El Gobierno analiza enviar al Congreso un proyecto de ley para modificar el Impuesto a las Ganancias mediante un esquema montado a imagen y semejanza de la movilidad jubilatoria, con dos ajustes anuales en el mínimo no imponible y en las escalas del tributo. Así lo anticiparon funcionarios a unos pocos de los invitados hoy a Río Gallegos para participar del acto de adjudicación de dos represas a un consorcio privado liderado por Electroingeniería.
La iniciativa, que está en línea con una presentada en junio de 2012 por el diputado oficialista Héctor Recalde, apunta a desactivar uno de los principales argumentos de campaña de la oposición en el plano económico y a levantar la imagen del Ejecutivo ante la clase media, la más castigada por la suba en el peso del impuesto, en la previa a las elecciones de octubre próximo.
Anoche se especulaba con la posibilidad de que Cristina de Kirchner anunciara hoy mismo el envío del proyecto para su tratamiento parlamentario. Para el acto fueron convocados dirigentes de las versiones oficialistas de la CGT que conduce el metalúrgico Antonio Caló, y de la CTA al mando del docente Hugo Yasky, junto con ejecutivos de la Unión Industrial Argentina (UIA) y del sector bancario, entre otras cámaras empresariales.
Los funcionarios que comentaron los aspectos centrales del esquema dijeron que la base de la modificación sería la actualización semestral de los valores de Ganancias. En este punto se diferencia del proyecto presentado por Recalde, que pautaba un solo ajuste por año atado a la variación del índice de salarios de los trabajadores registrados, sobre la base de las mediciones del INDEC.
Según los planes de la Casa Rosada, las escalas y el mínimo no imponible deberían entonces modificarse en marzo y en septiembre, tal como sucede con los haberes jubilatorios, y a partir de una fórmula similar, que combinaría los incrementos salariales promedio con los de la recaudación por parte de la AFIP.
La elaboración del proyecto cobró velocidad a partir del resultado adverso para el Gobierno en las primarias del 11 de agosto. La presidenta del bloque del Frente para la Victoria en la Cámara de Diputados, Juliana Di Tullio, instruyó al propio Recalde para que retomara sus iniciativas para cambiar de raíz el actual mecanismo del pago de Ganancias, e idear uno para gravar la renta financiera.
De acuerdo con las previsiones, el Ejecutivo retocará algunos puntos del proyecto para despegarlo de su autoría original, asociada, además del diputado y abogado laboralista, a la CGT entonces única que comandaba Hugo Moyano. De mantenerse el espíritu ideado por Recalde, debería incluir exenciones en varios rubros salariales del pago del tributo, así como las indemnizaciones y las jubilaciones y pensiones. También tendría que incorporar nuevas deducciones para el cómputo del impuesto anual.
El grueso de la dirigencia sindical fue un convidado de piedra en el armado del futuro esquema. Si bien los gremialistas mantuvieron presente el reclamo contra Ganancias en los pocos encuentros que mantuvieron con funcionarios como el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, las puntadas finales al proyecto se dieron en la Casa Rosada sin su participación y sólo cuando el Gobierno interpretó que el peso del tributo podría haber incidido en una porción del electorado que votó por otras opciones el 11 de agosto.
El domingo pasado, la diputada oficialista Diana Conti había dado una pista: dijo en radio América que el Ejecutivo se aprestaba a "recomponer algunas situaciones que se vienen reclamando hace tiempo" y que lo haría antes de las legislativas de octubre, sin dar más precisiones.
En lo que va del año, Cristina de Kirchner firmó dos decretos relacionados con el impuesto: el primero, que elevó un 20% el mínimo no imponible a partir de marzo (es decir, diez de los doce meses del año); y el segundo, que eximió del pago del gravamen la primera cuota del aguinaldo que se cobra en julio, con un tope de hasta 25 mil pesos. Ya el Gobierno había exceptuado del pago el sueldo anual complementario de fines de 2012.
La novedad del posible anuncio circuló anoche en grupos muy reducidos de las centrales sindicales más afines al Gobierno. La CGT de Antonio Caló pautó para mañana una reunión a las 15 en el Centro de Capitanes de Ultramar para analizar los resultados del encuentro de hoy con la jefa de Estado y los empresarios. También, para recomponer el tejido interno que quedó dañado luego de la decisión de los "gordos" de los grandes gremios de servicios de aliarse con Sergio Massa para las primarias, y de los posibles alejamientos de los dirigentes del transporte Omar Maturano (maquinistas de trenes, La Fraternidad) y Roberto Fernández(colectiveros, UTA).
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=703052