Tras el sorpresivo dato del IPC del Indec de septiembre, los expertos trazan sus estrategias ante la esperada continuidad de la expansión fiscal y monetaria
La coyuntura argentina transita tensiones políticas y económicas, a pocas semanas de las elecciones legislativas de medio término para renovar 127 bancas de la Cámara de Diputados y 24 del Senado.
Mientras el ministro de Economía, Martín Guzmán, se encuentra en Washington para avanzar hacia un acuerdo con el FMI que logre reestructurar unos USD 43.100 millones de deuda con el organismo, los analistas asimilan el dato de inflación más alto en cinco meses, de un 3,5% en septiembre, que llevó a la inflación anual a un umbral por encima del 52% anual.
Los operadores sacan sus cuentas para proteger la inversión financiera de los avatares inflacionarios, ante la expectativa de una continuidad del elevado gasto fiscal y las necesidades de financiamiento del Central que reforzará la fuerte presión sobre los precios.
Las opciones que ofrece el mercado
El Gobierno continúa intentando revertir su imagen mirando a las elecciones del 14 de noviembre. En este marco, la expansión fiscal y monetaria se preveé seguirán su curso, algo que presiona a los tipos de cambio alternativos en un contexto de menores flujos de dólares del comercio exterior, y también a los precios minoristas. Con esta hipótesis de base, los expertos trazan sus estrategias:
1) Dólar y plazos fijos ajustables
Estas son las alternativas más conservadoras en tiempos de inflación, aunque no infalibles. En 2021 el tipo de cambio vino perdiendo frente al alza generalizada de precios al consumidor. El dólar libre subió 12%, y el oficial 17,9% frente a una inflación del 37%. Mientras que el rendimiento de las colocaciones de pesos en plazos fijos tradicionales ofrecen una tasa efectiva anual promedio de 42,6%, frente a una inflación anual del 52,5 por ciento.
En este caso una previsión de salto cambiario mayor a la presente una vez que pasen las elecciones podría poner al dólar como alternativa de cobertura, mientras que para los depósitos siempre queda la opción de los plazos fijos ajustados por UVA, que permite obtener un interés generado por una tasa fija y un componente variable que se ajusta según el índice CER (Coeficiente de Estabilización de Referencia) que refleja la evolución de la inflación.
2) Títulos atados al dólar
Walter Morales, presidente de Wise Capital, dijo a Infobae que “para los próximos dos meses en la Argentina, por la volatilidad cambiaria que trae el escenario de incertidumbre, no estamos recomendando tener dólares. Porque el dólar es un negocio de brecha. Quien compra dólar billete o dólar MEP, está pagando una brecha de 80% o más por encima del dólar mayorista”.
“¿Qué es lo que tendría que empezar a ocurrir en la Argentina? Que haya una devaluación. Con un ajuste cambiario lo que sube es el dólar mayorista. Entonces, lo que hay que comprar son títulos públicos o deuda de empresas que ajusta por dólar mayorista. Que son los que se llaman dólar linked. No van a ganar contra la inflación porque vemos una apreciación del tipo de cambio de no más del 42% de acá 12 meses, pero pueden aprovechar los aumentos cambiarios que va a haber de 3 a 5% que se van a empezar a dar después de las elecciones”, dijo Morales.
3) Bonos “CER”
El agente de liquidación y compensación Neix refirió que “para carteras en pesos, bajo la hipótesis de que el Gobierno buscará alinear el ritmo de depreciación con la inflación y la tasa en lugar de hacer un ajuste brusco del tipo de cambio -y teniendo en cuenta el rally que ya tienen incorporados en precios los ‘dólar linked’-, habría mayor atractivo relativo en títulos CER (ajustados por inflación) como ‘Lecer 2T2022′ e incluso en el tramo largo el ‘TX2′ puede ofrecer oportunidad”, puntualizó el agente de liquidación y compensación Neix.
Walter Morales afirmó que “después que se den estos ajustes cambiarios, tendríamos que estar mirando con muy buenos ojos todos los bonos que ajustan por CER. En el momento que hay una devaluación no se tiene la inflación prácticamente en simultáneo. Hay un delay (demora). Cuando hay una emisión monetaria también hay un delay. Es más corto el delay con la inflación y más largo con la emisión monetaria, que va a ser muy voluminosa de acá hasta las elecciones y post elecciones también. Porque el déficit fiscal primario que se envió al Congreso implica un rojo fiscal de 4 puntos del PBI. Así que vamos a tener una emisión monetaria fantástica”.
“Entonces, podemos estar pensando en bonos CER para las post elecciones, que podría ser TX24, o comprarlos directamente el año que viene. Y lo otro que recomendamos con mucho énfasis es empezar a ver los bonos con tasa fija como el TO23 que tiene una TIR del 57% pero, básicamente, porque no esperamos que la inflación en los próximos doce meses sea inferior a 57%”, observó Morales, quien recordó que ”en las encuestas del REM, las 20 principales consultoras de economía del país están vaticinando una inflación para los próximos doce meses del 48%. Así que estaríamos comprando un bono que rinde prácticamente 8 puntos por encima”.
