Lejos de cualquier mejora, las modificaciones en Ganancias no beneficiarían a nadie. Bastaría un aumento de salarios del 25% para perder los beneficios de las supuestas mejoras anunciadas
Para la franja de asalariados contemplados en las supuestas mejoras tributarias, aún con los cambios implementados en la Resolución 3770 de la AFIP, la presión tributaria será mayor a la de 2014. “La medida implica un paliativo frente a lo que habría que haber pagado en 2015 en ausencia de cambios, pero no significa un descenso de la presión tributaria en relación a años previos, sino lo contrario”, sostiene un estudio especial de la Fundación Mediterránea confirmando lo analizado por Clarín.
El informe dice que los trabajadores con ingresos de entre $15.000 y $25.000 en 2013 (monto que se toma como base para el pago) pagaron en 2014 entre el 4,6 % y el 12,8 % de sus salarios. Con los anuncios, la alícuota implícita ascenderá a 8,7 % y 18,7 %, respectivamente. Es menos que lo que hubieran pagado sin los cambios, pero mucho más que lo pagado en 2014. Mayor es la presión tributaria sobre los autónomos y sobre la franja de trabajadores que ganaban más de $25.000 dos años atrás.
En tanto, se amplían las distorsiones e inequidades del impuesto como consecuencia del congelamiento de las escalas sobre las que se aplican las alícuotas, la falta de actualización del mínimo no imponible y demás deducciones y la aplicación del impuesto en 2015 no en base a los ingresos actuales sino en base a la situación salarial de 2013.
Las mismas conclusiones elabora el documento del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) sobre la base de que la resolución incrementa entre un 5 y 25% los niveles mínimos y las deducciones en 6 categorías para los que ganaban entre $ 15.000 y 25.000. Entre esos análisis se destaca que:
No están comprendidos los autónomos y los que percibían a agosto de 2013 más de $25.000. “En consecuencia verán nuevamente incrementado el porcentaje que de sus ingresos netos deben destinado al pago del impuesto a las Ganancias, sufriendo una nueva suba de la presión tributaria”.
A pesar de ciertas correcciones, se mantienen una serie de inconsistencias. Así, un trabajador con similar remuneración y carga familiar puede pagar diferentes montos de impuestos. Y un trabajador de remuneración bruta superior termina percibiendo de bolsillo una cifra inferior a otro que tiene una remuneración bruta más baja.
La creación de 6 subcategorías entre los que ganaban entre $15.000 y $25.000, “implica que van a coexistir una multiplicidad de mínimos y deducciones según la remuneración del trabajador”, precisa el IARAF.
Los cambios son retroactivos a enero de 2015. “En consecuencia si los incrementos salariales no se aplican desde mayo es posible que esos trabajadores se vean beneficiados por una devolución transitoria de las retenciones sufridas hasta abril de 2015. Decimos transitorias porque al momento en que se incrementen sus remuneraciones conforme las nuevas paritarias comenzarán a sufrir un nivel de retenciones mensuales hasta alcanzar los promedios anuales derivados del nuevo nivel remunerativo en los meses restantes”.
La combinación de incrementos en las deducciones inferiores a la probable pauta de negociacion salarial y de tramos de escala congelados implica que el trabajador alcanzado por el impuesto no verá disminuida su obligación impositiva en relación a 2014. Por el contrario sufrirá un nuevo incremento de presión tributaria aun cuando esté comprendido en el beneficio anunciado. Esto es así porque los nuevos parámetros anunciados implican para todos los beneficiarios, bajo el supuesto de un aumento de salarios nominales en paritarias del 25% para el año 2015, un incremento de su obligación tributaria nominal superior (entre el 35% y el 50% según el caso) a la pauta salarial y en consecuencia nuevamente deberán destinar un porcentaje superior de su salario a pagar el impuesto, respecto al año anterior.
También refuta que los cambios aprobados implican una pérdida o costo fiscal para el Estado. “Por el contrario los ingresos fiscales provenientes del impuesto a las ganancias originado en las remuneraciones del personal en relación de dependencia, puede estimarse que se incrementarán en términos nominales más que el 25% en que se verán incrementados los sueldos y, en consecuencia no habrá transferencia real de ingresos del sector público al privado sino que por el contrario los trabajadores alcanzados por el impuesto resignarán por vía de mayor tasa efectiva de impuesto a las ganancias un porcentaje del incremento nominal de ingresos obtenido en paritarias”.
Fuente: http://www.ieco.clarin.com/economia/Ganancias-cambios-salarios_0_1354664768.html