De la mano de los bancos, los ADRs argentinos anotaron subas generalizadas, ampliadas en el último tramo de la jornada. Además, el índice S&P Merval trepó un 4,9%, a 35.850 unidades, y los bonos ganaron hasta 6,1%. Este viernes vence el plazo para que los acreedores digan si aceptan la oferta reestructuración del Gobierno.
En horas cruciales para la definición sobre el canje de la deuda soberana en dólares, los activos argentinos anotaron importantes ganancias este jueves, sobre todo los ADRs, aunque en un contexto cauto y selectivo de negocios, igualmente ayudados por un clima internacional mayoritariamente positivo.
A espera de nuevas señales por parte de acreedores y sobre todo del Gobierno con relación al plan de reestructuración de deuda soberana por 65.000 millones de dólares, el índice S&P Merval de Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA) escaló un 4,9%, a 35.859 unidades, apuntalado por los bancos.
Los ascensos fueron liderados por los papeles de Banco Macro (+10,2%); del BBVA (+9,6%); del Grupo Financiero Galicia (+8,6%); y del Grupo Supervielle (+8,3%). Además, sobresalió la performance de Holcim (+9,6%). La baja más pronunciada fue la de la transportadora de energía Transener (-0,9%).
El balance general en acciones arrojó 142 papeles al alza, 57 en baja y nueve sin cambios, y el volumen total negociado en acciones creció fuerte a $1.767 millones (25,6 millones de dólares).
Las subas de la bolsa local fueron impulsadas desde Wall Street, donde los ADRs del sector financiero lograron fuertes incrementos, de hasta dos dígitos: Grupo Supervielle (+13,3%); Banco Macro (+9,7%); BBVA (+8,3%); y Grupo Financiero Galicia (+8,1%).
A su vez, los activos de YPF subieron un 6,4%, impulsados por el anuncio del regreso del barril «criollo» en Argentina.
Este viernes por la tarde vence el plazo para que los inversores digan si aceptan la oferta reestructuración del Gobierno que incluye un recorte de intereses del 62%, un período de gracia de tres años y una quita de capital del 5,4% de sus bonos en dólares.
En el mercado se descuenta que por ahora no se logrará llegar a un acuerdo, por lo que las negociaciones seguirán durante las próximas dos semanas hasta la fecha límite del 22 de mayo, donde se definirá si Argentina entre o no en default (por el no pago de los intereses de los bonos Globales el pasado 22 de abril).
«De acuerdo a cifras no oficiales, la adhesión de los bonistas a la propuesta de Guzmán rondaría apenas 25%», explicó a Ámbito Mariela Díaz Romero, economista senior de Econviews.
Por eso este jueves, el Gobierno se mostró este jueves «dispuesto» a recibir contraofertas de los bonistas, aunque les advirtió que esas iniciativas deben asegurar la «sostenibilidad» de pagos. El ministro de Economía, Martín Guzmán, afirmó: «Estamos dispuestos a considerar cualquier combinación de reducción de intereses, reducción de capital, extensión y vencimiento del periodo de gracia que respete las limitaciones que definen lo que es sostenible».
En su propuesta, la Argentina condicionó cualquier acuerdo a que los pagos de la deuda sean sostenible en el largo plazo y permitan el crecimiento económico.
Mientras tanto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) aclaró este jueves que no está involucrado en la negociación entre el país y los acreedores, y remarcó que confía en que Argentina logrará un acuerdo para reestructurar su deuda soberana con alta aceptación de acreedores.
Bonos y riesgo país
En el segmento de renta fija, los principales bonos subieron hasta 6,1% en promedio en una plaza selectiva y especulativa de negocios, donde los bonos nominados en dólares encabezaron la tendencia.
Según operadores, el mercado interpreta que el diálogo entre los acreedores y el Gobierno se volvió más fluido luego de varios días en donde cada uno estaba muy firme en su postura.
En el mercado se manejan básicamente dos escenarios, uno de default, a partir del cual los bonos podrían bajar aún más de lo que han retrocedido hasta ahora; y otro escenario de acuerdo entre las partes, en el que se descuenta un importante rally alcista en los precios de los títulos, comentaron desde Rava.
Antes de conocer el resultado del canje de LETES y el AF20, por bonos Boncer en pesos, la renta fija en moneda local operó de manera mixta y algunos títulos continuaron experimentando correcciones en sus precios.
Por su parte, el riesgo país de Argentina, medido por el banco JP.Morgan, anotó su tercera baja consecutiva, al ceder 39 puntos a 3.335 unidades, nuevo mínimo desde marzo.
«El descenso de este índice debe ser tomado con cautela ya que hay mucha incertidumbre con respecto a la reestructuración de la deuda. Es crucial un acercamiento de posiciones concreto para evitar un default soberano», indicó Díaz Romero.
Impulso de Wall Street
Los avances en los activos argentinos fueron respaldados por los índices de Wall Street, que subieron este jueves y el Nasdaq borró las pérdidas del 2020, después de una serie de resultados alentadores, como el de PayPal, ya que los inversores ponían la vista más allá de unos débiles datos de empleo causados por la recesión económica inducida por el coronavirus.
El Promedio Industrial Dow Jones ganó un 0,9%, a 23.875,89 unidades; el índice S&P500 subió un 1,1%, a 2.881,19 unidades; y el Nasdaq sumó un 1,4%, a 8.979,66 unidades.
Energía, materias primas y financieras, sectores que han estado rezagados este año, lideraron el avance en el S&P 500, mientras que los productos básicos de consumo fueron los que más cayeron.
Las acciones del procesador de pagos PayPal ganaron un 14% e impulsaron al S&P500 tras pronosticar una fuerte recuperación en los volúmenes de pagos en el segundo trimestre por las medidas de confinamiento y distanciamiento social, que llevan a más gente a comprar por internet.
El mercado ha repuntado fuertemente desde finales de marzo gracias a enormes estímulos monetario y fiscal. Los inversores están observando ahora los esfuerzos de varios estados para estimular sus economías mediante la reducción de las restricciones para luchar contra el brote del coronavirus.
«Hasta ahora todo va bien y creo que el mercado asume que es una buena señal», dijo Brad McMillan, director de inversiones de Commonwealth Financial Network. «El mercado está mirando y diciendo que hasta ahora, todo va bien.»