El concepto “tormenta perfecta” se acuna en relación a las condiciones climáticas “ideales” para que determinados fenómenos se condensen en un evento de gran importancia. Este concepto ha sido aplicado a muchas circunstancias y bien puede utilizarse en el caso del mercado de granos actual.
La tormenta perfecta supone que se reúnen determinadas condiciones que derivan en un hecho “fuerte” de cambio. Muchos de nosotros hemos estado frente a sucesos en los cuales se percibe una situación tensa y que finalmente estalla con muchas derivaciones y consecuencias posibles. Es allí cuando aparecen y recobran valor las virtudes de las personas. Es en momentos de zozobra cuando debemos aplicar la inteligencia creativa y tratar de transformar la realidad que se nos presenta para volver a buscar el tan deseado equilibrio.
La realidad del mercado actual de granos se presenta al menos complicada. Diversos factores están afectando la rentabilidad y acotando el resultado del negocio agropecuario. Cuatro factores están presente hoy y generan incertidumbre: el aspecto económico, los eventos políticos, el clima y los precios. Estos 4 elementos son los que pueden preparar y disponer para el sector una tormenta perfecta.
En cuanto al aspecto económico preocupa la aceleración del tipo de cambio el cual saltó las últimas semanas al 3% mensual. Algunos analistas sugieren que analizar la evolución podría arrojar un número cercano al 40%. El encarecimiento de las tasas de interés de los créditos y el aumento progresivo de los costos son cuestiones que van a influir en el número final de rentabilidad con la que se alzará el productor en el momento de cosecha.
Los eventos políticos siguen imprimiendo en toda la actividad en general un aspecto particular. Las decisiones que puedan tomarse antes y después de las elecciones van a impactar en nuestro agro. La aprobación de ROEs de Maíz y Trigo, la falta de estadísticas claras, el nivel de retenciones a las exportaciones y la presión impositiva son sólo algunos elementos a los cuales debemos prestar atención en los próximos meses.
En cuanto al clima, los analistas aún no logran determinar claramente qué eventos tendremos. Por el momento la falta de lluvias ya afectó a los cultivos de cebada y de Trigo (los cuales además sufrieron las heladas). También se vio afectada la siembra de Girasol y Maíz, derivando la intención de siembra a Soja.
Los pronósticos indican que durante la primavera se podrían registrar lluvias por debajo de los promedios y temperaturas por encima de lo usual, aunque los meses de pleno verano (enero-febrero) tendrían lluvias normales. Veremos qué depara el clima, lo cierto es que cada día es más complejo poder hacer predicciones, quedando los modelos de pronósticos truncos ante eventos extremos que se vienen registrando los últimos períodos.
Para terminar, el nivel de precios genera incertidumbre para varios de los granos que se producen en nuestro país.
En Soja, los precios disponibles por el momento se mantienen estables en torno a los u$s 340, pero el ingreso de la nueva cosecha en EE.UU. y la posibilidad de que más exportadores locales continúen con la tendencia de frenar la molienda de soja, podrían generar presión en el corto plazo. Para los precios de la cosecha 2014/15, los valores no logran alcanzar a los u$s 300. En este caso, las crecientes posibilidades de que Sudamérica obtenga una buena cosecha podría derivar en menores precios hacia mayo. De todas maneras aún quedan varias instancias que se deben atravesar hasta llegar a dicho período.
En Trigo, luego de la baja de la superficie sembrada, la carencia de adecuadas lluvias y las bajas temperaturas derivaron en una fortaleza del cereal que alcanzó a u$s 250 para mercadería condiciones cámara. Aquellos productores que puedan comenzar a cosechar en el mes de noviembre posiblemente puedan obtener mejores precios de la mano de la necesidad de la industria al igual que quienes puedan diferir las ventas hacia el mes de marzo o julio de 2014. Como varias veces aconsejamos, poder identificar o segregar el trigo por calidades diferenciadas puede llevar también a defender mejor el valor de la mercadería para vender.
En Maíz el panorama no está claro. Aún no se ha podido determinar cuál ha sido la producción final de maíz en nuestro país y como consecuencia de ello se han ido determinando los ROE aprobados hasta hoy. El panorama externo no es muy alentador. Con EE.UU. recuperando stocks y con perspectivas de buena producción. Las existencias de forrajes a nivel mundial registra también una recuperación. Conforme a lo anterior difícilmente los precios puedan recuperar notablemente. Como último recurso cabe mencionar que la relación soja/maíz en EE.UU. está debilitada por el lado del cereal, lo que hace pensar que en los próximos meses este “pase” podría mostrar un maíz más firme en relación a la oleaginosa.
El escenario futuro para el sector agropecuario se presenta con mucha incertidumbre y la rentabilidad que finalmente obtendrá la cadena en general dependerá del peso relativo de cada uno de los elementos antes mencionado . La “tormenta perfecta” puede darse o no. Lo que si sabemos es que deberemos seguir atentamente la realidad y permanecer informados y actualizados más que de costumbre.
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Hernán Derva
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