Los mercados se movieron con cautela a la espera de la Conferencia del Informe Monetario del Banco Central. No se vieron defraudados. Hoy habrá licitación de Lebacs
El mercado estuvo todo el día con la guardia alta a pesar de los datos positivos de Wall Street. En el exterior, los inversores extranjeros operaron como si no les hubiera afectado el atraque a Siria. El Dow Jones subió 0,87% y el Nasdaq, el índice de las tecnológicas, 0,70 por ciento.
Pero en la Argentina el humor pasaba por otro lado. Se aguardaba la licitación del martes y la conferencia de prensa de Federico Sturzenegger. Los cautelosos tuvieron razón. Había motivos para no jugarse y eso quedó demostrado en el bajo monto de negocios de la plaza financiera.
El titular del Banco Central dio a entender que las tasas podían subir si la inflación no cede. Esta medida era sospechada por el mercado desde hace tiempo ante el fracaso de la estrategia que se anunció el 28 de diciembre pasado donde anunciaron que comenzaban a bajar las tasas de interés y proyectaron una inflación de 15% para 2018. Era el sueño de cualquier ministro de economía: bajar la inflación con más consumo.
Por supuesto, a la distancia la conferencia de prensa del 28 de diciembre quedó como otro de los groseros errores del Gobierno. El tiempo no hizo más que agigantar lo que en el primer momento advirtieron los economistas.
De hecho, el Gobierno volvió sobre sus pasos y le dio a entender a los inversores que colaboraría con ellos si apuestan al peso. La sensación de que el dólar quedará acotado y las tasas sacarán ventaja en abril y mayo, quedó instalada.
El mercado de cambios
Pero el mercado cambiario no se alteró por la noticia porque tiene por delante dos ruedas sin operaciones por la huelga bancaria. La preocupación era la disponibilidad de los billetes argentinos y esto se sintió más en el «blue», que opera al contado. El dólar marginal se mantuvo $20,50 casi sin operaciones.
El mismo precio que en el «blue», se mantuvo en bancos y casas de cambio, donde las operaciones también fueron escasas.
En el mercado interbancario, la plaza mayorista, las operaciones fueron reducidas: USD 551 millones. El dólar «hoy» abrió a $20,25, pero en la primera operación firme -a las 10.30- la divisa cotizó a $20,21. Luego tuvo un ascenso a $20,23 para luego cerrar a $20,22 con tendencia vendedora; un centavo por debajo del viernes.
Las reservas del Banco Central cayeron USD 274 millones, a USD 61.374 millones a pesar de que en el exterior se ganaron USD 6 millones por las leves subas del oro y del euro, porque hubo que pagar USD 167 millones a organismos internacionales y USD 1 millón a Brasil. El resto de la caída lo explica el retiro de efectivo mínimo de los bancos.
Persisten bajos negocios con títulos públicos y privados
En el mercado de bonos de la deuda, el monto de las transaccionesse contrajo a $11.598 millones, un volumen 40% inferior a una buena rueda. El Bonar 2024, el bono de referencia en dólares, quedó sin cambios, mientras bajó el precio de los títulos en pesos porque es la forma que tienen de aumentar su renta.
No hay que olvidar que cuanto menos cotice el bono, más alta es su tasa de retorno. Los títulos se están acomodando a una época de tasas de interés más sostenidas.
Hoy la autoridad monetaria volverá a tomarle examen al mercado con la licitación mensual de Lebac, con vencimientos por $586.616 millones, una cifra equivalente a alrededor del 46% del stock de estos títulos, pero que mes a mes vienen disminuyendo por la exigencia a las compañías de seguro de desprenderse gradualmente de esos papeles de corto plazo. La intención de la autoridad monetaria es que los inversores institucionales no financieros orienten sus colocaciones a bonos de largo plazo.
En la Bolsa, el volumen de negocios estuvo entre los más bajos de los últimos tiempos. Se operaron $430 millones. Cien millones menos que las ruedas anteriores. El índice Merval de las acciones líderes perdió 1,68%. La caída pudo haber sido peor porque tocó 2%, pero a 20 minutos del final aparecieron los compradores de ocasión y recuperó una parte del retroceso.
Los inversores ahora se tienen que acomodar al nuevo escenario donde el Banco Central parece garantizar un triunfo de las inversiones en pesos sobre el dólar.