Después de dos meses de valores superiores al 7%, en abril el número mostraría una desaceleración, pero igualmente será alto. Los economistas ya hablan de un piso de suba de precios este año del 65%
Tras dos meses con un incremento mensual de precios superior al 7%, afectado por el alza de las commodities producto de la guerra entre Rusia y Ucrania, abril está mostrando una desaceleración, aunque leve. De acuerdo con las proyecciones de las consultoras económicas, este mes los alimentos registrarán un incremento de precios en torno al 6% y la expectativa es que esta tendencia continúe todo el año, a pesar de los intentos oficiales por lanzar medidas que busquen desacoplar los valores locales de los internacionales.
Es el rubro que más inquieta al Gobierno por el impacto que tiene en la pobreza y la indigencia y es lo que buscará atacar con una batería de medidas en permanente evaluación. La ampliación de Precios Cuidados, la canasta de proximidad, el refuerzo de las ferias barriales, la constitución de fideicomisos privados, como el del trigo y el aceite: todas medidas que buscan atenuar el impacto en precios del contexto internacional, pero que son apenas paliativos. Fuentes oficiales aseguraron a Infobae que “se están estudiando fideicomisos para otros rubros como el cárnico y el lácteo” y esperan que los precios comiencen a desacelerar producto de una merma del consumo. En abril, aseguraron desde la Rosada, “debería percibirse un impacto en la demanda a raíz de la alta inflación de marzo”.
“El dato de marzo va a acelerar la remarcación de precios. Para el IPC general, un buen escenario sería que se ubique entre 4,5% y 5%. Hoy el desafío es lograr que sea inferior a eso, que ya de por sí es elevado” (Guido Lorenzo)
“Acá la política económica no tiene mucho espacio para trabajar. Este año se esperaba una inflación mayor que en 2021 por la actualización de tarifas y porque el tipo de cambio dejaría de funcionar como ancla, pero lo que nadie esperaba era el salto del precio de los commodities que se produjo a partir de la guerra”, afirmó el economista Rodrigo Alvarez.
Los datos de consumo masivo de marzo publicados días atrás por la consultora Scentia ya mostraron una desaceleración en el crecimiento, aunque se trató del noveno mes consecutivo con resultado positivo. La variación de las ventas en supermercados y autoservicios del mes pasado versus el mismo mes de 2021 fue de 3,7%, lo que dejó un acumulado de 6,7% en el primer trimestre. Para abril, señaló su director, Osvaldo del Río, “se espera que se profundice esa desaceleración en el consumo, no sólo producto de la inflación sino porque la base de comparación del año pasado comienza a ser un poco mejor”.
Este impacto en el consumo podría atenuar la suba de precios, pero en las empresas productoras de alimentos advierten que no se descarta que los precios de las commodities vuelvan a pegar otro salto en el segundo semestre. Qué sucederá con la guerra es un escenario incierto, al igual que sus consecuencias. Además, los costos locales siguen en alza, en línea con una inflación que ya se ubica, según las estimaciones privadas, en un piso del 65%.
“La suba de las commodities no es de ahora. Se exacerbó más por la guerra, pero vienen en alza desde la pandemia, por lo que nos preocupa qué puede pasar hacia adelante. Ya está instalado en el gobierno que hay que tomar medidas para lograr el desacople de los precios”, dijo una fuente de una alimenticia.
Respecto de los precios de los alimentos de abril, varias consultoras esperan un alza de entre 5,5% y 6,5% y una cifra cercana al 5% para el índice general. Las fuentes oficiales afirmaron que mirarían con buenos ojos un número de esa magnitud para este mes, pero para que la inflación no llegue al 80%, debería desacelerar en el segundo semestre. “Nuestro relevamiento de las primeras dos semanas de abril nos da una suba en alimentos y bebidas del 2,4% y estamos esperando un mes que, nuevamente, supere el 5%. El dato de marzo va a acelerar la remarcación de precios. Para el IPC general, un buen escenario sería que se ubique entre 4,5% y 5%. Hoy el desafío es lograr que sea inferior a eso, que ya de por sí es elevado”, sostuvo el titular de LCG, Guido Lorenzo.
“Dos factores impactarán sobre la inflación: por un lado, un BCRA que va a buscar proteger más las reservas y es posible que se limiten más las importaciones; y por otro, se espera un ajuste de tarifas. Por eso creo que la inflación este año va a estar por encima del 65%” (Rodrigo Alvarez)
A su vez, para Analytica, la suba de este rubro será de 6%. “La inflación en alimentos muestra una escalada desde diciembre que se profundizó en los dos últimos meses hasta promediar 7,3% mensual. Hay dos efectos claros: en febrero subieron fuertemente algunas frutas y verduras, como por ejemplo la lechuga y el tomate, a raíz de la estacionalidad propia de este tipo de productos. Y en marzo, por la disparada del precio internacional del trigo y el maíz, que impactó a nivel local. El problema es que, más allá de esas causas puntuales, el resto de los alimentos en ambos meses aumentaron a un promedio por encima del 5% mensual”, manifestó el economista de la firma, Claudio Caprarulo. A su vez, sostuvo que proyectan para abril una inflación general cercana al 5% y, hacia adelante, “es difícil proyectar un alza de precios menor al 4%”, por lo que su estimación a diciembre ya se ubica en 65%”.
Para Alvarez, el shock de los precios de los alimentos tenderá a atenuarse en los próximos meses, pero no así la inflación general, que “persistirá en torno al 5% holgado durante este primer semestre, para ubicarse algo por debajo de ese número recién a partir de agosto”, dijo. Según explicó, durante el segundo semestre, “habrá dos factores que impactarán sobre la inflación: por un lado, un BCRA que va a buscar proteger más las reservas y es posible que se limiten más las importaciones; y por otro, se espera un ajuste de tarifas. Por eso creo que la inflación este año va a estar por encima del 65%”.