Anoche se disipó la posibilidad de que un stay permita pagar la deuda del canje. Holdouts rechazaron oferta de banqueros. Recrudeció la interna entre Fábrega y Kicillof
En un día repleto de marchas y contramarchas y de versiones cruzadas de empresarios y funcionarios de la administración nacional, Argentina no llegó a un acuerdo con los fondos buitre para pagar la sentencia en contra que impide pagar la deuda reestructurada. Tampoco prosperó, al menos por ahora, la oferta que bancos nacionales hicieron a los litigantes para comprarles el juicio y estirar su cobro hasta 2015. Así, el país entró ayer por la tarde en lo que la agencia Standard & Poor’s llamó “default selectivo”, al incumplir el pago de deuda por u$s 539 millones que vencieron el 30 de junio.
Pasadas las 18.30, el ministro de Economía, Axel Kicillof, comunicó que las negociaciones fracasaron, luego de otras seis horas de gestiones. Al igual que en la víspera, las conversaciones fueron cara a cara con los representantes de los fondos buitre, con el mediador Daniel Pollack como partícipe. El funcionario insistió en que el Gobierno había pedido una medida cautelar o stay al juez de Nueva York, Thomas Griesa. “El juez tercerizó el stay a los fondos buitre, y estos piden más dinero del que le ofrecimos a los que entraron al canje”.
Kicillof repitió los argumentos que usa desde el inicio de esta contienda por el pago de la sentencia en contra por u$s 1.330 millones más intereses (u$s 1.600 millones): que Argentina no puede pagar más que el canje por la cláusula RUFO de los bonos reestructurados y por leyes argentinas y que necesita un stay para seguir negociando. Los holdouts se plantaron. El ministro desconoció que Argentina entre en default. “Vamos a tomar absolutamente todas las medidas y acciones de nuestros contratos, del derecho nacional y del derecho internacional para que esta situación insólita no se perpetúe en el tiempo”, prometió.
En paralelo, el Special Master Pollack emitió un duro comunicado en el que confirmó el fracaso de las negociaciones entre Argentina y los fondos buitre y afirmó que “Argentina entrará inmediatamente en default”. “El default no es una mera condición “técnica”, sino un evento real y doloroso que herirá a la gente”, disparó. Sus palabras cayeron pésimo en la delegación argentina y reforzaron la idea de Kicillof de que Pollack comparte los argumentos de los litigantes.
En la noche del martes, una delegación de Adeba encabezada por Sebastián Palla, gerente del Banco Macro de estrecha confianza de Jorge Brito, viajó a ofertar comprar el juicio a los fondos buitre. Según Kicillof, esas negociaciones se cayeron antes de que culminara la reunión con Pollack y los holdouts. Para Adeba, sin embargo, las tratativas continuaban y se diluyeron luego de la conferencia de prensa del ministro.
Los hombres de Brito sugirieron que, luego de la comunicación oficial, entendieron que no había respaldo a sus gestiones y que no tenían garantías de que cobrarían los u$s 1.600 millones del juicio a partir de enero. Anoche, los negociadores volvían a Buenos Aires. Cerca de Kicillof, rechazaron esa interpretación. “Estaba caído antes”, dijeron. En conferencia, el ministro comentó: “Sé que los banqueros argentinos no se presentaron a la reunión (con Pollack y los holdouts). Ellos (los holdouts) decían algo así como que los plantaron”.
Brito dijo haber negociado con la venia del presidente del Banco Central, Juan Carlos Fábrega, que se desligó. Anoche, la interna entre el banquero central y Kicillof recrudeció, indicaron fuentes oficiales que simpatizan con uno u otro. Los rumores de renuncia de Fábrega volvieron y el BCRA los desmintió otra vez.
Más allá de esto, los fondos buitre fueron duros para negociar. Exigieron cobrar todo el juicio (unos u$s 1.650 millones) por adelantado y rechazaron cualquier intento de plan de pagos ofrecido por los banqueros. A pesar del pesimismo de Adeba, abogados de ambas partes continuarán hoy con las conversaciones.
Kicillof volvía anoche a Buenos Aires. Su equipo se esperanzaba con que Griesa reponga el stay ante el pedido de bonistas europeos, algo difícil. También analizaba medidas pro-consumo para matizar los efectos del default. También continuar con los pagos de deuda y hasta reflotó la idea del canje voluntario. Hoy se anunciará la refinanciación de las deudas con las provincias.
Para estos días quedará el análisis sobre el movimiento bursátil. Para Javier Alvaredo, economista de ACM, “esto amerita una investigación de la SEC (Securities and Exchange Commission de los Estados Unidos) y los riesgos legales de esa investigación son mucho mayores a los riesgos de violación de la cláusula RUFO”.