Las vetas del Bapro ayer fueron por la necesidad de fondos de la Gobernadora Vidal. Reina la confianza en el equipo económico por la estabilización pura del tipo de cambio. No planean utilizar arsenal de divisas en cuenta del BNA.
El gobierno aplica el «laissez faire» al tipo de cambio. Las ventas de divisas efectuadas por el Banco Provincia de Buenos Aires que permitieron ayer bajar el dólar mayorista a $17,48 no fueron para mandar un mensaje al mercado. Fueron simplemente por la necesidad de pesos de María Eugenia Vidal tras su reciente colocación de deuda en el exterior. ¿Cuál es la estrategia oficial con el tipo de cambio? Dejarlo correr con la convicción de que la tendencia de fondo es que el precio se aprecie en los próximos meses. Y para ello, mejor que lo haga desde los casi $18 que desde los $15. Vox dei Macri.
Pero corresponde ver al mercado cambiario dentro de lo que sucede con el dólar en el mundo. Y allí salta a la vista que en la Argentina se mueve a contramano de lo que sucede en las principales plazas del exterior con la suba de 6% que acumula en julio. Contra el euro cae casi 2% y contra el real 4,7% en el mes. Claramente desde que asomó la candidatura de Cristina de Kirchner en PBA, el sentimiento del inversor, especialmente el local, cambió y explica ese desacople. La parte técnica del mercado juega su rol también. Con el «carry trade» (venta de dólares para jugarse a la tasa en pesos) saturado, la suba del dólar hizo que muchos adopten la postura del «me quiero ir», versión dolarizada de la famosa frase del ex ministro Lorenzino. Curiosamente Federico Sturzenegger y el resto de su equipo en el Banco Central ven al «carry trade» como un enemigo a derrotar, como si se tratara de un fenómeno autóctono. Pero hay «carry trade» en emergentes en general, desde México, Uruguay, Sudáfrica y hasta en el Brasil de temer y de Temer: los principales mercados del mundo están con la volatilidad más baja de los últimos 25 años, las tasas también bajas y sin expectativas de cambios súbitos en los próximos seis meses, y, para cerrar el clima propicio para el «carry trade», tampoco hay nubarrones geopolíticos a la vista. El «síndrome de la bicicleta» del BCRA no debería existir.
En el exterior, los grandes inversores no dieron vuelta sus apuestas al capítulo argentina del «carry trade». Se está en pleno verano, y con la posición que ya se tiene en la Argentina no da para aumentarla ni para reducirla. Las elecciones no preocupan demasiado en base a lo que señalan las encuestas. El problema sería que las encuestas se equivoquen y que Cristina de Kirchner logre más del 35% o que Cambiemos no gane a nivel nacional. Un informe ayer del JP Morgan elaborado por Diego Pereira y Lucila Barbeito, titulado «La política argentina: ¿Qué están diciendo las encuestas? Extrayendo señales del ruido» versa sobre esta cuestión clave. Afirma que el resultado de las elecciones de octubre estará marcado por el porcentaje de los votos a nivel nacional y cuanto suceda en PBA. «El gobierno nacional aparece bien ubicado a nivel nacional mientras que las primeras encuestas muestran una ajustada carrera en PBA», señala para luego agregar: «Continuamos viendo una baja probabilidad del retorno del populismo a la función pública en Argentina aun cuando Cristina de Kirchner gane en la Provincia de Buenos Aires».
El Tesoro -más allá del BCRA- tiene los dólares necesarios para revertir este resurgir del dólar. No le interesa hoy. En el Banco Nación están depositados los u$s2.750 millones provenientes de la emisión del Bono a 100 años y además parte de los u$s6.000 millones del «repo» que hiciera el ministro Luis Caputo con bancos a principios de año. ¿Y el traslado a precios? La inflación de julio apunta a ser de 2% o una o dos décimas por encima en un mes cargado por el impacto de los precios regulados. Sigue siendo el problema. Si no fuera por lo político, el segundo semestre traería alivio al gobierno en el resto de las variables. Las comparaciones interanuales del déficit fiscal serán negativas; mostrarán que el déficit en términos nominales es menor por el simple hecho de que en el segundo semestre del 2016 el gasto fue mayor al del 1° semestre y en este año, el gobierno aplicó un gasto parejo trimestre a trimestre. La actividad seguirá su rumbo. El Presupuesto 2018 a presentarse en el Congreso el 15 de septiembre tendrá una suba estimada del PBI de 3,2% y una inflación de 15% promedio. Pero las encuestadoras perdieron credibilidad y en todo el mundo. Hasta el 22 de octubre no habrá descanso.
Fuente: http://www.ambito.com/891210-gobierno-aplica-laissez-faire-al-dolar-el-peso-al-final-ganara