Para el FMI será necesario rollear un 75% en lo que queda del año. La Secretaría de Finanzas actualizó información: vencen unos u$s 8300 millones hasta fin de 2019.
En los últimos meses las renovaciones de Letes y de Lecap se terminaron concretando a plazos cortos. Esto se dio porque, en un contexto de incertidumbre y volatilidad, las tasas a las que se tuvo que emitir fueron elevadas. Entonces, ofertar un título con una duración mayor implicaba aún más intereses a pagar. Por lo tanto, en lo que resta del año se hizo más cuesta arriba el rolleo necesario para cubrirlas necesidades de financiamiento, justo en meses de definiciones electorales.
De acuerdo con un documento preparado por la Secretaría de Finanzas, en lo que queda del año quedan unos u$s 8300 millones en Letes en manos del sector privado, con picos de vencimientos en julio, y entre septiembre y octubre.
Consultados sobre la presentación de ese documento a inversores, desde la secretaría contaron que no se hizo a nadie en particular sino que se hizo por si alguien quiere algo de información actualizada.
La dificultad de una renovación más exigente fue identificada tanto por analistas como también por el Fondo Monetario Internacional. De hecho, en el último staff report difundido el lunes de la semana pasada, el organismo describió que «en abril y mayo, dada la inclinación en la curva de rendimiento y la disminución del apetito por la duración, las autoridades emitieron vencimientos en su mayoría más cortos (Lecap a 3 meses y Letes a 2 a 3 meses) para maximizarlos traspasos y crear reservas de efectivo».
Avanzó en el razonamiento cuando dijo que «esto aumentó la tasa de transferencia necesaria para el resto del año para garantizar que el programa siga siendo financiado en su totalidad (a 75%, de 65/70% que se preveía en el momento de la tercera revisión)».
Juan Ignacio Paolicchi, de EcoGo, recordó que al inicio de 2019,según Hacienda, tenían que refinanciar u$s 4,.500 de Letes y otros u$s 4500 millones entre Lecap y Lecer para cerrar el programa financiero.
«El Gobierno supone un rollover con el sector privado del 46% de las Letes en u$s. Hasta ahora se refinanciaron solamente el 13% de ese monto. Es una cuestión de riesgo electoral. Las PASO van a ser una gura clave para ver si se abre o no el mercado para 2020 en términos de Letes, de poder pasarlo que tienen que hacerlo para cubrir el programa financiero», sostuvo.
Lorena Giorgio, de Econviews, diferenció otro aspecto: el último programa financiero oficial que se conoce es de abril, y aun se esperaba un décit primario de cero. «Las necesidades de roll-over de letras en pesos y dólares si se supone un déficit primario de 0,3% como mencionó Dujovne en los últimos días, implicaría una necesidad de renovación mayor al 46% que se estimaba anteriormente», marcó.
En esa línea dijo que las estimaciones que manejan en Econviews suponen una necesidad de roll-over del 50% para el caso de las Letes, pero más cercana al 80% para el caso de las letras en pesos, para todo el año. «Hasta hoy, el stock de Letes en dólares que vence el año que viene, y que por lo tanto permite cubrir necesidades de este año, es sólo del 7,5% del total, mientras que para el caso de las letras en pesos este número asciende a casi el 30%», describió.
Si bien en los primeros meses del año se dieron tasas de roll-over incluso superiores al 100%, este número se redujo sustancialmente en los últimos meses, cuando los vencimientos más cortos comenzaron a caer pasadas las elecciones. «Es decir que en lo que resta del año, y según nuestro escenario base, el Gobierno debería lograr renovar cerca de un 50% del stock actual de letras en pesos, y un 40% de sus letras en dólares», sostuvo.
No obstante, sobre cómo evalúa esta meta dijo que «luce alcanzable, dado que el ratio de roll-over necesario para los próximos meses es similar al que se observó en el segundo trimestre del año con acreedores privados (60% según datos del FMI), cuando los vencimientos ya comenzaron a caer pasadas las PASO». Y agregó que «por supuesto habrá que monitorear de cerca qué ocurre con el resultado primario de año, que podría suponer una necesidad de financiamiento extra si finalmente terminan utilizándose todos los ajustadores».