Ese fondo compró un 0,5% en YPF. Dice que será la principal beneficiaria del nuevo flujo de fondos por “cientos de miles de millones de dólares”.
El fondo Hayman Capital Managment, de Kyle Bass, compró un 0,54% de YPF porque prevé que, cuando el Gobierno de Cristina Kirchner alcance un acuerdo con los fondos buitre, habráun boom de inversiones en la Argentina del que la petrolera será la principal beneficiaria.
Hayman tiene bonos del canje de jurisdicción británica. Son parte de los bonos que no están bajo ley de Nueva York pero que igual quedaron bloqueados por la orden con la que el juez Thomas Griesa puso presión a la Argentina para que les pague a los fondos buitre los u$s 1.330 millones más intereses que les reconoció la Justicia norteamericana por sus bonos defaulteados a fines de 2001. Por eso, junto al millonario húngaro George Soros –cuyo fondo Quantum está en la misma situación-, demandó a la Justicia británica que le garantice el cobro de los intereses de esos papeles.
Pero no es la única apuesta de Bass en la Argentina. En septiembre, el fondo compró acciones de YPF por u$s 79,2 millones, con lo que se hizo del 0,54% de la petrolera, según informó la agencia de noticias Bloomberg. Y, reveló Hayman, lo hizo porque prevé que la compañía recibirá cuantiosas inversiones cuando el país logre solucionar el conflicto buitre.
“Cuando acaben los problemas con los buitres, la Argentina atraerá cientos de miles de millones de dólares en inversión extranjera directa (IED)”, afirmó Bass en un comunicado difundido por mail en el que agregó que “probablemente YPF sea el primer beneficiado por esos flujos de capitales”.
Bloomberg señala que los títulos públicos argentinos tienen hoy valores superiores al promedio de los últimos años por la especulación de un acuerdo con los fondos buitre el año que viene y un eventual regreso a los mercados internacionales.
Como Bass, Soros y el fondo Third Point de Daniel Loeb también tienen acciones de YPF. Según el titular de Hyman, “la Argentina tiene la oportunidad de solucionar sus problemas de balanza comercial en los próximos años con el desarrollo de Vaca Muerta y otros campos no convencionales” de gas y petróleo.