El ministro de Economía no pudo prescindir en los últimos meses de la asistencia del Banco Central para cubrir el déficit de la Tesorería. Presión sobre los precios internos
Por Roberto Cachanosky
El Ministro de Economía, Martín Guzmán, había asegurado que el Tesoro no se iba a financiar con más Adelantos Transitorios del Banco Central, promesa que cumplió, pero recurrió a las transferencias de utilidades que sumaron en el bimestre noviembre-diciembre 2020 $405.000 millones. De manera que no se cumplió la disciplina monetaria que había prometido Guzmán para frenar la inflación.
Hasta noviembre, el acumulado en un año de expansión monetaria que hizo el BCRA para financiar al Tesoro fue equivalente al 47,5% de los ingresos impositivos, muy similar a la variación de la base monetaria que fue de 48,4%, y muy superior al aumento del IPC del 34,2% que informó el Indec. ¿Hubo un crecimiento de la demanda de moneda por la diferencia?
En rigor, la variación del Índice de Precios al Consumidor no explica toda la inflación. La composición de la canasta tiene varios rubros de precios controlados y “administrados” como, por ejemplo, las tarifas de los servicios públicos y los servicios de la medicina prepaga.
Si se observa la evolución del IPC entre noviembre de 2019 y noviembre de 2020 se verifica que los precios que menos subieron fueron los de Transporte Público, Vivienda, Agua, Electricidad y Otros Combustibles, Salud porque las obras sociales no pudieron aumentar las cuotas, Comunicaciones, por el control de precios en los celulares e internet y Educación porque no se le permitió a los colegios privados subir las cuotas y los padres no estaban en condiciones de pagar mucho más en el medio de la cuarentena por la crisis sanitaria.
Es más, dentro de Alimentos y Bebidas, los precios que más subieron fueron los que no están regulados. Por ejemplo, las verduras aumentaron 82,5%, las carnes 44,7% y las frutas 56,3%. Los aceites, lácteos y gaseosas se encarecieron muchísimo menos porque están dentro de los precios controlados, subieron en el orden de 22% a 25 por ciento.
En definitiva, lo que se observa es una inflación reprimida con tarifas de servicios públicos, precios de alimentos y otros servicios “pisados”. Algo que ya se hizo infinidad de veces en el pasado y terminó muy mal.
De todas formas, la emisión monetaria del 2020 no fue la principal fuente de financiamiento del Tesoro; sino a través de Leliq y Pases del Banco Central que no es otra cosa que acumulación de emisión futura con el aumento del stock en circulación. Comparando diciembre 2020 versus diciembre 2019 la base monetaria aumentó 41,8% y el stock de Leliq y Pases creció 130 por ciento.
Incógnita para los próximos meses
Habrá que ver cómo hará el BCRA para financiar al Tesoro en 2021, porque hasta el 31 de diciembre no había contabilizado saltos importantes en los bonos que tiene en el activo para definirlos como utilidades a transferir.
Tal vez el margen lo pueda tener en Adelantos Transitorios ya que este año, de los $2 billones que emitió para asistir al Tesoro, $0,4 billones fueron por adelantos transitorios y $1,6 billones por transferencia de utilidades.
Y, según establece el artículo 20 de la Carta Orgánica del BCRA, la entidad puede financiar al Tesoro hasta el equivalente al 12% de la base monetaria; más un adicional que no supere el 10% de los recursos en efectivo que el Gobierno nacional haya obtenido en los últimos 12 meses.
Además, con carácter de excepcional y si la situación o las perspectivas de la economía nacional o internacional así lo justificara, podrá otorgar adelantos transitorios por una suma adicional equivalente a, como máximo, 10% de los recursos en efectivo que el Gobierno nacional haya obtenido en los últimos 12 meses, los cuales deberá reintegrar en un plazo máximo de 18 meses.
De acuerdo con lo dispuesto en la Carta Orgánica, el Tesoro debería devolverle dentro de los 12 meses, los adelantos transitorios que utilizó, pero sólo reembolsó $125.780 millones a lo largo de 2020. El punto es que la Carta Orgánica establece que: Los adelantos a que se refiere el párrafo anterior deberán ser reembolsados dentro de los 12 meses de efectuados. Si cualquiera de esos anticipos quedase impago en el tiempo preestablecido, no podrá volver a usarse esta facultad hasta que las cantidades adeudadas hayan sido reintegradas. Pero se ha visto a lo largo de la historia como la deuda del Tesoro con el BCRA vía Adelantos Transitorios crece continuamente.
De todas maneras, la principal fuente de expansión para financiar a Economía son las transferencias de utilidades y eso, todavía no se sabe de cuánto va a hacer, y cómo van a surgir.
Todo parece indicar que va a ser un año muy complicado para el Gobierno desde el punto de vista económico. El esperado rebote en la actividad luego de la extensa e ineficiente cuarentena puede postergarse por los contagios.
Si recién iniciado el año el Gobierno pensó en establecer un toque de queda y cerrar actividades que recién se reiniciaban, es de imaginar que sin las vacunas necesarias para comenzar una cobertura masiva los problemas del covid-19 continuarán con mayor intensidad.
Dicho de otra manera, de haberse conseguido la cantidad necesaria de vacunas, se esperaba una tendencia a la normalidad de la economía hacia el último trimestre del año. Pero todo parece indicar que el Gobierno no consigue las vacunas necesarias para la campaña destinada a frenar los contagios, con lo cual el problema puede extenderse.
A esto hay que sumarle que en este año electoral el Gobierno tratará de hacer el mínimo de ajuste de tarifas de los servicios públicos y aplicará controles de precios más estricto en un contexto de desorden monetario y fiscal.
Están dadas todas las condiciones como para que el 2021 sea un año muy complicado en lo económico y social, tal vez no tanto como el anterior, pero sí lo suficientemente como para que el oficialismo pueda consolidar el caudal de votos que le permita introducir cambios legislativos que posibiliten reducir las tensiones a mucha gente con serios problemas judiciales.