Sería el nivel más alto desde mayo de 2016. Influyen la suba de «regulados», pero también el impacto de la devaluación
Todo apunta a que agosto se transforme en el peor mes del año en materia inflacionaria. Por el aumento de precios regulados como energía y transporte, además de la nafta, se esperaba un piso cercano al 3%. Pero luego de una primera quincena que tuvo fuertes aumentos ahora la expectativa es que en realidad llegue al 4% respecto del nivel de julio.
La consultora Elypsis fue una de las primeras en advertir este fenómeno. Uno de sus directores, Gabriel Zelpo, señaló que entre los productos que más están aumentando fuera de los precios regulados se encuentran algunos que tienen un alto impacto en la canasta básica. Uno de ellos es la carne, que venía aumentando menos que la inflación promedio. También lácteos y finalmente el aceite, uno de los productos más dolarizados.
«Por el tema de la sequía primero y luego las inundaciones, muchos productores habían acelerado la faena de animales. Pero ahora están reteniendo más porque las condiciones mejoraron y es la época de engorde. El resultado es una caída de la oferta y el consiguiente impacto en los precios de la carne», señaló.
Algo similar sucede con los lácteos. Los precios de los alimentos habían aumentado 4% en el índice que elabora el Indec en julio, mientras que la inflación se había ubicado en 3,1%. Según Zelpo, recién en noviembre podría producirse un alivio significativo en los índices inflacionarios (más cerca del 2%).
La persistente inflación y el aumento de agosto están generando una revisión generalizada por parte de los analistas económicos. Mientras que hace pocas semanas el consenso era un aumento de 31,8% para el año, ahora las estimaciones se ubican cerca de 34%. Y no sería extraño que se sigan revisando al alza hasta llegar al 35 por ciento.
Las 5 principales causas del nuevo salto inflacionario
- Aumentos que estaban pautados en el precio de la energía eléctrica y del transporte, tanto de trenes y de colectivos para la zona metropolitana.
- Ajuste de la nafta, que incluso se dio en dos tramos, superando el 6%. Si bien se trata de un precio libre, las petroleras terminan acordando el ritmo de los incrementos con el ministro de Energía. Tiene un impacto significativo en la inflación nacional que mide el INDEC.
- Aceleración de la cotización del dólar. Luego de un julio muy tranquilo, el dólar recobró su impulso en agosto y no para de subir. De niveles de $28,50 pasó a $31, lo que significa un aumento de casi 9% en lo que va del mes. Inevitablemente se produce un impacto en los precios, especialmente en aquellos que tienen alto componente de insumos importados.
- La inflación mayorista le sacó 17 puntos a la minorista en los primeros siete meses del año. Debido a la caída del nivel de actividad y del consumo, los comerciantes tratan de reducir el traspaso a precios al público para que no impacte más en el nivel de ventas. Sin embargo, paulatinamente se produce ese trasvasamiento porque los costos son demasiado grandes.
- Nuevo round de suba en los precios de los alimentos. La canasta básica viene aumentado por encima de la inflación mensual, lo que también se refleja en la suba de la «núcleo». Es el rubro donde más impacta directamente al ajuste del tipo de cambio. Todo indica que este fenómeno se seguirá sintiendo en los próximos meses con mucha fuerza.