En diversos encuentros, el ministro pintó un panorama de cómo cree que evolucionarán las distintas variables de la economía, que afectarían positivamente la cotización de los títulos públicos.
Las metas de crecimiento y déficit fiscal que figuran en el Presupuesto serán sustancialmente mejoradas. Argentina crecerá este año casi 7% (no ya 5%) y el déficit fiscal se ubicará por debajo del 3% (en lugar del 4,5% del PBI). Este último resultado se obtendrá por una mejora en la recaudación impositiva de más de 10 puntos por encima de la inflación, proceso que se viene registrando desde diciembre del año pasado. Por otro lado, las reservas reales aumentarán este año casi u$s6.000 millones, y no habrá alteraciones cambiarias. En cuanto a la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), esta continuará en el tiempo y no hay motivos reales para determinar que no habrá acuerdo final, aunque hoy no se pueda determinar el momento. Y cuando todo este panorama se consolide, los títulos públicos de la deuda argentina volverán a cotizar como un bono emitido luego de una reestructuración de deuda, y no como hoy en niveles de default.
Este fue el mensaje que Martín Guzmán les transmitió a varios fondos de inversión, invitados a escuchar al ministro de Economía entre el jueves por la noche y el sábado a la mañana durante la estancia del funcionario de Nueva York. Las reuniones se realizaron de a cinco concurrentes, pero con muchos fondos más enganchados de manera virtual a través del Zoom. Si bien muchos quedaron fuera (por decisión del propio Guzmán, los fondos críticos no fueron convidados), la mayoría de las entidades que intervinieron en el canje de deuda de agosto del año pasado, y que respetaron al menos hasta fin del año el “pacto de caballeros” de no vender esa deuda, participaron de alguna de las presentaciones del ministro. Todas basadas en los mismos papers y filminas, con la intención de convencerlos de permanecer en poder de los papeles argentinos, a la espera de mejores momentos de cotización. Se trata de fondos de inversión que, hasta la semana pasada, habían recibido en agosto 2020 títulos públicos con cotización internacional a un Valor Presente Neto (VPV) de 54,8%; apuestas que hoy navegan con dificultad de sostener un 33%. Esto es en nivel de default. La estrategia de Guzmán en Nueva York se basó en no justificar la caída, sino en mostrar que los números de la Argentina del 2021 sorprenderán por lo buenos, y que para el 2022 comenzará una nueva etapa de crecimiento sostenido. Afirmó el ministro que los datos oficiales que se manejan en Buenos Aires, hablan de una recuperación de la economía en niveles superiores a los esperados originalmente; y que para el segundo trimestre del 2021 se podrán observar datos de crecimiento de dos dígitos en la comparación interanual. Mostró también la curva de recuperación de la recaudación en los impuestos vinculados a la actividad y el consumo, con la inflación acelerada del primer bimestre del año; explicando que los 10 puntos de diferencia que se observan desde diciembre a febrero, continuarán el resto del año en el mismo nivel. O incluso se separarán aún más, ya que Guzmán siguió defendiendo ante los fondos de inversión su proyección de una inflación más cerca del 29% que del 50% que esperan los privados. Finalmente, aseguró que esta tendencia recaudatoria, determinará que al final del año el registro de déficit fiscal será menor al 4,5%, y que no debería sorprender un nivel inferior al 3%. El ministro afirmó que su intención es sostener los niveles de gasto público en los estados actuales; meta que se conseguiría sin aplicar los planes sociales que se ejecutaron durante el 2020. Par Guzmán, si este estancamiento del nivel de gasto se cruza con la mejora de la recaudación; la meta fiscal presupuestada mejorará sin necesidad de aplicar sintonía fina sobre los subsidios.
Según comunicó Economía, de manera presencial participaron algunos de los fondos más “friendly” de la negociación de agosto. Estuvieron escuchando en vivo y en directo, sin red, por Monarch Alternative Capital LP, Ian Glastein; el vicepresidente de Contrarian Capital Management LLC, David Fink; el director gerente de Fintech Advisory Inc, Andrés Lederman; y el presidente de Greylock Capital Management LLC, Hans Humes. También participaron, siempre según la comunicación oficial, el director gerente de Estrategia de Oportunidades y Mercado de Deuda en Mercados Emergentes de Oaktree Capital, Jonathan Plavnick; Samir Arora, socio en Stonehill Capital Management LLC; y Pilar Tavella y Sebastián Vargas, economista jefe para Argentina y director de estrategias de deuda para América Latina de Barclays, respectivamente. Fuentes argentinas aseguraron que vía zoom escuchaban atentamente ejecutivos de BlackRock, PIMCO, Ashmore y Fidelity; además de representantes del HSBC, Bank of America y el Lazard, los tres bancos que intervinieron en la colocación de deuda; y que son mirados de reojo por los bonistas que ven como se deprecian sus utilidades. También estuvieron escuchando vía zoom otros bancos como JP Morgan, Deutsche Bank, UBS, Credit Suisse y otros grandes jugadores de Wall Street.
El funcionario no fue claro sobre las verdaderas intenciones oficiales para cerrar con el FMI en tiempo y forma. Sólo mencionó que su gira continuará desde hoy en Washington, donde tendrá varias reuniones programadas con la directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva, y con la ahora responsable del caso argentino, la norteamericana Julie Kozac, directora adjunta para el Hemisferio Occidental. El ministro reconoció que se buscará una negociación “ad hoc” con el FMI, y que no hay apuro en cerrar un acuerdo. Deslizó en algún momento la alternativa de esperar al encuentro de otoño del Fondo, que se organiza todos los octubres de cada año. Curiosamente, el mismo mes de las elecciones en la Argentina.