Hubo un cambio de carteras en el que predominó la dolarización, algo que no es positivo para la economía porque puede alentar una suba de la divisa de Estados Unidos y un aumento de la inflación
El fracaso de la licitación de los bonos en pesos, tuvo sus consecuencias. Hubo un cambio de carteras en los inversores. Se deshicieron de los bonos en moneda local que vencen antes del 31 de marzo, como el AF20, el título más pesado de renovar que vence el próximo jueves, que perdió 1,23% después de estar más de 3% abajo. El TJ20 y el TC20, tuvieron bajas más o menos similares que no excedieron 1,5%.
Los inversores vendían esos títulos para buscar los bonos en dólares, en particular los más largos como el Discount con ley New York que subió más de 1% y es el que más incide en la medición del riesgo país que estuvo equilibrado porque subió apenas 3 unidades a 1.894 puntos básicos.
Este cambio de carteras donde predomina la dolarización, no es positivo para la economía en general porque puede alentar una suba de la divisa de Estados Unidos y un aumento de la inflación, además de ser otro factor de recesión.
La buena fortuna estuvo en que los dólares alternativos, no siguieron esta inercia. El dólar Bolsa o MEP, perdió 7 centavos y cerró a $ 82,83 y el contado con liquidación subió apenas 1 centavo a $ 84,83. El dólar libre se mantuvo en $ 78 pero su precio está atado al dólar “solidario”. De este modo, mientras el dólar al público que se vende en bancos y casas de cambio esté quieto, no habrá movimientos en el mercado marginal. El dólar oficial minorista subió 2 centavos y el precio que marcó, que funciona solo en la teoría, fue de $ 63,09.
En tanto, el dólar mayorista casi no tuvo negocios Se operaron USD 182 millones, de los cuales 40 millones compró el Banco Central. La divisa cerró sin cambios en $ 60,59.
Las reservas, gracias a estas compras, rompieron un rally de nueve bajas consecutivas y aumentaron 11 millones a USD 44.643 millones.
Por supuesto, la incógnita sobre el canje de bonos que se realizará la semana próxima, hizo que los más perjudicados fueran los mercados de riesgo.
La Bolsa con escasos negocios por $ 377 millones tuvo un leve traspié. El S&P Merval perdió 0,65%. La acción más afectada fue Cresud (-4,17%) seguida por Transportadora Gas del Norte (-2,66%. Lo más destacado pasó por BBVA (+1,77%) e YPF (+1,60%).
Los ADR’s argentinos -certificados de tenencia de acciones que cotizan en Wall Street- tuvieron una rueda equilibrada. Lo mejor paso por BBVA (+5,10) y Banco Supervielle (+5,10%). La caída más grande la soportó Mercado Libre (-4,79%) ante las noticias de que va a tener más competencia en el mercado local.
Lo que resta de la semana y los primeros dos días de la que viene, serán de pura incertidumbre. Si no hay una buena oferta por los bonos que se licitarán para cancelar el AF20, el escenario cambiará drásticamente. De hecho, los bonos en pesos que venían con una curva favorable comenzaron a vacilar, mientras se fortalecieron los títulos en dólares. No es una buena señal y le da un doble toque de atención al gobierno: no puede seguir bajando las tasas y debe hacer más atractivas las condiciones de los bonos que licite el martes.