Los datos son de la Mesa de Enlace, que se reunió con los productores afectados de la zona en Mercedes, Corrientes. Reclaman que la ayuda oficial no alcanza para cubrir las pérdidas. Las consecuencias del fuego impactaron sobre ganadería, forestación y todo tipo de cultivos.
Enviado especial a Corrientes – En medio de una situación dramática en las cinco provincias del litoral argentino como consecuencia de la sequía y los incendios, los dirigentes de la Mesa de Enlace se reunieron esta tarde en Corrientes con productores damnificados. Según señalaron desde las cuatro entidades del campo, son más de 500.000 hectáreas las afectadas solamente por el efecto del fuego, que tiene un impacto en diversas producciones como forestal, ganadera, tabaco, agricultura, yerba mate, cítricos, algodón, entre otras. Las pérdidas son cuantiosas y complejas de calcular pero se estima que solamente en Corrientes superan los $25.000 millones. Del total de las hectáreas afectadas, Corrientes es el distrito más afectado con 380.000, seguido por Misiones (30.000), Chaco (22.000), Formosa (29.000) y Entre Ríos (38.000).
De acuerdo al relevamiento realizado por la Mesa de Enlace, en Misiones hay una sequía que lleva casi 3 meses, tras un 2021 que fue el año con menos lluvias registradas de las últimas 5 décadas. Además, la falta de precipitaciones afectó al 90% de las hectáreas productivas de Entre Ríos con pérdidas económicas en su diversidad productiva, como la forestal con más de 1.000 millones de pesos. En Corrientes los incendios ya arrasaron más de 380.000 hectáreas convirtiendo los campos en una línea de fuego casi imposible de controlar. Y en Chaco y Formosa la sequía pegó fuerte en la actividad ganadera y en la zona agrícola donde los rendimientos serán inferiores a los estimados.
Entre los pedidos de los productores surgió la necesidad de créditos blandos a tasas accesibles, la ley de venta forzosa, para apuntalar la producción ganadera, y una normativa nacional en materia se seguro multirriesgo. También se escucharon críticas de los productores al gobernador, Gustavo Valdés, por haber demorado la declaración de emergencia agropecuaria. Recién esta semana se firmó el Decreto correspondiente. Por otro lado, se cuestionó la ayuda del ministerio de Agricultura, a cargo de Julián Domínguez, de 200 millones de pesos. Se definió a la misma como “escasa”.
La reunión entre los productos damnificados y los dirigentes de la Mesa de Enlace se llevó a cabo en la Sociedad Rural de Mercedes, Corrientes. Participaron el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Jorge Chemes; el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino; el Consejero de Coninagro, Nicolás Carlino, y el Director de Federación Agraria Argentina (FAA), Martín Spada.
“Vinimos a acompañar a los productores del litoral porque la están pasando muy mal. Nos preocupa la situación no solamente de hoy, sino también lo que viene después de esta catástrofe porque no va a ser fácil levantarse de este golpe. A ese medio millón de hectáreas que se quemó, hay que sumarle los daños que está produciendo la sequía y que hoy no se pueden estimar. El escenario es aterrador”, dijo Nicolás Pino.
Jorge Chemes, presidente de CRA, al momento de hacer uso de la palabra en la reunión, señaló: “Recorrer esta zona uno siente una angustia muy grande y nunca me pasó algo así. Hoy teníamos que estar acá escuchándolos a ustedes y acompañarlos moralmente. A partir de ahora vamos a tener que exigirle al Gobierno una visión diferente del desastre que se esta viviendo. Ante una situación inédita se necesitan decisiones inéditas. Aguardamos que los funcionarios nos escuchen, y que el campo sea visto como tiene que ser”.
“Somos conscientes que las alteraciones producidas por el cambio climático no son un fenómeno eventual y sabemos que no alcanza con las declaraciones de emergencia, por lo que reclamamos a las autoridades provinciales y nacionales que pongan a disposición de los productores herramientas modernas para combatir estos flagelos y un eficiente apoyo financiero e impositivo para recuperar el capital de trabajo que permita reencauzar la actividad productiva”, expresaron los dirigentes del campo durante el encuentro.
Corrientes
La situación en Corrientes es alarmante y según los productos locales no tiene precedentes. A raíz de esta situación las cadenas productivas ya perdieron $25.000 millones, pero las mismas podrían ser mayores ya que el fenómeno climático adverso continúa y con mucha intensidad. Las lluvias llegarían recién en abril.
Frente a este panorama, los productores piden “una ayuda excepcional, para recuperar capital de trabajo y poder seguir en la actividad”. En todos sus testimonios hay un común denominador, que es el problema de subsistencia que hay a partir de un clima que no da tregua. Es por eso, que uno de los mayores reclamos a los funcionarios fue una reducción de la presión impositiva. Incluso se escuchó la propuesta a los dirigentes de suspender el pago de tributos, si en una semana no hay respuesta al pedido de los productores por parte de las autoridades nacionales y provinciales.
En ganadería, según precisaron los productores correntinos, las perdidas ascienden a 9.600 millones de pesos, contemplando la menor producción, mayor mortandad de animales y los problemas de infraestructura, como por ejemplo la rotura de alambrados. Al respecto, el productor “Caio” Mathó, comentó que en su establecimiento rural solamente por la rotura de alambres, ya perdió 30 millones de pesos, “es el equivalente a 6 camionetas que usamos para trabajar”, dijo.
Además, Pablo Mortola, de la Asociación Correntina de Arroz, sostuvo que el 60% de las hectáreas dedicadas a la actividad se encuentran afectadas y las pérdidas en la principal provincia productora llegarían a 7.500 millones de pesos. Oscar Bordello, referente de la Asociación de Citricultores de Bella Vista, una zona que se destaca por la producción de limón, dijo que ya hace dos años que están inmersos en una sequía extrema y las pérdidas llegarían a los 8.000 millones de pesos.
Por su parte, Nicolás Carlino también señaló que está afectada la producción de mandarinas y naranjas, donde habrá complicaciones para abastecer los mercados interno y externo, y advirtió que habrá faltante de limones a fin de año. “Y si ese momento llega, hay que aclarar que el productor no es formador de precios, que seguramente aumentará