La Jefatura de Gabinete envió este jueves al Congreso el proyecto de ley que plantea un cambio de títulos en dólares por otro en moneda local con un plus atado a la inflación
El Gobierno presentó este jueves en el Congreso Nacional, el proyecto de Ley para reestructurar el tramo de la deuda pública emitida bajo legislación local, iniciativa que propone un tratamiento similar a la propuesta realizada a los acreedores bajo ley extranjera.
Los tenedores de los Títulos Elegibles que no adhieran a la invitación a canjear continuarán con sus pagos diferidos hasta el 31 de diciembre del año próximo.
En tanto, se estipula que los tenedores de bonos locales que no adhieran al canje podrán hacerlo más adelante, con la condición que sólo se le reconocerán los intereses devengados al 5 de abril de 2020.
El proyecto que ingresó esta noche al Congreso consta de ocho artículos y una serie de anexos donde se detallan las características de los bonos a ser elegidos.
El Ministerio de Economía que dirige Martín Guzmán, tiene previsto realizar mañana un canje de títulos en dólares emitidos bajo legislación local, varios de ellos cuyos pagos fueron “reprogramados” por dos bonos en pesos ajustados por inflación, más una sobretasa.
Guzmán adelantó en varias oportunidades que la intención es que los acreedores bajo ley local reciban el mismo trato que aquellos que están bajo legislación extranjeros pero con una salvedad; como se busca que cambien sus bonos por otros denominados en pesos se les propondrá un incentivo, una “zanahoria”, para que tentarlos a pasarse a la denominación local.
“Esta propuesta se alinea con la oferta de reestructuración de los Títulos Públicos de la República Argentina emitidos bajo ley extranjera, incorporando incluso opciones en pesos para determinados instrumentos elegibles, con lo que también preserva los objetivos de sostenibilidad de la deuda pública aliviando las restricciones de mediano y largo plazo devenidas de la actual carga de la deuda”, se destaca en el proyecto.
El “endulzante” es un ajuste pero con una fórmula que incluya más datos de la economía que la inflación para no quedar atado a una sola variable. “Será como una especie de CER”, agregaron desde el Palacio de Hacienda.
El popularmente conocido CER fue un coeficiente de ajuste por inflación que tuvieron los bonos del canje del 2002 para la reestructuración de deuda que se llevó adelante con la gestión de Néstor Kirchner. El problema que tuvo fue que cuando se empezaron a manipular las estimaciones de inflación generó perjuicios para los tenedores de esos títulos.
Otra particularidad que tiene el proyecto de ley que envió el Ejecutivo los bonos que ofrece en pesos serían con plazos más acotados que los que hoy tiene los títulos en dólares y, además, la quita que se está proponiendo a los tenedores de deuda bajo ley extranjera no se ofrece a los acreedores locales.
En el Ejecutivo entienden que no enfrentarán grandes discusiones en el Congreso Nacional, y mucho menos con el mayor bloque opositor que “aún les cuesta hablar del tema deuda”. Además, en el encuentro con la oposición de días atrás y con los gobernadores, tanto el presidente Alberto Fernández como el presidente de la Cámara de Diputados y socio de la coalición de gobierno, Sergio Massa, adelantaron que iban a mandar el proyecto y que necesitaban el apoyo parlamentario.
En el caso de los gobernadores el pedido fue más explícito y fue después de que cada uno de los jefes de los estados subnacionales le plantearen al Ejecutivo necesidades económicas y presentaran pedidos de financiamientos a través del Tesoro nacional.
Según un trabajo de la consultora Seido, la deuda en dólares bajo ley local que el Gobierno nacional busca canjear a la par de las conversaciones con los acreedores externos rondaría los 15.000 millones de dólares repartidos en varios instrumentos. “Estimamos que en manos privadas, incluyendo las letes”, explicaron desde la consultora.
Respecto al canje de deuda con los acreedores en el exterior, Guzmán dijo anoche en un programa de televisión que “hemos hecho el máximo esfuerzo de que se puede pagar, ahora la pelota esta del lado de los acreedores”. Y agregó que la Argentina ya está en una situación de default por lo que aclaró que el gobierno de Alberto Fernández trabaja con una economía que ya enfrentaba condiciones prohibitivas en cuanto al acceso al crédito.
Además se refirió al plan del Gobierno para la post pandemia y aseguró que el mismo es administrar la emergencia. Señaló que Argentina está en una doble crisis: la de la deuda y otra que tiene que ver con lidiar con los efectos del coronavirus.