Según anticipó Bausili, se buscará sustituir la deuda de corto plazo en manos de extranjeros por locales. Se busca bajar el riesgo del año electoral
Este año el Gobierno apostó a renovar un 70% de deuda dolarizada de corto plazo con parte de la misma en manos de inversores extranjeros, un grupo que puede tornarse volátil en medio de la incertidumbre preelectoral.
Por eso, para cumplir con la meta financiera y obtener la máxima refinanciación posible, los analistas advirtieron que el Ministerio de Hacienda deberá apostar a renovar vencimientos en el mercado interno aprovechando la excesiva liquidez que acumula el sistema financiero local.
Esta estrategia que apunta a «cambiar de manos» los vencimientos de la deuda de corto plazo en dólares, como las Letras del Tesoro (Letes), la anticipó Santiago Bausili, secretario de Finanzas, en una entrevista periodística en la cual aseguró que, en la última ronda de licitaciones del título, «hubo unos u$s 200 millones en manos de extranjeros que fueron canceladas, como un proceso que se viene desarrollando hace varios meses».
A su vez, el funcionario señaló que un monto similar al cancelado a extranjeros fue adquirido por el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de Anses, que las Letes en manos de locales «se renovaron por completo» y que «sólo quedan unos u$s 1600 millones en manos de inversores externos, por lo que no va a ser difícil reemplazarlos».
Para Daniel Millia, profesor de Mercado de Capitales de la UBA, esta maniobra le permitirá al Gobierno reducir el perfil de riesgo de la deuda y, al estar en manos de agentes del sector público o del sector privado local, aumenta las posibilidades de renovar colocaciones a futuro bajo el mandato de un nuevo gobierno y, así, no tener que utilizar dólares provenientes del Fondo Monetario Internacional (FMI) para cancelar deuda de corto plazo.
En ese punto, el economista aseguró que la apuesta por impulsar la demanda de Letes en los bancos locales, «que están muy líquidos y pueden comprar un gran volumen de títulos», es una buena estrategia siempre y cuando «la recesión no se agrave y no haya una nueva devaluación que empeore las expectativas de inversores».
También, Millia aclaró que quitar deuda de las manos de extranjeros permitirá llegar al 2020 con un perfil menos riesgoso de deuda, por lo cual el Gobierno podrá emitir a menores tasas.
Hasta el tercer trimestre, el stock que se encuentra en manos de privados en el exterior es del 80%, es decir, cuatro cuartos del total, y es uno de los motivos de preocupación ligada a la futura sostenibilidad que enfatizó en varias ocasiones el equipo técnico del FMI.
Ante la dificultad de poder refinanciar un volumen de Letes similar al obtenido hasta ahora, pero hacerlo solamente con el mercado local y en un período próximo a las elecciones, Bausili dijo a Infobae que «si se observa el portafolio en dólares de los inversores argentinos, hay casi u$s 30.000 millones en bancos a tasa cero. Y unos u$s 10.000 millones en Letes al 4,75%». Y agregó: «No veo por qué estos tenedores que perciben un rendimiento van a querer salir de ese instrumento».
Según el último programa financiero presentado en el Palacio de Hacienda, este año el Tesoro prevé renovar el 70% del total de vencimientos de Letes, por lo que finalizará 2019 con ingresos por u$s 8800 millones de las renovaciones.
Para Martín Vauthier, director de EcoGo, Hacienda va a apuntar a refinanciar lo máximo posible para resguardar dólares del préstamo con el Fondo y dar una señal de liquidez al mercado. Es por esto que para el economista esta estrategia gradual es necesaria y acertada ya que «en general es más fácil refinanciar deuda en el mercado local con el stock de dólares en depósitos que se encuentran en el sistema financiero que hacerlo con inversores extranjeros».
Este es un tema que no debe subestimarse nuevamente ya que, según el experto, fue la falta de liquidez en las renovaciones de Letes por u$s 2000 millones que vencían el año pasado la que obligó al Gobierno a tener que pedir un préstamo al organismo monetario internacional.
En cuanto a las dificultades que podría traer implementar esta estrategia a lo largo del tiempo, Vauthier dijo que el desafío de va a dar cuando el Tesoro empiece a emitir Letes cuyo vencimiento ingrese en el período del nuevo gobierno.
En ese punto, en caso que no se llegue a la renovación estipulada en el programa financiero, se deberá cancelar deuda con dólares del Fondo, una acción que no compromete tanto al gobierno ya que «se cambia deuda de muy corto plazo por otra de corto plazo, pero con un acreedor con el que se tiene mayor capacidad de renegociación».
En la próxima licitación de febrero, Hacienda deberá decidir si renovará el 12% de los vencimientos que está en manos de extranjeros.