El dólar es la moneda de mayor poder en el mundo, establecida y aceptada como divisa en cualquier mercado. Más aún para algunos países de la región que dolarizaron sus economías como Ecuador, Panamá y El Salvador. Pero también para los argentinos, que lo adoptaron a la fuerza por los continuos desaciertos de su moneda doméstica a lo largo de las últimas décadas.
La reciente imposición en Argentina de controles de capital para empresas y restricciones a la compra de moneda extranjera de particulares por parte del Gobierno (dólares básicamente, pero otras monedas también) pateó el tablero del mercado de cambios. Argentina aplicó herramientas similares en el pasado: el más reciente fue el cepo que existió en 2014-2015 (muchísimo más restrictivo que el actual) y el encaje no remunerativo del 30% por un año a la entrada de capitales. Otros países también tienen restricciones: India y Nigeria endurecieron en 2019 el acceso de su población a moneda extranjera para limitar la salida de capitales.
Muchas veces esas medidas extremas, que restringen la libertad, se complementan con otras medidas de control de capital para restringir la entrada y/o la salida de dinero con el objetivo de que se reduzca la volatilidad del mercado de cambios. Fue el caso de Malasia en 1997 en la crisis de los países asiáticos. También lo hicieron Taiwán e Indonesia, que le restringieron a los inversores extranjeros el acceso a determinados depósitos bancarios, además de requerirles ciertos períodos temporales mínimos para la inversión financiera.
En Europa, Islandia es otro ejemplo. En Latinoamérica, Chile, Colombia y México pusieron controles de capital en el pasado, mientras que Brasil puso un impuesto a la inversión extranjera en el mercado local de acciones y bonos. Costa Rica puso en 2010 un encaje a los préstamos externos de corto plazo recibidos por los bancos.
Si bien cuando se habla del dólar la referencia es a una divisa, que tiene billetes y monedas bien específicos, lo cierto es que no hay un solo dólar en Argentina, sino que tiene muchas variantes, en especial en los mercados financieros y a través de distintos instrumentos. Aquí las distintas definiciones.
Dólar minorista
Lo que el común de la gente mira por televisión o cuando está en la City financiera en los carteles a la calle de las agencias de cambio es el dólar minorista. Es el dólar al que puede acceder la gente, en el caso de Argentina hoy limitado a USD 10.000 por mes por persona, y para personas jurídicas (empresas) solamente para pagar deudas e importaciones al exterior: no pueden «atesorar» porque sí.
Dólar mayorista
Muy diferente, mucho más grande y más barato para comprar y vender dado un menor spread entre el precio de compra y de venta es el dólar mayorista, al que solo puede acceder un inversor con montos más altos a través de la mesa de un banco. Es el que usan los bancos y las empresas para intercambiarse entre sí.
Dólar informal o «libre»
Aquel que es tan difícil de cuantificar porque no hay un mercado específico para ello, sino solo estimaciones. Es el realizado por las «cuevas» o «arbolitos» en la calle, además de cualquier otra transacción entre familiares, amigos, particulares, turistas y también empresas por fuera de los registros, fuera de cualquier control estatal. Totalmente desregulado y sin restricciones.
Las últimas restricciones por parte del Gobierno potenció este mercado y amplió la brecha ante el dólar minorista, sencillamente porque no está alcanzado por las restricciones. La diferencia es de aproximadamente 10% a la hora de escribir este artículo, pero puede ampliarse aún más si los controles se extienden en el futuro, tal como existía en épocas del cepo cambiario de CFK.
Dólar MEP o bolsa
El «Mercado Electrónico de Pagos» (MEP) es una forma de comprar dólares, es decir obtener divisas, utilizando el mercado de bonos soberanos en dólares. A esta operatoria también se la conoce como «Dólar Bolsa».
Hay que entender que los bonos en dólares cotizan tanto en pesos y dólares. Los más líquidos son usados para esta operatoria.
Son lo que se conoce en la jerga como «argendólares», y son los que pueden obtenerse a través de los bonos tipo «D» (AO20D, AY24D, DICYD. Los bonos que se compran a través de un agente de bolsa en una cuenta local y la operatoria es simple: con los pesos en la cuenta, se compran bonos en dólares expresados en pesos y se los vende automáticamente en dólares. Cuidado si el precio de venta es superior y por montos altos, porque puede tributar el impuesto a la renta financiera por la diferencia.
La operatoria, totalmente en blanco con dinero que ya había sido declarado en la cuenta, es accesible para aquellas personas que no tienen cuentas en el exterior.
En síntesis, el Dólar MEP es un dólar local que se compra a través de bonos en dólares, que se cotizan en pesos y en dólares, por medio de una sociedad de bolsa. El cálculo de cuántos dólares se compran a cambio de cuántos pesos determina la cotización del Dólar MEP.
Dólar contado con liquidación o cable
El «Contado Con Liquidación» (CCL) es una forma de sacar divisas del país: se realiza a través de un bono o también a través de una acción listada en el exterior a través de ADRs (American Depositary Receipts) que compra en pesos o dólares en Argentina, y se vende en el extranjero.
Es el también llamado «Dólar Cable», es decir el que es transferible al exterior a través de la compra de los bonos tipo «C» (AO20C, AY24C, DICYC).
Requiere tener una cuenta en el exterior. Es por eso que no es algo utilizado por la mayoría de los ahorristas argentinos, y reservado a inversores más profesionales, o empresas que puedan acceder a las divisas puestas en el exterior a través de este canal, totalmente en blanco.
Si bien se cuestionó su legalidad en el pasado, ni la justicia ni el gobierno prohibieron la herramienta. En su reciente decreto, el gobierno facultó al Banco Central a «establecer reglamentaciones que eviten prácticas y operaciones tendientes a eludir, a través de títulos públicos u otros instrumentos, lo dispuesto» en su medida. Guido Sandleris, presidente del Banco Central, igualmente dijo que no lo iba a prohibir. Falta conocerse si hay alguna restricción dictada por parte de la CNV.
Una persona o empresa utiliza pesos para comprar acciones o bonos que coticen en Argentina y en el mercado internacional (EE.UU. por naturaleza). Después, esos activos se transfieren a la cuenta en el exterior y se venden contra dólares.
Las especies «C» suelen ser más caras que las «D» dado que implícitamente se encuentra el costo de transferencia en el activo.
El cálculo de cuántos dólares se compran a cambio de cuántos pesos determina la cotización del dólar CCL.
También esta operatoria suele realizarse a través de un agente de bolsa y sirve para transferir dólares al exterior cuando se prohíbe o limita a empresas y bancos girar dividendos a sus casas matrices, como vuelve a ocurrir ahora.