La demanda triplicó a la oferta a pesar del contexto global más adverso. Colocó una mitad en un bono a 5 años, al 5,6% anual; y la otra a 10 años, al 7%. En sólo nueve meses, el costo para Argentina cayó en un punto porcentual.
El día había empezado complicado desde las primeras horas para todos. La tasa del bono americano a 10 años había embarrado el terreno, con un nuevo salto hasta un máximo del 2,47% anual. Y dio señales de alarma en el precio momento en que la Argentina se lanzaba a concretar su emisión de deuda en los mercados internacionales.
La demanda sorprendió hasta a los propios funcionarios y superó las expectativas: hubo una demanda de u$s 22.000 millones por los títulos argentinos, y el equipo del ministerio de Finanzas, que lidera Luis «Toto» Caputo, se dio el lujo de elegir entre las mejores propuestas para obtener u$s 7.000 millones frescos.
La tasa promedio fue del 6,3% anual y se ubicó casi un punto porcentual por debajo de la que se había pactado en la colocación de abril del 2016. Aquella vez, la emisión había apuntado a cerrar el conflicto con los holdouts.
Ayer, el Gobierno colocó una parte de la deuda a 5 años, por 3.250 millones de dólares, a una tasa de 5,625% anual; y otra a 10 años, por 3.750 millones de dólares, al 7%.
En el mercado consideraron que jugó a favor de la Argentina la especulación que circuló en estos días, y que hicieron trascender algunos medios, de que el Tesoro apostaría a colocar hasta u$s20.000 millones. Los grandes fondos del exterior hicieron lugar en sus carteras para estar preparados ante una eventual «megaemisión» y acceder a la posibilidad de comprar los bonos más baratos en el mercado primario. Pero la operación terminó de concretarse bajo las condiciones que ya había anticipado Caputo, el jueves de la semana pasada, en una reunión con medios de prensa locales: en primer lugar, la Argentina sólo tenía previsto colocar, como máximo, unos u$s10.000 millones en el exterior; y en segundo lugar, el plan oficial apuntaría a dejar «demanda insatisfecha» para que los bonos argentinos continuaran con buenos precios en el mercado secundario, en los días posteriores.
La tasa para los bonos a 10 años se ubicó ayer sólo 10 puntos básicos por encima del rendimiento con el que cotizó ayer la deuda argentina para ese mismo plazo (el Argentina 2026 tenía un retorno de 6,90% anual). Y reflejó, también de este modo, la buena recepción que encontró la deuda del país entre los inversores.
Durante el road show que comenzó el lunes pasado, Caputo y su gabinete habían presentado la oferta de bonos ante más de 250 inversores en Londres, Boston, Los Ángeles y Nueva York, con los detalles del plan económico y financiero del país.
«Estamos muy contentos con el resultado de la emisión, ya que logramos bajar significativamente nuestro costo de financiamiento, aun enfrentando un escenario de tasas mucho más adverso que el año pasado y confirma la confianza de los inversores en la capacidad de este gobierno de controlar la inflación e incentivar el crecimiento económico», afirmó el ministro de Finanzas, Luis Caputo.
Dentro del Gobierno reconocieron, además, que tienen previsto colocar los u$s3.000 millones en los próximos meses, en otras monedas (presumiblemente, euros y francos suizos). El monto, sumado a la operación REPO que ya concretó el Gobierno en estos días con seis bancos, por u$s6.000 millones, le permitirá a la Argentina cubrir el 65% del programa de deuda de este año.
Fuente: http://www.ambito.com/870055-gobierno-emitio-deuda-por-us-7000-m-a-tasas-mas-bajas-que-en-2016