La operación conocida como “carry trade”, que ocupó a los inversores durante buena parte del verano, va quedando atrás. La dolarización vuelve a ser la principal cobertura
El mercado, como el espejo, tiene dos caras. La oficial y la del sector privado. El Banco Central, refirmó su principio de anclar al dólar mayorista y los inversores privados le dan más impulso a los dólares alternativos, que subieron $ 2,50 ayer y en dos días de marzo, $ 3,75. Por supuesto, esta escalada marca la defunción del carry trade. Es imposible hoy que los inversores vendan dólares, para pasarse a pesos y hacer diferencias con las tasas, para luego tomar la ganancia en divisas. Esa burbuja duró una buena parte de enero y en los últimos días del mes se desinfló rápidamente.
En la plaza mayorista, el Banco Central subió el precio del dólar apenas 7 centavos a $ 90,16 en un mercado que opero USD 239 millones y permitió que la autoridad monetaria comprara USDE 80 millones, lo que le permitió elevar las reservas en 36 millones a USD 39.655 millones. Lo grave, es que Brasil, el vecino que compite con nosotros en el comercio exterior y es, a la vez, nuestro mejor cliente, sigue devaluando al real y el Banco Central interviene con ventas para que el dólar no se dispare. La ventaja cambiaria que van a tener frente a los exportadores locales, va a ser considerable. Chile es la contracara, el peso chileno ya acumula 7 ruedas consecutivas de alza.
Buena parte de los dólares comprados se la llevaron los bonos para contener a los dólares alternativos que volvieron a abrir firmes en la plaza oficial, pese a las restricciones. El BCRA salió a vender los AL30C (cable) en dólares para intentar bajar el precio, pero no lo consiguió. A pesar de que esa operación le costó reservas, el dólar MEP con operaciones por USD 34,8 millones, un volumen muy alto, subió $ 2,43 (+1,6%) a $ 146,13. En la plaza libre, donde se opera con los bonos GD30C, el MEP cerró a $ 146,61 que es $ 2,30 más elevado que la rueda anterior.
El contado con liquidación operó USD 71,9 millones con la presencia vendedora constante, del Banco Central. Cerró $ 1 arriba a $ 147,31, pero en la plaza de los operadores, aumentó $ 2,60 a $ 150. Volvió al precio que molestaba al Gobierno. Los augurios que marca el llamado “dólar fuga” no son los mejores. El “blue” o dólar libre, sigue ignorado por el mercado y se mantuvo en $ 145 con escasas operaciones.
La exagerada intervención del Banco Central derrumbó los precios de los bonos en dólares con ley extranjera más de 2%, elevó la tasa de retorno a 19% e hizo crecer el riesgo país 29 unidades, casi 2%, a 1.544 puntos básicos, el nivel más elevado desde que la Argentina salió del default. En la suba del riesgo país, también tuvo que ver el aumento del precio de los bonos del Tesoro de Estados Unidos que son la referencia para confeccionar el indicador.
La Bolsa, por su parte, negoció apenas $ 675 millones y el S&P Merval, el índice de las acciones líderes, se vio contagiado por la decadencia de las bolsas internacionales y perdió 1,77% que, frente al aumento del dólar contra el peso, significa un golpe ya que es un porcentaje que se arrima al 4% en dólares. Fueron pocos los papeles destacados: BYMA (+2,46%), Cablevisión (+1,95%) y Grupo Financiero Valores (+0,58%). En cambio, las bajas fueron pronunciadas. YPF perdió 4,75%; Ternium, 4,51%; y Aluar 4,04%.
Los negocios en ADR’s -certificados de tenencia de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York en dólares y se pueden adquirir en pesos en la plaza local al valor del dólar contado con liquidación- tuvieron un fuerte incremento en sus negocios y operaron $ 1.908 millones. No fue una buena jornada para estos activos donde predominaron las bajas. Los más castigados fueron IRSA Propiedades Comerciales (-6,96%), YPF (-4,81%) y Mercado Libre (+4,14%). Los ganadores fueron Ternium (+6,01%), seguido de Corporación América (+3,52%) y Grupo Financiero Galicia (+1,05%).
El dólar seguirá concentrando la atención. El mercado se dio vuelta y ya no rinde honores a los depósitos y bonos UVA ni a los plazos fijos. La cobertura es el dólar y nada indica que este movimiento se corte pronto. La preocupación del Gobierno es que este movimiento provoque más inflación. No hay demasiadas reservas de libre disponibilidad para enfrentar un aumento de la demanda de divisas.