Calificados funcionarios indicaron que hay un freno tras los fuertes aumentos del mes pasado, una percepción que comparten las consultoras, aunque saben que febrero mostrará un panorama desafiante por la suba de precios regulados y paritarias, entre otros rubros; cómo influye el nivel de actividad
El Gobierno apuesta a que la inflación mensual de enero sea menor que la registrada en diciembre, un deseo que hasta ahora se ve corroborado por algunas mediciones privadas.
Calificadas fuentes oficiales indicaron que “hay chances” de observar un dato menor al 25% del mes pasado, cuando se produjo un fuerte incremento por la devaluación del tipo de cambio oficial con el cambio de gobierno, junto con la liberación de varios precios atrasados.
FIEL confirmó esta tendencia en su último informe, al indicar que “en la tercera semana de enero, los precios al consumidor volvieron a crecer por debajo de la semana anterior”.
“La inflación para la Ciudad de Buenos Aires, medida por el IPC-FIEL fue del 2,6%, con un aumento de 17,7% respecto de la tercera semana de diciembre y 256,9% comparado con un año atrás”, expresó.
“El mayor incremento semanal corresponde a Regulados impulsados por el aumento de los cigarrillos. La Inflación Núcleo fue de 2,5% en la semana y 16,5% en las últimas cuatro semanas, mientras que Alimentos y Bebidas creció 3,0% en la semana y 17,9%, comparado con la tercera semana de diciembre”, precisó.
En este sentido, LCG indicó también que “en la tercera semana la inflación de alimentos desaceleró 1,6 puntos porcentuales respecto a la semana anterior”.
“La suba promedia 28,6% en las últimas 4 semanas y 18,6% punta a punta en el mismo período. En lo que va del mes acumula un 10,7% de inflación”, indicó LCG.
Un funcionario indicó a Infobae que, a favor de una leve desaceleración en medio de un complejo panorama, “juega el hecho de que la política económica por primera vez no convalida la suba de precios generalizada, sino solamente un sinceramiento de precios relativos”.
De todos modos, luego de que el Indec informara una suba del 211% en 2023 –la mayor inflación del mundo, por encima del Líbano y Venezuela- las autoridades admiten que hay cierto riesgo por la inflación por empuje de los costos, como el caso de los combustibles.
Además, los funcionarios saben que no pueden desestimar el “rezago” en la remarcación de precios del régimen económico que culminó el 10 de diciembre, plagado de controles de precios.
Motivos de tranquilidad y de preocupación
Sin embargo, consideran que hubo aumentos en la oferta de determinados rubros –combustibles y carne, entre otros- que deberían servir para frenar la aceleración continua de los precios. En este sentido, reconocen que si bien la relación entre los precios y la demanda “no es estable”, ocupa un rol clave en la proyección de la inflación de los próximos meses.
De hecho, en las mediciones de alta frecuencia que realiza el equipo económico, las proyecciones de inflación se suavizaron y reflejan cierta desaceleración en las últimas dos semanas. Por este motivo, están revisando ligeramente a la baja los pronósticos iniciales que habían formulado el mes pasado. ¿Podría estar en torno del 20%?: la respuesta todavía no es contundente.
Por supuesto que este leve freno no se reflejará en el dato interanual, que va a seguir en alza varios meses más. Las autoridades económicas no parecen preocupadas por este incremento interanual, ya que están focalizadas en el posible cambio de tendencia en el dato mensual.
Por este motivo, subrayaron la importancia de mantener pisadas las transferencias del Banco Central que conduce Santiago Bausili al Ministerio de Economía que lidera Luis Caputo.
Entretanto, febrero exhibirá nuevamente el incremento de varios precios regulados, como las tarifas de los servicios públicos, la medicina prepaga, los colegios privados y otros sensibles rubros, junto con el efecto de las recientes paritarias.
En un régimen de alta inflación, hay poco para festejar y aquello que se festeja puede durar poco tiempo. El propio presidente Javier Milei dijo que “sería un buen dato” que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de este mes repita el dato de diciembre. “De ahí para abajo sería todo festejar”, sostuvo durante la entrevista radial y agregó: “Frenamos la máquina de emisión para evitar convalidar la dinámica explosiva en términos de precios, en ese sentido, la inflación que viajaba al 30% en las tres primeras semanas de diciembre cerró en 25%”, afirmó el Jefe del Estado.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) tiene la misma percepción y considera que solo la profundización del ancla fiscal y monetaria, más allá del efecto transitorio del tipo de cambio, contribuirá con una desaceleración importante de la inflación.
De todos modos, tanto en Buenos Aires como en Washington admiten que no hay un plan de estabilización, sino algunas medidas de ajuste que deben ser complementadas con decisiones de fondo. Una parte de esta cuestión se jugará en el Congreso Nacional con la Ley ómnibus y la otra en la Justicia con el DNU. La otra requerirá de definiciones más nítidas del Ministerio de Economía sobre la posibilidad de lanzar un programa integral como el que el G7 y el FMI le vienen reclamando a la Argentina en los últimos cinco años.