La financiación en pesos con tarjeta de crédito es hoy por lejos la línea más dinámica del mercado, con una expansión que en octubre ya se acercó al 54% anual y evidencia el furor por anticipar consumos y aprovechar cuotas.
La búsqueda de los individuos y familias por ganarle a la inflación y aprovechar el atraso cambiario siguió impulsando los préstamos personales, con tarjeta de crédito y prendarios, para captar las promociones, adelantar consumos y viajar, para hacerles ganar tres puntos porcentuales hasta representar el 46,5% del total a fines de octubre.
La contracara es el retroceso de medio punto en los créditos a empresas, pese a los incentivos oficiales, ya que los adelantos en cuenta corriente y los descuentos de documentos alcanzaban el 36,8% a esa fecha, según datos del Banco Central.
El aumento en la participación del crédito al consumo en el total es una característica de la economía kirchnerista. «Es la consecuencia de un régimen de alta inflación que se establece en el negocio bancario: a corto plazo y redituable con morosidad baja. Es lo que les permite a los bancos obtener rentabilidad. También porque la mayor parte del fondeo es de corto plazo, ya que el 70% es de un plazo menor a 30 días, y los plazos fijos remunerados ganan participación», explicó Martín Polo, economista Jefe de Analytica.
El crecimiento del 53,5% anual (7,7% mensual en octubre) en tarjetas de crédito se debe principalmente al impulso del programa fomentado por el gobierno Ahora 12, sobre todo en el área de indumentaria, las campañas de marketing y promociones que ofrecen los bancos y la fuerte demanda en turismo, según explicó el responsable del sector en un banco privado. A fines de octubre los plásticos ya abarcaban el 22% del total.
Le acompañan un alza de un 36% (3,7% mensual) en préstamos personales hasta alcanzar el 21,8% del total. Y de la suba del 16,1% en prendarios (aunque un 50% se considera corporativo), un 5,4% de la masa prestada.
Para las empresas, las altas tasas de interés, la falta de inversiones y una economía que no crece no deja lugar para que el crédito crezca demasiado. Y aunque el gobierno creó varias líneas que incentivan el financiamiento subsidiado, como la Línea de Crédito para la Inversión Productiva, los adelantos en cuenta corriente crecieron 25,8% anual (1,7% mensual) y los descuentos de documentos, 37% (4,4% mensual).
Algunos de los balances al tercer trimestre presentados por los bancos cotizantes en la Bolsa muestran esta tendencia. En el Galicia, los préstamos a empresas bajaron del 44,9 al 41,5% de los $ 86,2 mil millones prestados respecto del tercer trimestre de 2014 y a individuos subieron de 54,3 a 57,8%. En el Francés sucedió algo similar: los corporativos bajaron de 33 a 31% de los $ 49,9 mil millones otorgados y los de consumo subieron de 46,9 a 51%. El Patagonia, en cambio, elevó un punto el crédito a compañías al 63,3% del total de $ 30 mil millones.
Se estima que 2015 será un buen año para el consumo, pero que en 2016 dependerá del ajuste económico -si se resiente el nivel de actividad, se retiran los subsidios, se devalúa y eleva la inflación-, lo que puede afectar el poder adquisitivo de las personas y el empleo.
«Este año vamos a terminar bien. Pero hay un cambio de gobierno. El año que viene depende mucho de las medidas que se tomen después de diciembre», dijo el responsable de Tarjetas. «El consumo se siguió activando y la morosidad se mantuvo estable porque todos los años hubo paritarias, el sueldo fue acompañando a la inflación y permitió pagar lo que consumiste. Si no se sigue con el mismo esquema, la economía se va a resentir», agregó.