Este miércoles arranca una nueva licitación. Del total de u$s5.000 millones de la primera serie se colocó algo más del 30%. El 31 de enero finaliza el plazo para acceder a un “endulzante”
El Bono para la Reconstrucción de una Argentina Libre (Bopreal) no termina de levantar vuelo en el mercado a pesar de que muchos operadores de bolsa le ven potencial. El problema sigue siendo la falta de interés de los sujetos a quienes está dirigido, es decir, las empresas que tienen deudas por importaciones. Por ello, el Gobierno está tratando de revertir esa idea en diálogo con grandes compañías.
En el mercado se cree que el título puede resultar bastante complicado para una pyme, que carece en su estructura administrativa de especialistas en finanzas, y que por lo tanto podría ser de mayor atractivo para una firma grande que puede evaluar mejor los costos implícitos de comprar en un determinado momento.
Es el caso de la empresa automotriz japonesa Toyota que en la tercera licitación organizada por el Banco Central, compró u$s1.179 millones. Fue la mejor convocatoria de las cuatro que hubo hasta el momento. No se sabe si la empresa le pasó a algún proveedor suyo los bonos que compró en licitación primaria. Lo cierto es que se cree que más del 70% de la deuda declarada hasta el momento es entre filiales y casas matrices.
Es por ello que el equipo que conduce Luis Caputo empezó a seducir a las grandes compañías para que se acerquen al Bopreal y comiencen a darle volumen. El secretario de Comercio, Pablo Lavigne, y su par del área de Industria y Desarrollo Productivo, Juan Pazo, mantuvieron una reunión con los principales directivos de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (AmCham), la entidad que nuclea a las empresas de origen norteamericano en el país. Ambos funcionarios destacaron los beneficios del bono.
Según se desprende de un comunicado de AmCham, Lavigne y Pazo también señalaron que el objetivo del Gobierno es simplificar y acelerar el proceso de importaciones para garantizar la efectividad de los procedimientos.
La Secretaría de Comercio acordó la posibilidad de que AmCham informe los procesos demorados y su impacto en el negocio, a fin de analizar el origen de los retrasos en detalle y lograr que se destraben. También se analizó la situación fiscal que atraviesan las compañías. Al respecto, se informó que que a partir del 17 de enero se habilitó un subregistro para que las empresas puedan detallar los servicios exigibles por proveedores externos o sus casas matrices.
Bopreal: los «endulzantes» para las empresas
El gobierno volvió a destacar los “endulzantes” que tiene el título, cuya nueva licitación arranca este miércoles y cierra el jueves. Para acceder a uno de ellos la fecha límite es el 31 de enero. Quienes entren en la licitación pueden luego comprar hasta un 5% del valor de su deuda en el mercado del dólar oficial. Luego, si venden sus bonos en el mercado secundario, podrán acceder al mercado de Contado con Liquidación (CCL) por la diferencia entre el valor nominal y la paridad. Es probable que el BCRA decida ampliar el plazo.
Además, la serie 1 actual en licitación tiene la posibilidad de cobro anticipado a partir de abril del 2025 para cancelar deudas impositivas, pero en ese caso, el tenedor recibe pesos.
Tal vez para una pequeña empresa el bono no le ofrece soluciones, salvo que su proveedor se lo acepte (algo que no está ocurriendo). En cambio una firma grande con espalda financiera podría tomar uno a 12 meses, entregarlo a su matriz fuera del país, y luego cobrar los dólares.
Hay que tener en cuenta que de los aproximadamente u$s26.000 millones declarados hasta el momento, de acuerdo con datos oficiales, unos u$s20,500 millones son de grandes compañías, que generalmente tienen casas matrices en el exterior. El Banco Central plantea primero agotar la serie 1 de Bopreal por u$s5.000 millones, pero de ello hasta el momento solo pudo colocar algo más del 30%.