papeles terminaron en baja. Los más afectados fueron Grupo Valores (-6,12%), BYMA (-5,30%) y Transportadora Gas del Sur (-5,25%). Los bancos, a excepción de Macro (-2,75%), tuvieron caídas de más de 4% sus precios en dólares están entre los valores más bajos del siglo.
Los ADR’s argentinos –certificados de tenencia de acciones que cotizan en dólares en Wall Street- tuvieron una rueda similar a la local, aunque cuatro papeles lograron terminar en terreno positivo con leves subas.
Las mayores bajas fueron para BBVA (-3,2%), Grupo Galicia (-2,8%) y Corporación América (-1,7%). Con estos precios se forma el valor del contado con liquidación. Los papeles que más influyen, en ese sentido, son los de YPF, Galicia y Pampa Energía.
Los inversores siguen demostrando al Gobierno que no comparten la euforia por el acuerdo con los acreedores. Tampoco los estimuló el discurso presidencial sobre el aliento a las exportaciones y al desarrollo industrial. Las acciones que lleva adelante la política se contradicen con la seguridad jurídica que necesitan los empresarios.