Atacar el gasto público, adoptar el ajuste por inflación en materia impositiva y desarrollar un nuevo sistema tributario para el largo plazo. Son las tres medidas que propone Humberto Bertazza, presidente del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad de Buenos Aires. Según Bertazza estos tres aspectos podrían ayudar a calmar el agitado mar en que se encuentra la economía del país.
“Más que estar haciendo modificaciones coyunturales, la Argentina se debe una discusión a fondo del sistema tributario, de sus debilidades, sus fortalezas y cómo el sistema tributario puede ayudar al crecimiento con inclusión social”, afirmó Bertazza.
Contador de profesión, el titular del CPCE llegó a la presidencia del Consejo hace menos de un año, pero antes fue uno de los impulsores del “Libro Azul” en el que junto a 50 tributaristas trabajaron en pautas para una reforma tributaria, diagnósticos y propuestas para el corto y largo plazo.
¿A qué conclusiones llegaron en el Libro Azul?
Uno de los temas en que coincidimos es la falta de adopción del ajuste por inflación en materia impositiva, este tema hace que las empresas y los ciudadanos estén pagando los impuestos sobre utilidades que son irreales, o que son espurias o nominales.
Un ejemplo sería…
El impuesto a las Ganancias. Es un impuesto que se paga sobre la renta, sobre la ganancia que tienen las empresas y el problema es cómo se mide esa ganancia. Cuando no contemplamos el ajuste por inflación, llegamos a determinar una ganancia que no tiene que ver con la ganancia real que tiene la empresa. Esto lo ve el comerciante de la esquina, cuando vende un producto, gana el 10%, y cuando va a reponer ese producto y se da cuenta que no tiene la posibilidad de recomprarlo, con lo cual la ganancia que tuvo no es una ganancia real y esto impide que continúe con el giro de sus negocios”.
Cambiando de tema, se habla mucho sobre la presión tributaria…
La relación mide la totalidad de las obligaciones tributarias más seguridad social a nivel nacional, provincial y municipal. Tenemos que pensar que los impuestos, en nuestro país, que es federal, tienen esos tres niveles. La totalidad de estos impuestos a nivel de todas las cargas tributarias en relación con el producto bruto da la presión tributaria. Y si analizamos los últimos quince años de la historia argentina, nos vamos a dar cuenta de como creció exponencialmente la carga tributaria.
Es una decisión política…
Claro, una forma de financiar al Estado. Podrían haber dicho "nos vamos a financiar con deuda pública", pero eligieron la presión tributaria. En este momento es una más de las importantes de la región y esto trae problemas de competencia con los países con los que nos vinculamos, pues tienen una carga menor. También tiene que ver con la calidad del gasto público y acá aparece la impresión de la calle, de los ciudadanos, como que los servicios no son los adecuados frente a la gran presión tributaria.
¿Cómo tiene que combatir la inflación el Gobierno?
Se requiere de un plan antiinflacionario, creo que todos los agentes están esperando del Gobierno concretarlo. Esta es la expectativa y cuando uno piensa en un plan así, piensa en los costos políticos que implican adoptar las medidas de un plan antiinflacionario. Creo que esta es la circunstancia en que se encuentra el gobierno en este momento. Habrá que ver si está dispuesto a pagar el costo político de las medidas que tiene que adoptar.
¿Qué medida cree que sería decisiva?
Atacar el gasto público, dentro del gasto público hay partidas más flexibles y otras menos, pero todo pasa por la óptica de poder tomar la decisión. Se requiere decisión política.
¿Porqué no bajar el IVA a los alimentos de la canasta básica?
Desde nuestro punto de vista no creemos que sea una buena medida desde lo técnico bajar la alícuota. Porque si con esto lo que se pretende es bajar el precio de una cierta canasta para el público en general, la experiencia argentina es que no ocurre. Se tiene que re-analizar el sistema de devolución del IVA, sería bastante más efectivo que bajar la alícuota a los alimentos.