4) Acciones y bonos en dólares: opciones de riesgo
El Grupo SBS apuntó que “en términos de estrategia, las valuaciones de bonos soberanos en dólares y acciones parecieron haber encontrado piso, aunque creemos que estos activos son atractivos sólo para perfiles arriesgados, dados los desequilibrios macroeconómicos y la ausencia de un plan de estabilización”. Y precisó que “en materia de pesos, los datos de inflación ponen atractivo a apuestas en CER”, mientras que “el contexto cambiario actual y la estacionalidad de los flujos de dólares resaltan el valor de los fondos de cobertura”.
5) Fondos comunes
Portfolio Personal Inversiones manifestó que “en el mundo de los pesos, los fondos siguen manteniendo su atractivo. No solo porque en esencia los plazos de liquidez pueden ir desde el inmediato (T+0) hasta 48 o 72 horas, sino también por la posibilidad que brinda este vehículo de diversificar entre los distintos riesgos y ajustes. Ahora bien, la industria mantiene $2,9 billones en activos bajo administración, y sólo los Money Market se lleva poco más de la mitad. Y fueron estos últimos, y en los tiempos actuales, los que captaron la atención del Tesoro como posible fuente de financiamiento”.
“Un buen punto para el Gobierno que enfrenta meses desafiantes -vencerán más de $900.000 millones, y un 82% aproximadamente es privado-, que los Administradores de FCI encuentren interés -de forma voluntaria-, para aplicar estos pesos en las licitaciones primarias. El punto es que, al ser fondos transaccionales, se deberá ver cuál es el mejor instrumento. Se intentó primero despertar atractivo con la creación de ‘Fondos de Liquidez inmediata con Títulos del Tesoro’ (en donde se buscaba demanda para letras menor a un año), y su resultado fue bastante pobre por ahora. Ahora son las Lelites (letras a descuento a menos de un mes) con un debut -podemos calificar- de tímido. A una tasa nominal anual del 33,75% a 21 días, sólo lograron sumar unos $3.645 millones a las arcas del Tesoro”, resaltan los analistas de PPI.
Portfolio Personal advirtió que “sumar Lelites claramente implica exponer a riesgo soberano a los Money Markets, que sabemos que por su naturaleza son transaccionales, y que quienes lo demandan pueden buscar evitar por diferentes razones este tipo de activo. En consecuencia, deberá existir sin dudas un trade off entre tasa y riesgo. Más allá lógicamente de que los FCI medirán en los próximos días si la incorporación de estas letras puede afectar o no la demanda sobre su fondo. De hecho, se entiende que la falta de esta fue uno de los puntos débiles de porque no traccionan los llamados ‘Fondos de Liquidez inmediata con Títulos del Tesoro’ de los que hablamos antes”.
Proyección pesimista para la “macro” y la inflación
“Es claro que luego de las elecciones este esquema de ‘sentarse sobre las reservas’ junto con una persistente apreciación cambiaria deberá ser revaluado a la luz de la negociación de un nuevo acuerdo con el FMI y de las escasas divisas disponibles”, resumió Delphos Investment.
“Si bien las restricciones a las importaciones podrían beneficiar en el corto plazo a ciertos rubros de la industria manufacturera, atenta contra el desarrollo de exportaciones industriales, al mismo tiempo que podría afectar el crecimiento de mediano plazo”, estimó la consultora ACM.
“La inflación en alimentos volvió a incrementarse en septiembre, y es la que más peso tiene en el IPC, por lo que el Gobierno procurará reforzar los controles de precios”, comentó a Infobae Isaías Marini, economista de Econviews.
“Es muy difícil que la artillería electoralista logre revertir los números de las PASO, pero sí -en cambio- puede acelerar una crisis”, estimó la consultora Massot, Monteverde & Asociados.
Amílcar Collante, economista de CeSur (Centro de Estudios Económicos del Sur), afirmó que “el Gobierno quiere llegar a la fecha de elecciones sin tanta turbulencia, pero con la inyección de pesos que vino, la demanda tan caída de dinero que está presente no hay mucha forma. Además, la confianza del Gobierno se vio muy sacudida por el tema electoral, así que recobrar eso es bastante difícil”.
“Las preocupaciones ya no se centran tanto en la previa, sino en el post 14-N, ya que no sólo deberán evaluarse las reacciones políticas -en especial desde el oficialismo al contar aún con dos años de mandato por delante- sino también en vista a ello en la voluntad de encarar los desequilibrios económicos que se fueron postergando”, advirtió el economista Gustavo Ber.
“Ocurre que el mejor escenario -el cual se encuentra en duda entre los inversores- sería que rápidamente se alcance un amplio consenso político sobre un plan integral para no limitarse a llegar a un acuerdo contrarreloj con el FMI que sólo postergue compromisos, sino que contribuya a mejorar expectativas, ya que sin suficiente confianza pierden efectividad las estrategias”, agregó el titular del Estudio Ber.
“De cara al año entrante, el buen desempeño de la industria, la construcción y el comercio, que hoy explican la mayor parte del crecimiento del PBI, podría verse interrumpido si hubiera un salto en el tipo de cambio”, estimó un informe de la consultora Ecolatina.