El juez ratificó al facilitador Pollack, discutido por el país, y le dio más poder. El universo de me too alcanzaría los u$s 10.000 millones. Ya hay 14 casos confirmados
El juez de distrito de Nueva York, Thomas Griesa, reafirmó ayer el poder del mediador Daniel Pollack, resistido por Argentina, y lo facultó para incluir en las negociaciones a otros fondos buitre que reclaman a una sentencia similar a la que obtuvieron los fondos NML Capital, Aurelius, Olifant y el resto de los litigantes, que ganaron el juicio por sus bonos en default por casi u$s 1.700 millones.
En una orden judicial, Griesa dio al special master Pollack "autoridad, en su sola discreción y en la o las veces que él determine, para añadir a estos casos todos o algunos casos adicionales que quedan pendientes ante esta Corte en este asunto". El juez también dio al mediador "amplia autoridad para estructurar los arreglos para tales negociaciones" y para determinar "a su exclusivo criterio" los caminos más adecuados para llegar a un "acuerdo".
El juez ratificó así a Pollack, desautorizado por Argentina por considerarlo parcial. En el último encuentro con el mediador, los abogados del país (el estudio Cleary Gottlieb) acudieron por obligación judicial, pero sin representar al país.
Pero, por otro lado, facultó al facilitador a sentar en la mesa de negociaciones a todos los holdouts, algo que le reclamó en persona el ministro de Economía, Axel Kicillof. Según el juez, de esta forma podría favorecerse un "settlement" o acuerdo para que Argentina pague la sentencia en su contra. "Más allá de eso, el problema ahí es Pollack y su parcialidad", indicaron en Hacienda.
Según Marcelo Etchebarne, abogado de Cabanellas, Etchebarne Kelly, "el total de me too posible es de cerca de u$s 10.000 millones en Nueva York". De ese universo, indicó otra fuente, unos 14 holdouts con reclamos por al menos u$s 1.200 millones ya se presentaron en el despacho de Griesa. Son, en su mayoría, fondos y particulares que tienen una sentencia favorable pero que reclaman al juez una medida cautelar similar a la que obtuvieron Singer y compañía, por la cual Argentina no puede pagar la deuda reestructurada hasta tanto satisfaga el fallo en su contra.
Entre los litigantes se destaca EM, del magnate Kenneth Dart, que reclama un total de u$s 835 millones. El fondo Capital Ventures exige otros u$s 200 millones más intereses; un fondo de Emiratos Árabes pide otros u$s 100 millones. Y una suma similar (u$s 105 millones) reclama Wilton Capital. A ellos se sumarían reclamos adicionales de NML Capital, que dividió sus bonos en default en distintos juicios, acreedores particulares y bonistas italianos.
"Griesa le va a dar algo de tiempo a Argentina", afirmó Etchebarne, aunque consideró que "la situación judicial" del país "se irá agravando con el tiempo".
Para Guillermo Nielsen, el ex secretario de Finanzas que participó activamente en el primer canje y hoy revista en el Frente Renovador, "fue un gravísimo error no haber negociado con Griesa o con Pollack; esto puede triplicar el monto" que debe pagar el país.
Economía, en tanto, reiteró ayer en un comunicado que no ofrecerá más que el valor de la reestructuración de 2005 y 2010.