Regirán hasta diciembre de 2020. Fuerte recorte en obras públicas y funcionamiento oficial y retraso a medidas impositivas pro empresa
El tiempo para el gradualismo quedó definitivamente atrás: la aceleración en la reducción del déficit primario con el objetivo de lograr el equilibrio fiscal en 2019, hecho que implica un recorte fiscal de casi cuatro puntos en dos años, está en marcha. La nueva fórmula oficial: 50% por reducción del gasto y otro 50% con nuevos ingresos, anunció el ahora denominado ministro de Economía, Nicolás Dujovne.
El déficit cero el año próximo se buscará alcanzar, además de a través del recorte principalmente en la obra pública y, por el lado de los recursos, con retenciones a todos los productos de exportación en un esquema en el que promete finalizar en diciembre de 2020. La otra fuente será una postergación por un año del calendario de suba del mínimo no imponible de aportes patronales, una medida destinada a estimular el empleo privado con costo fiscal. La propia dinámica del ajuste del gasto, dijo Dujovne, habilitará menos necesidades de financiamiento del programa.
El grueso de los anuncios fue explicado tras un mensaje del presidente Mauricio Macri grabado en la Casa Rosada. Allí definió a los derechos de exportación como un impuesto «malísimo». El presidente los había eliminado para el campo y la minería a poco de asumir.
Mediante la puesta en práctica de las retenciones, que empezarán a regir desde que se publique, entre hoy y mañana en el Boletín Oficial las que son para exportaciones de bienes (las que gravarán los servicios lo hará desde enero de 2019), el Gobierno busca recaudar $ 68.000 millones en 2018 (0,5% del PBI) y $ 280.000 millones en 2019, que implican ingresos extras de 1,5% del PBI.
La apuesta oficial fue buscar convencer a los mercados de que el equilibrio fiscal sumado a un mayor respaldo del FMI despejan todas las posibilidades del default. El mercado le respondió con un bolsillo insensible.
Los derechos de exportación serán de $ 4 por dólar para las exportaciones primarias y de $ 3 por dólar para el resto de las exportaciones. En conferencia de prensa, Dujovne y el secretario de Hacienda, Rodrigo Pena, indicaron que habrá una reducción del 25,5% al 18% en la alícuota para porotos, harinas y aceite de soja, que se suma a los $ 4 o $ 3 por dólar exportado, según el caso.
En el caso de recorte de subsidios, se logrará mediante el traspaso de ese gasto a las provincias, que se harán cargo de la tarifa social eléctrica y de las bonificaciones en el transporte automotor. Las jurisdicciones más afectadas serán la provincia de Buenos Aires y la Ciudad porque la mayoría de los subsidios se concentran en esos dos distritos.
Para Dujovne, «éstas son medidas necesarias para retomar la senda del crecimiento. La única manera de construir un camino estable y sustentable es saneando nuestras cuentas públicas», planteó.
Consultado sobre la estimación oficial para el PBI e inflación, respondió: «Vamos a estar revisando las cifras en los próximos días, asumiendo que la recesión de este año va a ser más pronunciada que la que preveíamos». El Cronista consultó a una fuente oficial si esta fuerte reducción del déficit primario no tendrá un impacto en la actividad y respondió que «mayor sería el impacto si no estabilizamos esto». Sobre las previsiones que circularon ayer de inflación de 42% este año y caída de actividad de 2,4%, dijeron que están «cerrando números».
A diferencia de Macri, Dujovne reconoció errores. «Los desbalances nos dejaron expuestos y en nuestro afán de balancear todo a la vez dejamos en descubierto el flujo fiscal, mientras otros países ya han saneado sus balances», reconoció.