En una semana en la que la licitación de letras jugará un rol central, se destaca la recuperación del precio de la divisa de EEUU
A pesar del feriado de Estados Unidos, que dejó sin referencias al mercado local e impidió medir el riesgo país, hubo novedades que pueden incidir en la semana.
El menú de licitaciones del martes es amplio. Hay bonos en dólares y en pesos a tasa fija e indexados. El resultado será importante porque servirá de guía a los inversores. Del comportamiento del mercado ante estos bonos depende de que se acelere o se mantenga en este ritmo la dolarización de las carteras de inversión.
Hay un bono que apunta a ser el menos exitoso y que tiene tenedores en retirada. Es el Lecap, un título que se capitaliza mensualmente y que se ofrecerá a una tasa mensual de 2,65% y 3,75% mensual con vencimiento el 31 de mayo próximo o febrero de 2020. La inflación de enero de 2,90% y la de febrero, que apunta también alto, hicieron que los inversores del exterior se estén deshaciendo de este producto y que goce de menos simpatía en el mercado local.
En cambio, el que ganó puntos es el Lecer a 98 días que ajusta por el costo de vida más una sobretasa de 4,5% anual. Los tenedores de plazo fijo que obtienen rendimientos de menos de 3% mensual, lo prefieren. Ven una inflación que hasta mayo o junio seguirá muy alta.
Pero el bono clave sigue siendo la Lete en dólares a 217 días, es decir vence el 27 de setiembre antes de las elecciones presidenciales. Solo se puede suscribir en dólares y paga una tasa de 4,75% anual. El Gobierno reza para que se renueven los USD 960 millones porque se le vienen encima una seguidilla de vencimientos de estos títulos que le puede complicar el plan económico si no se renuevan en casi su totalidad.
En este marco, los inversores adelantaron su veredicto. A pesar del feriado de Estados Unidos y de las limitaciones del mercado local y la suba de las tasas de las letras de Liquidez, la divisa de Estados Unidos cerró cerca de los máximos del día.
El dólar mayorista aumentó 21 centavos. Había llegado al inicio de la rueda a $38,86, luego bajó a $ 37,72 y al final terminó en 38,83 pesos. En bancos y casas de cambio, el dólar al público subió 29 centavos a 39,80 pesos. El «blue», casi sin movimiento, aumentó 0,65% a $38,75 y está a punto de superar al dólar oficial.
Por supuesto, el riesgo país no se midió porque los mercados de Estados Unidos no funcionaron por la conmemoración de «El Día de los presidentes».
Reservas, Leliq y Bolsa
Las reservas subieron USD 51 millones a 66.969 millones. En el exterior por la suba del oro y del euro se ganaron 51 millones y se pagaron 13 millones a organismos internacionales y a Brasil.
En la licitación de Letras de Liquidez (Lleliq) se adjudicaron los $190 mil millones que se licitaron a una tasa promedio de 44,31% que es 0,10 puntos más elevada que la del viernes. Esta suba de la tasa es irrelevante, pero es la segunda consecutiva y marca el fin del recorte de las tasas de interés, un hecho que preocupa al gobierno porque atenta contra su ilusión de reactivar la economía. El problema es que si mueve la tasa se le dispara el dólar. La inflación fue la gran decepción porque a pesar de controlar el dólar desde que se inició el plan monetario, recrudeció en enero.
La licitación, además, dejó una expansión de alrededor de $1.600 millones porque no se cubrieron los intereses a 7 días que devengan las Leliq y este dinero puede ir en búsqueda de dólares.
El comportamiento de los bonos fue irrelevante. El Bonar 2024, el título de referencia en dólares subió 0,17%, menos que la divisa. Si los mercados de Estados Unidos hubieran funcionado, el riesgo país hubiera crecido.
La Bolsa tuvo un comportamiento irregular. El índice S&P Merval de las acciones líderes cedió 0,31%. Abrió 0,05% arriba y pronto bajó a 0,57% para luego recortar la pérdida. Los negocios fueron 40% de lo habitual, $351 millones.
Lo más destacado fue lo de Grupo de Valores (+5,69%), Aluar (+5,26%) y Ternium (+5,06%).
La licitación de esta semana será clave. Lo que es notorio es la dolarización de la economía y la recuperación del precio del dólar. Los plazos fijos no se renuevan con la fuerza de antes y esto ha cambiado las reglas del juego.