Se viene la última rueda de 2018 y el balance para los que jugaron en la bolsa es negativo. Los ganadores fueron los que se posicionaron en dólares billete y no se movieron
El dólar comenzó el día en alza, pero pronto el Banco Central apeló a su capacidad de secar la plaza a cualquier precio. El día anterior, al colocar Lecap y Lecer, dos títulos en pesos de alto rendimiento, había logrado una absorción neta de casi $4 mil millones.
Pero como el instinto de dolarizarse permanece firme en el mercado, en la licitación de Letras de Liquidez (Leliq) del jueves absorbió más de $13 mil millones porque tomó más dinero del que vencía y pago la misma tasa de corte del día anterior de 59,85% una tasa que es letal.
Ya es una realidad que una de las metas del plan monetario de bajar gradualmente las tasas, está en lo más profundo del archivo. La idea, que no es original porque la aplican casi todos los gobiernos, es barrer la basura bajo la alfombra para llegar bien a fin de año. Pero las complicaciones aparecerán en 2019 cuando el stock de Leliq, con sus impagables tasas, comience a erosionar la economía porque el dinero depositado en los bancos no alcanzará para renovarlas. El impuesto a la renta financiera ahuyentará a los inversores de plazo fijo que alimentan las Leliq.
El dólar, a pesar de la leve baja, sigue al acecho porque sabe que el plan tiene fecha de vencimiento y el turno de la divisa está cercano.
Así lo demuestra el mercado marginal donde el «blue» por primera vez en mucho tiempo cotiza por encima del dólar oficial. El jueves llegó a $41 y terminó al mismo precio del día anterior de $40. En bancos y casas de cambio, donde la divisa comenzó con una suba de más de 30 centavos, terminó con una baja de 8 centavos a $39,40. El dólar mayorista, que iba camino a los $38,80 pronto cambió el rumbo y bajó 35 centavos a $38,35.
El viernes vencen los futuros y habrá que cancelar posiciones por lo que el día va a ser intenso.
La factura le va a llegar toda junta al Gobierno en 2019 y los brotes verdes de una leve reactivación quedarán lejos por la elevación de la presión impositiva al aplicar la renta financiera sobre plazos fijos y bonos. Es uno de los impuestos más injustos porque los paga hasta el que tiene dinero a plazo y pierde frente a la inflación. Ni hablar del que le presta dinero al gobierno y recibe bonos.
El sistema financiero desborda de impuestos. Los préstamos pagan IVA sobre la tasa de interés y sobre los seguros de vida que lleva implícito el crédito. Los créditos hipotecarios pagan seguro de vida y vivienda que también están alcanzados por el IVA. Las transacciones son castigadas con ingresos brutos y ni hablar del absurdo impuesto de 1,2% al cheque.
Lo incomprensible de cobrar impuesto a la renta de bonos es que si alguien mira las pantallas de los mercados la columna del «offer» (oferta) de títulos argentinos está colmada de vendedores, pero en la columna del «bid», donde se colocan los compradores está vacía. Por eso cada día se hacen escasas operaciones con bonos a paridades menores que engrosan el riesgo país.
A todo esto, las reservas perdieron USD 335 millones y quedaron en 66.111 millones porque se pagaron los intereses del Birad 2117 por USD 98 millones y 4 millones a organismos internacionales y a Brasil. De todas maneras, la caída obedece al retiro de dólares de los bancos, por pedido de sus clientes. Las vacaciones y otros gastos estimulan que los ahorristas acudan a sus reservas en dólares. Por otra parte, por la ganancia por la suba del euro y las demás monedas, las reservas se revaluaron en 108 millones.
La Bolsa tuvo una fuerte suba de 3,67% con un elevado monto de negocios de $ 767 millones. Los bancos fueron clave en esta resurrección. Supervielle (+8,04%), Francés (+7,34%), Macro (+6,82%) y Galicia (+5,24%) estuvieron entre los papeles más destacados.
En Wall Street, los ADR’s argentinos tuvieron otra rueda excelente. Los certificados de tenencia de acciones que cotizan en dólares, tuvieron alzas de hasta 5,59% como fue el caso del Banco Macro.
Se viene la última rueda de 2018 y el balance para los que jugaron en la bolsa es negativo. Pierden 2% en el año. Pero esa baja medida en dólares les devoró casi 60% del patrimonio que tenían a principio de año.
Los ganadores fueron los que se posicionaron en dólares billete y no se movieron de esa posición, a pesar del plan monetario que nació el primer día de octubre.