Aunque el BCRA trabe más las compras de importadores, las compras de ahorristas y la cancelación de deudas no puede ser detenido. Según operadores se destaca el uso de tarjetas de débito para hacer pagos con pesos en el exterior en los últimos días del cepo tal como lo conocemos. Mientras Alejandro Vanoli analiza su renuncia las reservas quedaron al borde de perforar los u$s 25.000 millones
El Banco Central (BCRA) debió vender u$s 180 millones de sus propias reservas ayer para garantizar que la demanda de dólar turista y dólar ahorro pudiera ser satisfecha en un mercado en el que prácticamente no hay oferta privada. Operadores dicen que los pagos de consumos con tarjetas de débito en el exterior y los de cartas de crédito de importaciones, operaciones que no pueden ser interrumpidas por la autoridad monetaria, crecen en importancia en estos últimos días de mandato presidencial y reducen la efectividad de las trabas oficiales.
Cuatro años de cepo que llegarían a su fin este 11 de diciembre se despiden con una última caída en picada de las arcas del Central. Las reservas de la entidad que conduce Alejandro Vanoli cayeron u$s 139 millones hasta caer a los u$s 25.035 millones. Las tenencias internacionales del BCRA quedaron así al borde de perforar la barrera psicológica de los u$s 25.000 millones por primera vez desde junio de 2006.
En sólo tres días de diciembre el BCRA perdió u$s 570 millones de reservas, como resultado de ventas acumuladas en el mercado cambiario mayorista por u$s 505 millones y pagos de deuda. Las arcas del banco pierden u$s 6398 millones en el año.
Mientras madura la decisión de seguir o renunciar a su cargo al frente del banco Vanoli se resignó a sacrificar los últimos dólares líquidos que tiene entre manos.
«Casi no les queda nada y tomaron una decisión: o venden dólar turista y dólar ahorro, o dejan pagar importaciones», dijeron ayer en un banco. «La opción fue cerrar las importaciones, pero los otros pagos son mucho mayores a lo que esperaban», agregaron.
La AFIP de Ricardo Echegaray, quien ya anunció su renuncia para el 10 de diciembre, es la única que ayuda un poco a Vanoli. Su web permanentemente caída le pone algún techo a la demanda de ahorristas, que ayer compraron u$s 50 millones.
La mesa de operaciones del BCRA comunicó el martes a los bancos que ya no permitiría pagos de importadores mayores a u$s 50.000 que no exportaran montos equivalentes a los que compraban, es decir, cerró casi completamente al cepo importador. Pero los dólares se escurren de todas formas.
«Muchas empresas han ido abriendo cuentas en distintos bancos para hacer compras por u$s 35.000, por u$s 48.000 y otros números por debajo de ese nivel», contaron en otro banco. «Y más allá de eso todos los días hay que cancelar los pagos que hacen las tarjetas de débito en el exterior, tarjetas de crédito y cartas de crédito de importaciones que no se pueden defaultear», agregaron.
Vanoli no tiene otra opción más que vender los dólares que requieren esos demandantes si no quiere tomar una decisión impopular como frenar a dólar ahorro o al dólar turista. O, peor, cortar los pagos de plásticos.
Los dólares a tipo de cambio oficial sólo los vende el BCRA. Esto era una tendencia que se iba acentuando y que, tras la buena performance opositora en la primera vuelta presidencial del 25 de octubre, causó la virtual desaparición de la oferta privada.
Las liquidaciones de exportaciones del agro que registra la Cámara de la Industria Aceitera-Centroa de Exportadores de Cereales cayeron a cerca de u$s 20 millones diarios la semana pasada después de haber tocado máximos de u$s 150 millones al día en el segundo trimestre del año, cuando sale del país la mayor parte de la cosecha. Las expectativas de eliminación del cepo no hacen más que retrasar las ventas de exportadores, que esperan un dólar más alto para vender.